El infarto cerebral es una afección neurológica que se caracteriza por su aparición repentina, causando secuelas en la salud de la persona o, incluso, la muerte.
Hasta el 85% de las veces, una persona que sufre un derrame cerebral no siente dolor. Es por eso que no se percatan de los síntomas y quedan a merced de un ataque cerebral sin tiempo para reaccionar y pedir ayuda.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México se registran alrededor de 170 mil infartos cerebrales al año, siendo la primera causa de discapacidad en adultos mayores; además de ser la quinta causa de muerte en el país, hasta antes de la pandemia.
Datos de la American Heart Association indican que cerca de un tercio de todos los infartos cerebrales son fatales, y hasta el 60 por ciento de las personas que sobreviven a esta afección quedarán gravemente discapacitados.
Cada vez es más frecuente enterarnos de que alguna persona cercana, un ser querido o alguna figura pública como el periodista Jorge Berry, sufrió de alguna complicación o secuela en su salud, incluso la muerte, debido a alguna enfermedad vascular cerebral como la embolia, infarto o derrame cerebral.
El Dr. Daniel Sánchez Arreola, médico urgenciólogo refiere que “esta enfermedad es considerada uno de los principales problemas de salud pública no solamente en México, sino también a nivel mundial, y reconoció que cada vez es más frecuente tener un conocido, un familiar o enterarnos de alguien que ha tenido una hospitalización o lamentablemente falleció a causa de una enfermedad relacionada con el cerebro”.
En entrevista para Plenilunia, el doctor Sánchez Arreola, miembro de la mesa directiva de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia consideró que “muy probablemente la población no ha escuchado, como tal, el término de infarto cerebral, lo hemos escuchado comúnmente como embolia o derrame cerebral pero ambos tienen relación con la misma enfermedad, dijo”.
Existen dos tipos de enfermedad vascular cerebral
-Isquémica o infarto cerebral: ocurre cuando una arteria se obstruye produciendo interrupción o pérdida repentina del flujo sanguíneo cerebral (lo que coloquialmente se conoce como embolia cerebral). Es el tipo más común, puesto que corresponde al 80% de los casos aproximadamente.
-Hemorrágica: se presenta cuando un vaso sanguíneo se rompe, causando un sangrado dentro del cerebro.
El infarto cerebral sucede, explicó el especialista en urgencias médico-quirúrgicas, “cuando se tapa una arteria que lleva sangre al cerebro y es cuando se produce un infarto, es como lo que pasa en el corazón pero en esta ocasión está pasando en el cerebro”.
“Los que nos dedicamos a la medicina de urgencias”, acotó el doctor Sánchez Arreola, “estamos viendo pacientes todos los días en los hospitales, hoy hemos visto que es un grave problema porque la Organización Mundial de la Salud ha puesto los focos rojos en la mesa, tenemos un incremento cerca del 7 al 10% anual en los últimos 10 años de prevalencia por el infarto cerebral”.
Esta enfermedad multifactorial, se está presentando en población joven; antes prevalecía en personas de 65 años o más, sin embargo, reconoció el experto, hoy lo vemos con mayor frecuencia en pacientes cada vez más jóvenes.
Alertó que “si no hacemos nada para cambiar el curso de la enfermedad, para los siguientes 20 o 30 años prácticamente más del 60% de la población llegará a un hospital por un infarto cerebral”.
Los factores de riesgo para el infarto cerebral
En cuanto a los factores de riesgo que pueden desencadenar una enfermedad vascular cerebral, el doctor Sánchez Arreola fue claro en explicar que tiene múltiples causas, por ejemplo el incremento significativo de enfermedades crónicas como diabetes mellitus, triglicéridos y colesterol alto, obesidad o hipertensión, que 50% de la población presenta al menos una de ellas, y se potencializa con hábitos como el tabaquismo o consumo de alcohol”.
La hipertensión arterial es el factor de riesgo controlable más común del infarto cerebral. Tres de cada cuatro personas que tienen un primer infarto cerebral reportan presión arterial superior a 140/90 mm Hg , cuando la lectura normal sería cualquier presión arterial por debajo de 120/80 mm Hg y por encima de 90/60 mm Hg en un adulto. Uno de cada cuatro mexicanos padece hipertensión arterial, lo que pone de relieve la importancia de la prevención y atención de ésta.
Nadie está exento de sufrir un infarto cerebral
De tal manera que “el riesgo cerebral está latente tanto en hombres como en mujeres con dichos factores, aunque es más frecuente en las mujeres que en los hombres, una de cuatro y, en hombres, uno de cada seis, informó”.
Sánchez Arreola, quien también es miembro de la Federación Internacional de Sociedades de Medicina de Urgencias, detalló que “el impacto que puede llegar a sufrir una persona con infarto cerebral es tal, que se puede asemejar a la discapacidad que causa la enfermedad de Alzheimer como un tipo de demencia”.
Síntomas de alarma
El doctor Daniel Sánchez Arreola informó que ante este panorama, la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia, en conjunto con otras sociedades médicas como la Asociación Mexicana de Neurólogos Vasculares, han emprendido la difusión de la Estrategia CAMALEÓN, una campaña que tiene como objetivo salvar vidas de un infarto cerebral, a través del conocimiento de los síntomas.
Una manera fácil de recordar los signos de un infarto cerebral es a través del acrónimo CAMALEÓN
- CAra colgada
- Mano pesada
- LEngua trabada
- ÓN que indica ponerse en acciÓN y acudir rápidamente a los servicios de emergencias de un hospital cercano que pueda atender oportunamente la afección.
En el infarto cerebral en tiempo es oro
El doctor Sánchez Arreola destacó la ventana de oportunidad para actuar ante un infarto cerebral, “tenemos 4 horas y media en la que el paciente puede recibir el tratamiento trombolítico que deshaga el coágulo y reduzca tanto la discapacidad y evite otros gastos catastróficos para él y su familia y existan posibilidades de volver a regresar a una vida casi normal”, concluyó.
Actualmente, México cuenta con una red de hospitales públicos y privados capacitados para la atención del infarto cerebral. A través del 911 se puede solicitar información sobre las instancias más cercanas al paciente, con personal capacitado y con los recursos para atender la enfermedad.
Otra opción para conocer los hospitales más cercanos al paciente es a través del sitio web infartocerebral.lat, mismo que funciona en toda la república mexicana utilizando un sistema de GPS y detalla la dirección de cada uno de ellos [.]