Seguramente has escuchado sobre la manteca de karité (shea butter), pero no sabes exactamente qué es y para qué sirve. Se trata de un activo natural que se obtiene de las semillas del árbol del mismo nombre, el cual crece en África Occidental.
También conocido como oro africano, la manteca de karité tiene una textura muy similar a la mantequilla que en cuanto entra en contacto con la piel, se convierte en un aceite humectante y protector con una potente acción cicatrizante.
Con el paso de los años, este activo natural se ha convertido en uno de los favoritos de la belleza. ¿La razón? ¡Todos sus beneficios!
Humecta y regenera
Gracias a sus propiedades humectantes y antioxidantes, al usar este activo natural en productos como exfoliantes, lociones y cremas dentro de tu rutina diaria de skin care, notarás una gran mejora en la apariencia de la piel, por lo que puedes aplicarlo en todo el cuerpo.
Es humectante gracias al alto contenido de ácidos grasos, incluidos los ácidos linoleico, oleico, esteárico y palmítico y esta sensación puede durar horas. Además, al tener altos niveles de vitaminas A, D, E y F sentirás mejora en la elasticidad de tu piel.
Protege a la piel de agresiones externas
Tal como lo mencionamos anteriormente, al entrar en contacto con la piel la manteca de karité se convierte en un aceite transparente que proporciona protección extra a factores ambientales como el frío o el calor, evitando que nuestra piel se reseque o tenga lesiones por el sol y los rayos UV. Además, tiene propiedades antiinflamatorias.
Estimula el metabolismo celular
Las propiedades hidratantes y antioxidantes del karité trabajan juntas para ayudar a nuestra piel a generar nuevas células saludables. Cada día eliminamos hasta 40 mil células viejas, estas células se asientan en la parte superior.
Para poner un ejemplo ideal de metabolismo celular, basta decir que si exfolias dos veces a la semana tu cuerpo y el producto que utilices tiene manteca de karité en su composición le darás la oportunidad a tu piel de generar nuevas células con niveles más altos de hidratación gracias al equilibrio de humedad adecuado que obtendrás en la superficie de tu piel ayudando a la regeneración celular.
Es despigmentante
Existen diversos factores que pueden ocasionar que la piel se oscurezca en algunas zonas; desde manchas solares, manchas por la edad y manchas derivadas de alguna lesión en la piel provocada por la aparición de brotes.
Al utilizar productos que contienen la manteca de karité en su composición, ayudarás a que la hiperpigmentación disminuya de manera considerable.
No aumentará la grasa de tu piel
Este punto es especial para aquellos que tienen piel grasa. La manteca de karité contiene altos niveles de ácido linoleico y ácido oleico. Estos dos ácidos se equilibran entre sí. Eso significa que la manteca de karité es de fácil absorción, por lo que tu piel lucirá humectada más no grasosa tras utilizarla.
Ayuda a prevenir puntos negros e imperfecciones
La manteca de karité es rica en diferentes tipos de ácidos grasos. Esta composición única ayuda a limpiar la piel del exceso de grasa (sebo).
Al mismo tiempo, la manteca de karité le devuelve la humedad a la piel y la fija en la epidermis con el objetivo de que tu piel no se seque ni se sienta reseca.
El resultado de utilizar líneas skin care especializadas en pieles grasas que cuenten con productos que contengan karité, es una restauración del equilibrio natural de aceites en la piel, lo que puede ayudar a detener el acné antes de que comience.
Ahora que conoces todos los beneficios de la manteca de karité, los expertos de ASH Natural nos recuerdan que una exfoliación regular te ayudará a disminuir la aparición de brotes y lograr una piel radiante.