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¿Será verdad que debido a las diferencias biológicas y a los requerimientos nutricionales de hombres y mujeres, nuestra alimentación debería ser distinta?
Algo evidente, es que nuestro cuerpo es distinto, necesitamos cosas diferentes debido al tamaño de nuestro cuerpo y a funciones vitales como la menstruación. Según Francesc Fossas en su libro Qué comer. Consejos y curiosidades de la nutrición, “la mujer precisa un aporte energético menor que el hombre (unas 700 calorías menos). Por otro lado, y si bien la recomendación de proteínas es igual para ambos sexos cuando se expresa en relación al peso (1g/kg/día en la práctica), la cantidad total acaba siendo inferior por su menor peso”.
Según este texto parece que una de las diferencias es que las mujeres acumulamos más grasa en las caderas, glúteos y senos; además de menor cantidad de masa muscular, “lo que implica una velocidad metabólica menor que se traduce una sensación de frío más acusada y una mayor facilidad para ganar peso”.
Pero, ¿a qué debemos poner atención las mujeres en nuestra alimentación?
- Calcio. Presente en los productos lácteos, algas. La recomendación en mujeres es de 1000 mg por día.
- Hierro. Está en cereales integrales, carnes, mariscos, frutos secos, tofu. Durante el embarazo se recomienda 30 mg/día, normalmente el consumo recomendado es de 15mg/día.
- Ácido fólico. Se obtiene del consumo de legumbres, frutos secos, verduras de hoja verde y granos . En el embarazo debe ser de 400 mg mcg/día frente a 180 mcg/día.
“La toma de anticonceptivos orales puede aumentar las necesidades de vitaminas, muy especialmente la A, la B6 (piridoxina) y la B9 (ácido fólico)”.
Cada etapa de nuestra vida trae necesidades alimentarias distintas, así que a ponerle atención a lo que comemos, pues como se sabe, “somos lo que comemos”.