A veces en la vida nos enfrentamos con noticias que nos impactan de tal forma, que sabemos que a partir de ese momento no hay marcha atrás, tenemos dos caminos: Uno es dejar que la vida pase por nosotros y la otra es pasar nosotros por la vida.
Algo es seguro el tiempo apremia y si tardamos en decidirnos no vamos a lograr rescatarnos. Por otro lado si tomamos las riendas de nuestra vida es probable que tengamos una nueva oportunidad todavía.
Esos momentos son cruciales de ellos depende ganar en nuestra lucha por mantenernos vivos y en pie, podemos llorar, lamentarnos, gritar, cuestionarnos y es válido y normal como seres humanos, pero no por mucho tiempo, sólo el necesario para retomar la fuerza que hay en nuestro espíritu, que surja más que nunca nuestro amor por existir y tengamos el deseo profundo de ver en nuestro camino que es lo que sigue.
Hay momentos en la vida que estamos en una carrera contra el tiempo, ya hemos tenido uno o varios antecedentes de un posible fin, pero lo evadimos hasta llegar al punto donde un descuido puede ser fatal, la verdad es que a todos nos pasa, en aspectos como nuestra salud, nuestra economía o nuestras relaciones de pareja, amistades o de familia.
El título que le puse a este tema en especial tiene que ver con el hecho de que hay pérdidas, que de alguna forma pudimos evitar y que van a marcar nuestra vida para siempre, porque estuvo en nuestras manos evitarlas.
Un ejemplo de esto que comento es: cuando nos dicen que tenemos que cuidar nuestra alimentación porque somos pre diabéticos, el día de la noticia nos asustamos, agradecemos a todos los santos no ser diabéticos, los primeros días nos cuidamos mucho, pero a veces pienso que nuestra naturaleza tiende a retar al pronóstico y como vemos que al principio no pasa nada con pequeños descuidos, continuamos y probamos nuestra suerte cada vez un poco más , hasta que nos confiamos demasiado y un día tenemos diabetes , otro ejemplo ocurre cuando estamos con alguien que nos ama y es muy considerado(a) y no lo valoramos como debe ser, muchas personas nos externan lo afortunados que somos y nos aconsejan que correspondamos de la misma manera que nos tratan, porque podemos perder el afecto o amor de esa persona, pero igual que como en el ejemplo anterior retamos al pronóstico y cuando vemos que podemos lograr sacar ventaja y no pasa nada, continuamos así y aumentando nuestro poder sobre la otra persona y un día que creemos que nunca va a llegar perdemos a una persona valiosa que nos amaba y ya no hay marcha atrás.
Ahora bien a que me refiero con “Continuar Vivo“, con esto me refiero a el momento en que ya no podemos recuperar lo perdido y cuando de nuestras decisiones dependerá continuar literalmente con vida, porque nuestra salud se ha deteriorado al grado de estar en peligro o bien continuar nuestra vida sin las personas o cosas que por malas decisiones hemos perdido.
“Continuar Vivo” es una decisión de fondo no de forma, es más que solo sobre vivir, es concedernos el perdón y darnos una oportunidad de resurgir de nuestras cenizas como el ave fénix, por el tiempo que nos quede de vida en el caso de una enfermedad con un proceso de sanación difícil o bien aceptar “Continuar Vivo”, aun a pesar de haber perdido personas valiosas, pero con la decisión de no volver a cometer el mismo error.
Les comparto una de mis reflexiones en la cual hablo de que sin duda “Continuar vivo” es la mejor decisión que podemos tomar:
Batalla.
Es necesario para recuperarnos de una gran batalla y regresar con fuerza a tomar nuevamente el timón de nuestra vida ponernos en stop, enfocarnos en nuestra nueva realidad, curar nuestras heridas, rehabilitarnos asimilando el aprendizaje de cada caída, no ser jueces mucho menos verdugos, deshacernos de culpas innecesarias, sacudirnos de lo que no sirve y aligerarnos para que todo valga la pena.
La única batalla pérdida es la que no nos transforma y nos permite crecer, para volvernos observadores de lo que fuimos.
No necesariamente para sentirnos ganadores tenemos que librar todos los obstáculos, a veces no lo logramos, porque somos imperfectos, pero sin duda vamos a dar un paso más hacia adelante con más firmeza y sabiduría.
Ahora bien si logramos totalmente nuestro objetivo, habremos superado una batalla más de las que tendremos en nuestra vida y será un triunfo que habremos de reconocernos con humildad para no retroceder.