El embarazo es una de las etapas más plenas en la vida de una mujer, durante 9 meses tendrá el privilegio de crear una nueva vida dentro de su cuerpo, el cual presentará diversos cambios físicos y psicológicos para traer al mundo a su hijo, el ser humano más importante de su vida a partir de su nacimiento.
Durante la gestación el cuerpo aumentará de peso, habrá hiperpigmentación en algunas zonas del cuerpo y sobre todo, habrá una alteración hormonal importante que podría cambiar tu tipo de piel.
¿Has escuchado del resplandor del embarazo?
Cuando una mujer está embarazada su piel luce distinta, esto se debe a los cambios hormonales por los que pasa el cuerpo, ya que este aumenta el flujo sanguíneo para darle mayor abastecimiento a nuestros órganos y cumplir con las necesidades del feto.
Sin embargo, este aumento de flujo genera que los vasos sanguíneos se ensanchen e incrementen la secreción de grasa a través de las glándulas sebáceas beneficiando el aumento de brotes en la piel especialmente en cuello y barbilla durante el primer trimestre gestacional.
No todas las mujeres padecen este tipo de alteraciones, pero si has tenido problemas con imperfecciones antes de tu embarazo, lo más seguro es que los brotes aumenten durante la gestación.
Cuando las hormonas son las que mandan, no hay mucho qué hacer, así que si detectas la aparición de brotes en los primeros meses de embarazo, es importante desarrollar una rutina especial para cuidar tu rostro – todo con supervisión de tu médico – recuerda que los mejores productos son aquellos con activos naturales, que sean no comedogénicos (aquellos formulados para evitar el exceso de producción de sebo y que no obstruyen los poros) y libres de aceites.
¿Cómo cuidar tu rostro si se tornó graso durante la gestación?
La limpieza es fundamental. Utiliza un champú facial y una loción limpiadora que en conjunto te den la doble limpieza que necesita tu rostro para evitar la acumulación de sebo.
Es importante que estos productos sean astringentes, es decir, que generen esa sensación de limpieza a profundidad, esta sensación aumentará si tu piel se torna hipersensible durante el embarazo, razón por la que se recomienda hacer esta rutina dos veces al día.
El suero es pieza clave para la hidratación. La piel grasa necesita hidratarse y durante el embarazo es importante alejarse de todo tipo de cremas pesadas, por lo que se recomienda complementar la rutina con un suero hidratante con consistencia de gel, ya que es más ligero y fresco. Aléjate de aquellos sueros que tengan alcohol.
Exfoliante para retirar las células muertas
Con el embarazo el aumento del flujo sanguíneo aumenta generando que los poros se obstruyan y conviertan a la piel en el hogar ideal para la bacteria Propionibacterium acnés. Para evitar su desarrollo, es importante realizar una exfoliación suave en el rostro y cuerpo al menos dos veces por semana.
Mascarilla Detox
Las espinillas son inevitables y generan una tentación enorme por retirarlas. El extraer las espinillas con las yemas podría ocasionar daños mayores al rostro y afectar su aspecto, recuerda que durante el embarazo se desarrollan manchas en la piel debido a la alteración hormonal. Aplica una mascarilla facial peel off que te ayude a eliminar las espinillas desde la raíz sin necesidad de maltratar tu rostro.
Utiliza protector solar
Este punto es elemental. El protector solar que utilicemos durante el embarazo debe ser específico para pieles sensibles y libres de ácido paraaminobenzoico, una sustancia que conviene evitar en los productos fotoprotectores para embarazadas y lactantes.
Recuerda que conforme el embarazo evoluciona los niveles de estrógeno aumentan ocasionando que los brotes disminuyan e incluso desaparezcan. Consulta siempre a tu médico para atender cualquier necesidad específica durante el embarazo.
Con información de ASH Natural.