Un espacio que sin duda requiere de un orden y mantenimiento periódico es nuestro clóset. Sin importar si es pequeño o grande, su uso cotidiano hace que en ocasiones sea complicado mantenerlo funcional y organizado a la vez.
Te presentamos 5 sencillos pasos inspirados en la cultura japonesa, para lograr un hábito del orden que haga que esta tarea en el hogar sea mucho más rápida y hasta divertida para empezar a tener un estilo de vida más organizado y práctico con tu armario son:
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- Hacer limpieza del espacio y reparaciones necesarias. Este paso conlleva limpiar y reparar los elementos que necesiten adecuaciones. Esto es, bolear o lavar zapatos que estén sucios, coser alguna blusa sin un botón, llevar ropa a la tintorería, unificar ganchos, etc. Al haber ya un orden dentro del clóset con las prendas realmente útiles, esta limpieza se vuelve más sencilla, e incluso permea en otros aspectos y espacios de la vida.
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- Dar a cada elemento un lugar específico. En este paso, se da orden a todas las prendas que quedaron después de hacer la clasificación del paso anterior. Para hacerlo, es recomendable organizar las prendas por color y ocasión, definir un espacio para todos los pantalones, otro para todas las playeras y así consecutivamente. Como consejo, puedes buscar ganchos especiales para distintos tipos de prendas, además de organizadores y contenedores para separar los artículos pequeños, como ropa interior, calcetines y accesorios para tener fácil acceso a tus pertenencias. También es recomendable almacenar por separado prendas de otra temporada y ropa de cama para que no quiten el espacio de la ropa que efectivamente usas. Puedes buscar espacio debajo de la cama o arriba del clóset y utilizar cajas especiales para estos casos. En Betterware, nos propone soluciones para el hogar, hay muchas opciones que pueden ayudar con este paso.
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- Comprometerse con el nuevo estilo de vida. Corresponde al último eslabón del programa y es en donde se impulsa la autodisciplina y el hábito del compromiso. El ciclo inicia de nuevo y ya que se domina el orden en el clóset, es viable extenderlo a otras zonas aplicando la misma serie de pasos. En esta etapa final también es importante medir los avances paulatinamente y reconocer los logros propios y los de todos los integrantes que trabajaron en lograr el objetivo.
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- Clasificar tus prendas y accesorios. – Se trata de diferenciar entre los elementos necesarios y los innecesarios, para descartar estos últimos. Como regla general, si hay ropa o accesorios que no han sido utilizados en el último año, hay que descartarlos del clóset. Para ello la mejor técnica es tener 3 bolsas grandes para guardar en cada una de ellas “basura”, “donación” y “préstamo”, en esta última se apartan las prendas que te prestaron familiares o que alguien olvidó el tu auto/ casa. Al hacer esta actividad es muy probable toparse el apego a las cosas y el temor de eliminar algo que “puede servir o quedarnos en el futuro”, pero en este paso lo ideal es reducir alrededor del 30% del volumen total de los elementos en el guardarropa.
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- Sistematizar el proceso y hacerlo continuamente. Aquí es cuando se logra llegar a una rutina, pues los pasos anteriores se sistematizan. Una vez que esto sucede, el orden y limpieza se extienden hacia nosotros mismos. En este paso se da prioridad al cuidado personal, pues ya que existe un orden en el guardarropa, este hábito permea también en uno mismo, pues quienes viven en orden habitualmente trasmiten una imagen de pulcritud y atención al detalle.
Puedes empezar por acciones pequeñas que invariablemente repercuten en un estilo de vida integral. Por ejemplo, si destinamos 10 minutos diarios a asear nuestros zapatos y organizarlos, poco a poco estaremos desarrollando un hábito sin que sea complicado sostener.
Además, es importante mantener presente que un espacio ordenado repercute positivamente en nuestro desempeño, optimiza el tiempo y propicia una organización completa en los integrantes de la familia.
Con información proporcionada por Betterware[.]