Amamos comer alimentos frescos como recién cortados o traídos de una granja, sin embargo, en las grandes ciudades debemos encontrar una forma efectiva de preservarlos sin perder sus propiedades.
Para ayudarnos a mantener la frescura de nuestras frutas, vegetales guisados y carnes, Eastman Chemical Company nos da algunos consejos prácticos que podemos aplicar.
Conocer la temperatura de tu refrigerador es la clave porque sabrás dónde colocar cada tipo de comida para conservarla por más tiempo: la carne y el pescado al fondo en la parte más fría; los vegetales en los cajones indicados en el refrigerador y, los guisados, en la parte media, donde es menos frío.
- Si tienes trozos de manzana sobrantes, sumérgelos en agua de jengibre antes de ponerlos en un recipiente así no se oxidarán.
- Para mantener la frescura de las frutas delicadas como fresas y frambuesas, sumérgelos en agua con vinagre antes de secarlas bien y refrigerarlas.
- Zanahorias, apio y otras verduras crujientes pueden ser lavadas, partidas y puestas en contenedores con un poco de agua antes de guardarlas. Así podrás comerlas como snacks cuando quieras.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés), sugiere congelar la comida rápidamente para prevenir el crecimiento de bacterias ya que al alcanzar temperaturas bajas, se previene la multiplicación de bacterias.
Para guardar todo tipo de comida busca recipientes que sean duraderos y reciclables, además de que no retengan olores, sabores o manchas para que se conserven como nuevos por más tiempo.