Alimentación nutritiva
El regreso a clases no sólo implica contar con el uniforme y los útiles escolares, sino con las condiciones para llevar una alimentación sana y nutritiva, un aspecto pocas veces apreciado en toda su dimensión por los padres de familia.
A lo más, los alumnos en el periodo de clases cuentan con un lunch o con dinero para adquirir alimentos o productos a la hora del recreo, los cuales en su mayoría son de alto contenido calórico o distan de un valor nutritivo indispensable.
De acuerdo a estudios de la Fundación Nacional de la Salud (Funsalud) sobre el sobrepeso y obesidad en niños mexicanos en edad escolar, esa condición se debe a que hay niños que tan sólo durante su estancia en la escuela, comen de cuatro a cinco veces.
Esto se debe a que los padres de familia o tutores no están al tanto de la calidad y cantidad de los alimentos que consume el escolapio, pues los niños con obesidad muchas veces desayunan dos veces, en su casa y en la escuela, pero también ingieren alimentos que compran antes de entrar a clase, llevan su almuerzo, compran más durante el recreo y también afuera de la escuela.
La mayoría de estos alimentos son de alto contenido calórico, es decir que tienen elevadas cantidades de azúcares o grasas, tales como refrescos o jugos envasados, productos panificados como donas o pastelitos en envolturas de celofán, además de frituras entre los que destacan papitas o totopos con altas cantidades de sal e irritantes como chiles en polvo.
Todos estos productos de muy baja calidad alimenticia, de acuerdo a los estudios divulgados por Funsalud, son difundidos en anuncios publicitarios durante todas las horas que estos niños destinan a ver la televisión en las tardes o la noche, y en las cuales siguen comiendo, pues “un niño que ve la tele y está comiendo, come de más”, advierten.
Parte del problema, de acuerdo a la Secretaría de Salud, radica en que hoy en día también trabaja la madre, de modo que la responsabilidad alimentaria de los niños se deposita o en terceros, o incluso en la televisión, comentó el secretario de la dependencia, José Angel Córdova Villalobos.
De hecho, las madres que trabajan, dan grandes porciones de comida a sus hijos debido a que presentan sentimientos de culpa y creen que con el hecho de darles esas porciones pagan esa culpa, dijo.
Estos niños obesos o con sobrepeso en edad escolar, realizan hasta ocho comidas al día o más, a lo que se suma el sedentarismo o la falta de actividad física o ejercicio, pues pasan más horas ante el televisor o la computadora, en lugar de practicar juegos que ejerciten su organismo, dijo.
“En la etapa escolar, el mundo de los niños se amplía junto con la oportunidad de comer fuera del ambiente familiar”, advierte por su parte la nutrióloga Claudia del Bosque Sánchez, del Grupo Hérdez.
De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud, tres de cada 10 niños en México presentan obesidad y seis de cada 10 sobrepeso. La obesidad es de las principales causas de diabetes, el factor número uno de muertes en México por enfermedades cardiovasculares.
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