El olfato como medio de excitación sexual está muy devaluado, pero esto ocurre en países donde los aromas se han tratado de eliminar a tal punto que ya no se recurre a ellos ni para el encuentro sexual.
“Cada uno de nosotros tiene un olor que es tan personal como las huellas digitales, esto tiene mucho que ver ver con la atracción que despierta. Se sabe que el 71 por ciento de los hombres y las mujeres califican al olor como un poderoso estimulante sexual”, explica Fernando Chávez Arredondo, profesor de tiempo completo de la Universidad Pedagógica Nacional, quien dedica sus investigaciones a la educación sensorial, sexualidad y danzaterapia.
“Casi un tercio de las mujeres consideran que los hombres excitantes tienen un olor más fuerte que los otros, y más de la mitad asocian el erotismo con un aroma de almizcle, sustancia que se emplea como fijador en una gran variedad de perfumes y colonias”.
Ya es conocido que la mujeres tenemos un sentido del olfato mucho más desarrollado que el hombre -explica Fernando Chávez-, podemos percibir un leve olor a sudor a un metro de distancia y somos más sensibles a la exaltolida, compuesto comparable al almizcle sexual del varón. Durante la ovulación su sentido del olfato se agudiza todavía más.
Unas glándulas localizadas alrededor de los genitales y en las axilas, producen el olor a almizcle en los seres humanos. Otras partes del cuerpo provistas de glándulas sebáceas y sudoríparas son el cuero cabelludo, los pies, el ano y la boca.
“En el hombre se presentan olores con mayor intensidad en la piel del pene, el escroto, el prepucio, y especialmente el esperma. En la mujer, el “monte de venus”, la parte interna y superior de los muslos y el vestíbulo vaginal, son los puntos clave de las emanaciones olorosas.
Aunque percibir el olor del compañero no basta para entrar en estado de intensa apetencia sexual, sí forma parte importante de la experiencia erótica. Como dice Schnarch ‘somos una sociedad tan antiséptica que tratamos de eliminar todos los olores del cuerpo, no damos a los aromas naturales la oportunidad de cumplir con su función’. Los malos olores, desde luego, enfrían al amante más fogoso. Lo ideal es combinar la limpieza con los aromas naturales del cuerpo del otro”, finaliza Fernando Chávez.