Las vacunas contra COVID-19 disminuyen las posibilidades de que la infección por el nuevo coronavirus cause síntomas graves; sin embargo, con el inicio de su aplicación han surgido inquietudes acerca de quiénes pueden ser inmunizados, las posibles reacciones adversas o si funcionan ante las variantes del virus, entre otras.
Al respecto, Rosa María del Ángel, del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Cinvestav, dijo que si bien no hay suficiente información acerca de la duración de la inmunidad que las vacunas contra COVID-19 confieren, son la única opción para evitar la muerte de gran parte de la población a falta de tratamientos específicos.
Restricciones
Hasta el momento, entre las restricciones para la aplicación de alguna de las vacunas están:
- embarazo
- ser menor de 16 años
Esto porque no se tienen datos de ensayos clínicos de la fase III en estos grupos
El otro caso es estar cursando con una infección; ya que el sistema inmune (encargado de reconocer y combatir distintos agentes dañinos) está debilitado.
En el caso de personas con enfermedades como diabetes e hipertensión, o si viven con VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), se sugiere vacunarse porque ninguna de las vacunas representa un riesgo de contagio a través de su aplicación.
Además, en vista de que todavía se desconocen aspectos de la respuesta inmune frente a la infección por el nuevo coronavirus es indispensable que quienes tuvieron COVID-19 y estén recuperados totalmente se vacunen.
Eficacia
Cabe destacar que la eficacia de las vacunas contra COVID-19 depende de recibir las dosis correspondientes, en el caso de la de Pfizer–BioNTech, es posible alcanzar un 95% de protección ante la enfermedad 14 días después de recibir las 2 dosis (con 3 semanas de diferencia entre cada una).
Posibles efectos adversos
En cuanto a los posibles efectos adversos, al igual que con otras vacunas, los más comunes son dolor en el sitio de la inyección, fiebre y malestar general. Y sólo en ciertos casos se presenta una reacción alérgica grave a los componentes de la fórmula, como sería un choque anafiláctico que puede llevar a la pérdida de la conciencia. Por esta razón, las personas recién vacunadas deben permanecer en el área de observación aproximadamente media hora. Esto a fin de atenderlas medicamente de ser necesario.
Otro aspecto a considerar de las vacunas contra COVID-19 es que al aplicarse vía intramuscular generan anticuerpos encargados de proteger internamente contra la enfermedad. Sin embargo, el virus que circula en el ambiente puede infectar:
- mucosas de la boca
- nariz
- tracto respiratorio
Esto podría llevar a las personas a infectarse, pero al estar vacunadas no tener síntomas graves.
Así, una persona vacunada (sin síntomas o con algunos leves) podría ser capaz de diseminar el virus cuando tose o estornuda, de ahí la necesidad de continuar con el uso del cubrebocas -nariz y boca- y respetar la sana distancia hasta que alrededor del 80% de la población en el país esté inmunizada.
Eficacia de las vacunas ante las variantes del nuevo coronavirus
Rosa María del Ángel también se refirió a la eficacia de las vacunas ante las variantes del nuevo coronavirus, las cuales presentan cambios en la proteína espiga o S (ubicada en la superficie del virus y que le da su forma de corona).
La proteína espiga tiene un fragmento llamado dominio de unión al receptor (RBD, por sus siglas en inglés de receptor binding domain), a través del cual el nuevo coronavirus logra entrar a las células humanas. Con la vacuna el organismo genera anticuerpos capaces de reconocer esta región y, en futuros encuentros con el virus, “pegarse” a ella para impedir la infección.
Pero ante los cambios en el segmento RBD de la proteína espiga o cerca del mismo, principalmente de las variantes conocidas como: B.1.1.28.1 y B.1.351; los anticuerpos producidos después de la aplicación de la vacuna pueden ser menos efectivos.
Es decir, si la vacuna protege en un 90% de la infección sintomática causada por el nuevo coronavirus, contra las variantes el porcentaje será menor (entre 60 y 80%). “Esto implicaría que aumenta la probabilidad de presentar fiebre, pérdida del olfato o malestar general, pero es importante señalar que las vacunas conservan en una alta proporción su potencial protector contra la enfermedad grave y la muerte por COVID-19”, explicó la especialista del Cinvestav.
Autorización para uso de emergencia
A la fecha más de una decena de vacunas contra COVID-19 han sido autorizadas para su uso de emergencia en diversos países, y algunos de los desarrolladores han comenzado ensayos clínicos en grupos específicos como mujeres embarazadas y niños; también trabajan en la adaptación de sus vacunas a ciertas variantes del nuevo coronavirus[.]