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Durante la menopausia, el cuerpo femenino atraviesa cambios hormonales que afectan el metabolismo, los huesos y el peso. La nutrióloga Mary Carmen Mondragón, directora de nutrición en Grupo Lala, explica por qué la leche y los lácteos son aliados indispensables para la salud en esta etapa.
La menopausia es una etapa de profundos cambios hormonales que transforman el metabolismo femenino. “No se trata solo de dejar de menstruar; es un suceso metabólico que impacta en múltiples órganos y sistemas del cuerpo”, explica Mary Carmen Mondragón, directora de Nutrición en Grupo Lala y nutrióloga egresada de la Universidad Iberoamericana.

La especialista subraya que los estrógenos y la progesterona no solo regulan la fertilidad, sino que participan en funciones tan relevantes como el control de la glucosa, el equilibrio emocional, la masa muscular y la salud ósea. Con su disminución, las mujeres pueden experimentar cambios en el apetito, aumento de grasa abdominal, pérdida de masa muscular y mayor riesgo de osteoporosis.
El papel del calcio y la proteína en esta etapa
Ante estos cambios, la alimentación se convierte en una herramienta fundamental para cuidar la salud. Mary Carmen Mondragón enfatiza que el consumo de leche y lácteos tres veces al día puede marcar una diferencia.
“El calcio más biodisponible proviene de la leche, el yogur y el queso, porque se absorbe más rápido y llega directamente a los huesos”, señala. Además, la especialista recomienda optar por productos enriquecidos con calcio y proteína, como Lala 100, una leche ultrafiltrada que aporta 44% del requerimiento diario de calcio y 13.5 gramos de proteína por vaso.

El equilibrio entre proteína animal y vegetal también es esencial para mantener la masa muscular. “Si perdemos músculo, perdemos fuerza y movilidad. La proteína de los lácteos es de alta calidad y ayuda a conservarlo, sobre todo cuando se combina con ejercicio de fuerza”, agrega.
Desmitificando la relación entre leche y aumento de peso
Uno de los mitos más comunes durante la menopausia es que la leche “engorda”. Sin embargo, Mary Carmen Mondragón aclara que no existe evidencia científica que relacione el consumo de lácteos con el aumento de peso.
“La leche tiene un efecto neutral sobre el peso y aporta saciedad gracias a su contenido de proteína. No es un alimento para bajar de peso, pero sí ayuda a mantenerlo estable”, afirma. Además, la grasa de la leche contiene vitaminas A y D, fundamentales para la salud ósea, el sistema inmune y la salud emocional durante esta etapa.
Leche y lácteos: aliados contra la osteoporosis
El calcio y la vitamina D presentes en los lácteos son determinantes para prevenir la osteoporosis, una condición que debilita los huesos al perder más calcio del que se repone. “Los huesos necesitan calcio, pero también estímulo. Por eso el ejercicio de fuerza es tan importante: le ‘dice’ al hueso que se fortalezca”, indica la experta.
La absorción del calcio lácteo es superior a la de otras fuentes vegetales, como las espinacas, lo que convierte a los lácteos en alimentos clave para el cuidado del esqueleto femenino.

Reaprender a nutrirse en la menopausia
Mary Carmen Mondragón concluye con un mensaje contundente:
“La menopausia no debe verse con pena ni resignación. Es una oportunidad para reconectar con el cuerpo y cuidarlo desde la conciencia. Acudir al médico y al nutriólogo es clave para adaptar la alimentación a esta nueva etapa, donde la leche y los lácteos juegan un papel esencial para mantener fuerza, salud y bienestar”.

La nutrición en la menopausia no se trata solo de contar calorías, sino de elegir alimentos que fortalezcan huesos, músculos y mente. En este camino, la leche y los lácteos se consolidan como aliados indispensables para acompañar con energía y equilibrio una de las etapas más transformadoras en la vida de las mujeres.






