Pese a que en México los índices de sobrepeso y obesidad colocan al país entre los primeros lugares a nivel mundial, 20% de los hogares padecen carencia alimentaria lo que afecta a casi el 15% de niñas y niños menores de 5 años que viven en situación vulnerable.
Las recientes Encuestas Nacionales de Salud y Nutrición (ENSANUT 2018-19) muestran que, a pesar de los esfuerzos, la mala nutrición en niños, niñas y adolescentes no ha podido controlarse, convirtiéndolo en un problema de salud pública.
Por eso es de vital importancia recordar la necesidad de incentivar desde temprana edad la calidad de una buena alimentación y sus beneficios, pues de no atender este aspecto se generarían otros problemas de salud de la misma o mayor magnitud como es el caso de la anemia.
La anemia es el resultado de una deficiencia en los niveles de glóbulos rojos o glóbulos rojos disfuncionales en el cuerpo, lo que provoca una reducción en el flujo de oxígeno a los órganos. Esta enfermedad puede causar cansancio y debilitamiento.
De hecho, a nivel mundial las mujeres y los niños son los más afectados por esta enfermedad ya que aproximadamente 818 millones de mujeres embarazadas, mujeres no embarazadas y niños pequeños lo padecen.
“Actualmente la anemia afecta a más del 30% de la población femenina a nivel mundial, ubicándose como uno de los principales contribuyentes del 20% de las muertes maternas.
Aunque existen numerosas clasificaciones de la anemia en las mujeres, el factor que más contribuye al desarrollo de la anemia es la carencia de hierro. Es decir, el trastorno nutricional más prevalente en el mundo”, confirmó Helida Silva, Gerente de Asuntos Médicos para Siemens Healthineers, Latinoamérica.
Por lo anterior, es fundamental una alimentación sana desde la primera infancia.
Es tarea de todos lograr que los alimentos sean balanceadas y ricos en nutrientes como la vitamina B12, el ácido fólico y especialmente el hierro, ya que el 50% de los casos de anemia se deben a la falta de este componente.
Estudios aseguran que contar con una buena alimentación desde la infancia, reduce la posibilidad de padecer complicaciones de salud en la adultez.
En ese orden de ideas, se han identificado 5 síntomas a tener en cuenta, que en caso de tenerlos se recomienda visitar a su médico de confianza:
1. Sentirse débil o cansado más a menudo de lo habitual, o con el ejercicio.
2. Dolores de cabeza constantes.
3. Problemas de concentración o de pensamiento lógico.
4. Piel pálida y membranas mucosas.
5. Falta de apetito
Dado que la anemia suele detectarse durante los análisis de sangre rutinarios, las pruebas de diagnóstico de laboratorio desempeñan un papel integral en el cuidado a lo largo del tratamiento.