Para asegurar una vida sana y retrasar o evitar la aparición de ciertas enfermedades es importante llevar una alimentación equilibrada.
En éstos tiempos en que todo se hace con prisa, que debido al trabajo, la familia, el tráfico y la excesiva carga de responsabilidades a veces falta tiempo para organizar adecuadamente nuestra alimentación. Terminamos comiendo en la calle y nos olvidamos que el excesivo consumo de productos de origen animal, grasas, colesterol, azúcar y sal, más el deficiente consumo de frutas, verduras y cereales integrales nos predispone a diversas enfermedades.
A estos factores suman otros excesos como el del alcohol, tabaco, tensión emocional, sedentarismo, etc., los cuales al interrelacionarse pueden favorecer o complicar enfermedades como la hipertensión, arteriosclerosis, úlcera, cálculos vesiculares o renales, obesidad, divertículos, gota, cirrosis hepática, enfermedades cerebro vasculares, colitis, cáncer de colon y recto, infartos, hemorroides, flebitis, varices, apendicitis, estreñimiento…
No podríamos decir que algún alimento en especial cause daño o enfermedad, como tampoco que algún alimento en lo específico cure. Las enfermedades dependen tanto de factores personales como hereditarios, lo que podemos asegurar es que el consumo de ciertos alimentos desequilibra a nuestro organismo, causando alteraciones metabólicas progresivas que a través del tiempo facilitan la enfermedad.
Algunos ejemplos de cómo ciertas enfermedades se vinculan con nuestra alimentación serían:
Arteriosclerosis: Alto consumo de grasas saturadas, colesterol y sal.
Cálculos Biliares: Excesivo consumo de colesterol y grasas e insuficiente consumo de fibra.
Cirrosis Hepática: Excesiva ingestión de alcohol.
Diabetes Mellitus: Excesivo consumo de carbohidratos y azúcares, alto consumo de colesterol y grasas saturadas.
Divertículos y Cáncer de colon: Insuficiente consumo de fibra y excesivo consumo de alimentos refinados y de origen animal.
Gastritis y Colitis: Irregularidades en el comer y excesivo consumo de alcohol, tabaco, grasas y condimentos.
Gota y Artritis: Excesivo consumo de productos ricos en purinas, proteínas de origen animal y alcohol.
Hipertensión: Abuso en el consumo de sal.
Obesidad: Abuso en el consumo de calorías.
Si puedes, consume 5 comidas más pequeñas al día en vez de 3.
He aquí algunos consejos útiles y sencillos para mantener una buena alimentación.
- Procura mantenerte en tu peso ideal, para ello debes llevar un plan de alimentación acorde a tus niveles de actividad física, estatura, edad, complexión, etc., considerando también tu estado de salud y tu predisposición familiar a diversas enfermedades.
- Incluye en el desayuno, comida y cena algún alimento de origen animal, suficientes frutas y verduras, además de leguminosas y panes o cereales preferentemente integrales.
- Evita el consumo excesivo de productos de origen animal, y más aún de los que tienen demasiada grasa. También los alimentos con alto contenido de sal o de azúcar, y los procesados o s que puedan contener demasiados conservadores.
- Si presentas problemas de salud específicos o tienes antecedentes familiares de enfermedades severas o riesgosas, si practicas deportes de manera extenuante o tienes dudas respecto a tu salud, si estás embarazada, si presentas bajo peso, sobrepeso u obesidad sería recomendable consultar con un médico especialista o con una nutrióloga que te orienten en cuanto a tu salud y tu alimentación. Recuerda que no es conveniente automedicarte o recurrir a soluciones engañosas o mágicas.
Lo más importante que tenemos es nuestra salud…. y debemos cuidarla.