La adolescencia es una etapa vulnerable para desarrollar trastornos alimenticios, debido a los cambios físicos y la presión social que se promueve para tener la figura ideal, informó la nutrióloga de la Clínica de Trastornos de Conducta Alimentaria del Hospital Infantil “Federico Gómez“, Vanesa Hernández Rosiles.
En entrevista, aseguró que por lo regular ese sector social presenta baja autoestima e insatisfacción corporal, lo que le genera conductas de riesgo como preocupación excesiva por engordar y obsesión por una figura estética.
Los trastornos alimenticios son un grupo de condiciones relacionadas con la distorsión de la imagen corporal, acompañadas de un comportamiento anormal en la forma de comer.
Asimismo, informó que cuando los jóvenes deben tomar decisiones clave en sus vidas, como elegir una carrera y comenzar estudios universitarios, se sienten obligados a buscar imágenes estereotipadas. El 70%, dijo, desea un cuerpo más delgado.
La especialista explicó que existen factores de riesgo que predisponen a los jóvenes a sufrir problemas de alimentación como:
- Herencia
- Personalidad
- Abuso físico
- Muerte de algún familiar o separación de los padres.
La especialista de la Clínica de Trastornos de Conducta Alimentaria mencionó que estos padecimientos se deben diagnosticar de forma temprana para aplicar un tratamiento multidisciplinario, con ayuda de nutriólogos y psiquiatras, que contribuya a la recuperación y control de la enfermedad.
Destacó que se debe sensibilizar a la población con el fin de evitar la presión cultural por estereotipos de belleza inalcanzables.
Finalmente, recomendó realizar 3 comidas al día y una colación, así como evitar los periodos de ayuno prolongados. “Un trastorno de conducta alimenticia puede ser fatal si no es tratado a tiempo”.