Sobre el metotrexato, Cofepris debe explicar mejor por qué no debemos preocuparnos

Si el regulador sanitario asegura que está garantizado el abasto de la quimioterapia que se les da a los niños con cáncer, sería importante que explicara bien y con detalle cómo lo logrará, porque aun con todo y su comunicado hoy emitido, las dudas persisten y no acaba con los temores, más bien los agranda.

industria de medicamentos y otros insumos para la salud
La industria de medicamentos y otros insumos para la salud no puede funcionar más que con muchos meses de planeación anticipada
Y lo que hace ver la autoridad sanitaria es que está buscando culpables pero no da respuestas de cómo va a resolver el esperado desabasto. Sólo asegura que no habrá desabasto pero no da elementos ni explica de dónde vendrán las terapias faltantes como para creerle y tener la certeza de que no lo habrá.

La Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) que encabeza el médico pediatra yucateco Iván Novelo, refiere en su comunicado de hoy “Garantizado el abasto de metotrexato, dice Cofepris” que el culpable es el fabricante, es decir Laboratorios Pisa, pero no explica ni aclara en ningún punto cómo le va a hacer el Gobierno a fin de tener las suficientes dosis de metotrexato para que los niños no se vuelvan a poner en riesgo al quedarse sin quimioterapia imprescindible. Es lo que en este momento interesa a los pacientes y sus familias.

Cofepris tendría que explicar qué plan alterno ejecutó cuando le cerró a Pisa la línea de producción desde mayo pasado, considerando que ahí se fabrican terapias tan vitales como son las de cáncer infantil, y que Pisa era el único fabricante de metotrexato. Pisa fue la empresa que ganó la licitación para abastecer esta terapia, y aunque hay otras 5 que tienen registro del mismo, no es que puedan conseguir de un día para otro -y ni en semanas- la materia prima para fabricarlos.

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A nuestras autoridades actuales ya tendrían que quedarles claro que la industria de medicamentos y otros insumos para la salud no puede funcionar más que con muchos meses de planeación anticipada, y eso no es sólo en México sino en todo el mundo. Y hablando de terapias oncológicas no se pueden detener procesos sin verificar en ese mismo momento que se cuenta con otra opción para garantizar el abasto del medicamento.

Declaraciones que se contradicen

El secretario Jorge Alcocer ya dijo que traerían para noviembre una cantidad de piezas provenientes de Francia, pero considerando los tiempos más acelerados, eso no será en menos de 6 a 8 semanas.

El problema es que los propios directivos de los institutos médicos han advertido de que sólo queda metotrexato para apenas 2 semanas.

Ahora, el mismo Cofepris está diciendo en su reporte a medios que sus supervisores podrá revisar la línea de producción de la empresa en octubre. O sea que esta opción tampoco es inmediata, pues para que se reactive la producción del medicamento pasarán semanas. Ojalá lo consigan para noviembre…

Hay claramente un gap de varias semanas que no se ve de donde podrán conseguir la terapia, pues hay que considerar el tiempo en que se produce, se distribuye y llega a los pacientes.

No se trata de asustar y no es que se exagere, pero el mes pasado la crisis por escasez de metotrexato -la terapia más común para atender el cáncer infantil– la sufrieron no pocas familias y las quejas venían de meses atrás en varios estados de la República. No es gratuito el temor de que la carencia de ese medicamento se repita.

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Y seguramente ni entre los padres de familia ni los médicos nadie estará tranquilo hasta que las autoridades no expliquen con palitos y bolitas cómo le harán y de donde sacarán el medicamento para estar entregando su terapia con puntualidad a los pequeños pacientes a partir de octubre.

Problema de credibilidad

Otro punto importante que tendría que considerar Cofepris es que en su comunicación debe cuidar la consistencia por el riesgo de perder credibilidad, algo que es sustancial para un regulador sanitario y que dicha institución fue construyendo a lo largo de la última década.

En un anterior comunicado “Fabricantes de metotrexato para cáncer cuentan con permisos vigentes para producirloCofepris aseguró que había otras empresas con registro, capacidad y permisos de importación de la sustancia activa para producir el metotrexato. De hecho su comisionada Elvira Espinoza lo reiteró a fines d agosto en entrevista con varios medios.

Ahora en la última comunicación de Cofepris sobre el tema ya no menciona eso y señala a Pisa como la responsable porque es la única con capacidad de producir el medicamento en cuestión (ya no menciona a las otras farmacéuticas).

La realidad es que Cofepris fue la que decidió cerrarle a Pisa justo la unidad donde produce 16 distintos tipos de quimioterapia. Y no es por proteger a Pisa, pero nos informan que si cerraban la unidad para la revisión que pide Cofepris, ahorita estaríamos hablando de desabasto no de una quimioterapia sino de 16 distintas terapias oncológicas que en esa unidad fabrica Pisa.

No es la quimio más efectiva para cáncer infantil

Además, hay que decir que el metotrexato es una de las terapias más antiguas y básicas para cáncer infantil que incluso ya no se usa en otros países, pero como es la más barata es la que adquiere el gobierno de México; la compra entre 200 y 250 pesos por unidad. Dado que es uno de los fármacos genéricos más antiguos ya no significa gran rentabilidad para las empresas. Pisa es la única que la produce porque al dar el mejor precio en la consolidada para 2019, ganó la licitación, pero ante el problema de que Cofepris le impidió seguirla produciendo desde mayo, ahora las otras farmacéuticas que tienen el registro no es que estén muy entusiasmadas por producir tal medicamento.

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El argumento de Cofepris para cerrar desde mayo esa área de producción de Pisa es porque no tiene en orden su certificado de buenas prácticas de fabricación (BPF). Es claramente una decisión de responsabilidad que le corresponde a esta autoridad y qué bueno que sea su mayor preocupación cuidar la salud de los consumidores mexicanos. Pero la duda que surge aquí es: si ello implicaba riesgo sanitario para los niños con cáncer, ¿por qué entonces le permitió a la farmacéutica distribuir y vender los medicamentos que tenía en almacén? Se entiende que sería producto riesgoso para los pacientes y no debió haberle permitido distribuir lo producido en esa área donde además sigue produciendo otras quimioterapias. Sin embargo, fueron las terapias que estuvieron recibiendo los pacientes desde mayo hasta agosto.

Hay muchas preguntas que con la comunicación de Cofepris se quedan sin respuestas.

Imagen cortesía de royalty



Escrito por

Directora General de Plenilunia, autora de la columna Salud y Negocios en el periódico El Economista, colaboradora sobre temas de salud en ADN Opinión en TV Azteca.

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