Por Nut. Esther Schiffman Selechnik. Maestra en Nutrición Aplicada. Hacer ejercicio es una necesidad, ya que estar activos es la mejor medicina que podemos darle a nuestro organismo. Sin embargo, hacerlo sin tener una alimentación adecuada podría tener efectos negativos en la salud y provocar efectos contrarios a lo que se desea obtener al realizarlo.
Esto quiere decir que realizar ejercicio para aumentar la masa muscular sin ofrecer al organismo una cantidad adecuada de proteína en la dieta podría provocar justo una pérdida más acelerada de músculo.
Lo mismo ocurre en el tema de hacer ejercicio para relajarnos o disminuir el estrés, ya que si no consumimos una gran cantidad de antioxidantes potentes como los contenidos en las deliciosas peras (especialmente las variedades rojas como Anjou Roja, Starkrimson, Bartlett Roja, etc. por sus antocianinas), el ejercicio podría provocar más inflamación y estrés oxidativo el que tendríamos sin ejercitarnos. Por esta razón, consumir peras antes, durante y después del ejercicio será una gran estrategia para prevenir el daño celular en general.
Además, para cada etapa del ejercicio, las peras brindan beneficios claros:
Antes del ejercicio. La pera es una fruta rica en carbohidratos saludables que le brindan al deportista esa energía que necesita para realizar la actividad. Una pera mediana ofrece 25g de esos carbohidratos saludables que además son de fácil asimilación, por lo que resultan en una estrategia extraordinaria para mejorar la tolerancia al ejercicio.
Se ha demostrado que el consumo de 20g de carbohidratos permite prevenir hipoglucemias, mantener niveles elevados de oxidación de carbohidratos y aumentar la capacidad de resistencia del deportista por lo que comer una pera antes del entrenamiento sería una maravillosa alternativa para cualquier persona que quisiera tener un buen rendimiento deportivo.
Una de sus ventajas es que es una fruta rica en pectinas, un tipo de fibra soluble capaz de amortiguar los niveles de azúcar en sangre y dosificar la entrada de glucosa a las células, por lo que da el equilibrio perfecto entre energía y control que dará estabilidad al atleta durante una competencia.
Durante el ejercicio. La pera es rica en carbohidratos saludables, agua y potasio, que es justo lo que se necesita para que el organismo se mantenga funcionando durante el ejercicio.
El potasio es un electrolito que se pierde al sudar y que es necesario para una correcta contracción muscular; el agua será esencial para un correcto control de la temperatura corporal durante el ejercicio, y los carbohidratos, como ya mencionamos, serán ese combustible perfecto para aguantar todo el entrenamiento y competencia. Anímate a endulzar tu agua natural con puré o jugo de pera y verás cómo además de disfrutar su sabor, te sientes de maravilla.
Después del ejercicio. Por su alto contenido de carbohidratos saludables, agua, potasio y vitamina C, la pera es un alimento perfecto para la recuperación muscular al realizar algún deporte , pero es importante combinarla con alguna buena fuente de proteína, como el queso o el yogur griego, con el fin de reparar las fibras musculares y tejidos lastimados, ya que la proteína del queso y del yogurt será el material que se empleará para la reparación, mientras que el carbohidrato de la pera será el encargado de movilizar y acomodar dicho material.
El agua y el potasio serán una estrategia maravillosa para recuperar lo que se perdió con el sudor, y la vitamina C ayudará a disminuir la inflamación que se produce siempre al realizar algún tipo de actividad física prolongada o de alta intensidad.
Así es que no dudes en consumir una pera antes de ir al gimnasio, hidratarte con una bebida a base de jugo de pera y terminar con unas rebanadas de pera asadas untadas con crema de cacahuate o simplemente con una pera en rebanadas intercaladas con tu queso favorito.