Cuando el bebé empieza a comer alimentos sólidos es recomendable incluirlos de manera gradual y progresiva, incorporando los alimentos del plato del bien comer.
Al principio, el bebé se alimenta de leche materna o sustituto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que se alimente al bebé como mínimo hasta los 6 meses, algunos pediatras sugieren que hasta el año y/o dos años de vida.
Para saber la edad promedio en que se debe nutrir al bebé con alimentos diferentes a la leche, Sandra de la Peña, especialista en nutrición pediátrica, señala que la ablactación “es el inicio de la ingesta de alimentos diferentes a la leche materna o fórmula”, etapa que comienza a partir del sexto mes de vida.
Proporcionar una sana nutrición promueve el crecimiento y desarrollo del bebé, de igual manera aprende buenos hábitos de alimentación para evitar el riesgo de enfermedades como: alergias, obesidad, desnutrición e hipertensión arterial por cambios metabólicos y endocrinos, entre otros.
De acuerdo con la nutrióloga De la Peña, la ablactación debe ser gradual y progresiva, incorporando los alimentos del plato del buen comer:
–A los 6 meses, elaboración de purés con: pera, manzana, durazno, plátano, papaya, mango, ciruela, calabacita, chayote, zanahoria, chícharo, arroz, avena, maíz, papa, camote.
–De los 6 a 7 meses, esta edad es adecuada para aumentar la consistencia de los alimentos y así comenzar a prepararlos cocidos y licuados, principalmente leguminosas: frijol, haba, lenteja; carnes: pollo, pavo, ternera, res; frutas y verduras; además de incluir yema de huevo y tortilla.
–De los 8 a 12 meses, se sugiere alimentar al bebé con derivados de trigo: pan, galletas, picados y en trocitos.
–A los 12 meses, el niño ya se puede incorporar a la dieta familiar, consumiendo huevo entero, pescado, fresas, moras, kiwi, mariscos, chocolate, condimentos y aditivos, chile, leche entera, oleaginosas (cacahuate, nuez, almendra, pistache).
Se recomienda que las verduras se cuezan una vez que el agua esté en ebullición, para evitar la pérdida de vitaminas hidrosolubles.
Cuando los bebés empiezan a consumir estos alimentos inicia el desarrollo de control y destreza con los labios y dedos, pues están emprendiendo el camino por comer ellos solos, para lo cual debemos ayudarlos en la coordinación mano – boca.
“El proceso de ablactación es una experiencia muy importante para los padres, sin embargo, hay que proveerlos de accesorios adecuados que faciliten y ayuden a desarrollar sus destrezas en mano y dedos, así como también sus habilidades orales”, explica Sandra de la Peña.
Por eso Pigeon, diseñó el plato de alimentación con cuchara, único diseño que facilita moler y preparar la comida, que además permite llevar la comida de un lugar a otro sin peligro de derrame.
Asimismo, la especialista sugiere que es conveniente que los utensilios que se usen para alimentar a tu bebé cumplan con una buena higiene, y que sean exclusivos para la edad de ablactación, ya que el uso de cucharas para adultos aunque sean pequeñas, llega a lesionar las encías y paladar del niño.
Los horarios en las comidas son muy importantes para crear un buen hábito, éstos deben satisfacer las necesidades del niño, de tal manera a partir de los 6 meses de edad se recomiendan tres comidas principales y dos colaciones entre cada una de estas, recordando que no deben pasar más de 4 horas entre el intervalo de cada una.
Lo que no se debe hacer
Varias son las recomendaciones que la Nutrióloga Sandra de la Peña sugiere, entre ellas:
-No castigar o premiar al niño agregando o restringiendo el consumo de alimentos, ya que esto favorece los malos hábitos de alimentación.
-Cuando el niño rechaza el biberón, la cuchara o escupe el alimento, es indicio de que está satisfecho. Los padres tienen la obligación de ofrecer los alimentos con calidad y el niño decide si los come y en qué cantidad.
-La aceptación de algún alimento nuevo sólo se conoce después de por lo menos tres o cinco intentos de ofrecérselo; si es rechazado nuevamente, se recomienda suspenderlo para ofrecerlo otra vez más adelante, igual o con otra presentación.
-Estimular el lavado de manos antes de comer y después de ir al baño.
-Las encías deben limpiarse con una gasa, con movimientos suaves para estimular la higiene bucal mientras no haya dientes, conforme aparezcan se promoverá el cepillado después de cada comida.
Para conocer qué alimentos NO se deben dar al bebé es muy importante acudir con el pediatra y con el nutriólogo, para satisfacer las dudas, llevando un adecuado control de peso y alimentación. Encuentra sugerencias sobre el cuidado del bebé en esta etapa en: www.pigeon.com.mx