Los antojos vienen en todas las variedades y sabores, desde querer algo salado en la noche o sentir un hueco en el estómago, hasta pensar intempestivamente en nuestro postre favorito. Los antojos pueden ser una sensación poderosa, pero ¿cuál es su causa? y ¿qué intenta decirnos nuestro cuerpo por medio de ellos?
Teorías principales
De acuerdo a información proporcionada por USANA, existen dos teorías principales:
- Factores psicológicos, vinculados a emociones como ansiedad, estrés, etc.
- Factores fisiológicos, relacionados con carencia de nutrientes, vitaminas y minerales.
Los antojos pueden ser provocados por información sensorial (imágenes, olores y sabores) u otros factores como la ansiedad y el estrés, lo que está ligado a nuestras emociones. Por ejemplo, puedes asociar “la pasta” con buenos recuerdos, por lo que es posible que tengas este antojo cuando tu subconsciente quiera evocar o volver a vivir esas emociones.
Por otro lado, una dieta desequilibrada o deficiente en nutrientes puede provocar antojos, ya que posibilita que se afecte la capacidad del cuerpo de sentirse lleno y satisfecho. Cuando no sentimos la suficiente saciedad después de una comida, se abre un espacio para que los antojos se hagan presentes.
Dopamina
Algunos estudios relacionan las sustancias químicas liberadas en el cerebro cuando se ingieren ciertos alimentos, con aquéllas liberadas en presencia de una droga adictiva: nos referimos a la dopamina.
La dopamina desempeña una función directa en la forma en que te desplazas, aprendes y digieres la información, y también los alimentos. Incluso, también desempeña una función clave en las adicciones a la comida y los antojos. La dopamina incrementa la estimulación de los centros del placer del cerebro, de tal forma que este se enfoca en provocar la misma reacción una y otra vez.
Por ello, el cerebro ansía esas experiencias agradables y gratificantes que le otorgan los alimentos. Comer cuando no tienes hambre puede sonar extraño, pero es increíblemente común, puede convertirse en la opción más fácil cuando estás estresado o emocionado, porque te puede resultar reconfortante. Sin embargo, comer por emoción puede llevarte al exceso, y provocar sentimientos negativos o interponerse en el camino de tus objetivos de hábitos saludables.
Consejos para satisfacer tus antojos de manera saludable
Una de las estrategias más comunes para manejar la alimentación emocional es llevar un diario de alimentos donde registres qué comes, cuándo, y cómo se sienten tu mente y tu cuerpo en ese momento, de esta forma podrás reconocer patrones relacionados con los antojos y el hambre.
Una vez que hayas identificado la causa de tus antojos, puedes comenzar a trabajar en soluciones:
- Incluye frutas, verduras y colaciones ricas en nutrientes en tu rutina diaria. Las colaciones saludables están subestimadas. Desde barras energéticas, hasta un puñado de nueces o algunas zanahorias te dejarán satisfecho y lleno de energía. No olvides consultar cuáles son las mejores para ti con un especialista de la salud.
- Si quieres un dulce, inclínate por los azúcares naturales (fruta).
- Si buscas algo más llenador, planea una comida completa rica en fibra, que también te provea de proteínas.
- Muévete. Estar al aire libre y moverse puede ayudar a tu cuerpo a producir endorfinas que controlan el estrés y que te permitirán sentirte más relajado.
- Masca chicle. Si sueles comer por aburrimiento, esta puede ser una solución: Mascar chicle le da a la boca algo que hacer, y si bien podría parecer algo insignificante, puede ayudar a evitar los antojos durante momentos del día.
Recuerda ser generoso contigo mismo en cuanto a la tarea de conocer lo que te dice tu cuerpo mediante los antojos. La autorreflexión, autoconciencia y autocompasión son claves. Una bola de helado (¡o tres!) de vez en cuando no es algo tan grave, siempre y cuando puedas identificar el origen del antojo, y empezar de nuevo mañana con tus hábitos saludables.
Con información de USANA: https://askthescientists.com/es/food-cravings/
