Continuando con la presentación estudio “Salud deteriorada. Opacidad y negligencia en el sistema público de salud”, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) lanzó este 17 de octubre el capítulo referente respecto a la situación del sistema público de la diabetes y sus propuestas.
El trabajo, coordinado por el Dr. Mauricio Hernández Ávila, sugiere que las acciones institucionales no han estado a la altura de un problema que aqueja a 6.4 millones de adultos mayores de 20 años y que es causa de una tercera parte de las muertes entre mayores de 35 años.En el estudio se proponen 3 puntos:
- Impulsar licitaciones consolidadas para todo el sector. Evitar compras por los subsistemas de salud y así maximizar el poder de negociación por volumen.
- Mejorar la transparencia en lo que concierne a las bases de datos del Observatorio Mexicano de Enfermedades No Transmisibles (OMENT), cuyo objetivo principal es monitorear la efectividad de la Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes (ENPCSOD), y fortalecer su uso para lograr una rectoría efectiva y mejorar la calidad de la atención.
- Separar las áreas operativas de las de evaluación en la Secretaría de Salud y evitar así dar margen a conflictos de intereses.
En el estudio Salud deteriorada se documentan deficiencias en la política de atención y prevención de la diabetes, y exponen errores y opacidad en la adquisición de insumos necesarios para su implementación. Entre los hallazgos más importantes se encuentran los siguientes:
- Ausencia de una política nacional de prescripción y procuración de medicamentos e insumos. Las compras de insulina son fragmentadas y hay lugar a sobreprecios. Por ejemplo, en 2016 los servicios estatales de salud – que atienden a la población más pobre del país- compraron insulinas a $170 pesos en promedio, mientras que el IMSS compró a un precio promedio de $54.5. Esto representa un potencial malgasto de 358 millones de pesos.
- Falta de trazabilidad en el gasto de diabetes. Se encontraron inconsistencias por casi 107 millones de pesos en la adquisición de 482,634 tiras de microalbuminuria, una de las formas más efectivas para la detección de complicaciones derivadas de la diabetes mellitus. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha detectado fugas de material, maquillaje en el reporte de pruebas realizadas y compras de lotes sin la caducidad necesaria. Así, sólo 1 de cada 25 pacientes recibió una prueba de este tipo en 2016.
- Débil rectoría y no se rinde cuentas de los recursos que se invierten. La Secretaría de Salud se deslinda de su atribución rectora en el seguimiento de las acciones de control y el nivel de abasto de medicamentos e insumos en los estados. Como consecuencia existe un desabasto importante de insulina e insumos para diabetes.
- Posibles conflictos de intereses en el Observatorio de Enfermedades no Trasmisibles (OMENT). A pesar de que cerca el 50% de los miembros no gubernamentales de su Consejo Asesor tienen potenciales conflictos de intereses, la Secretaría de Salud no cuenta con mecanismos claros para evitarlos.
- Falta de transparencia en el acceso a la información. A pesar de que la información del OMENT se genera en unidades del sector salud con fondos públicos se negó el acceso a las bases de datos.
Para consultar toda la información puede vistar este capítulo en la página: https://saluddeteriorada.contralacorrupcion.mx/diabetes/