Al abrir el Segundo Congreso Nacional del Amaranto, el pasado 10 ed febrero de 2017 en el Palacio Legislativo de San Lázaro, la diputada Margarita Cuata Domínguez indicó que este producto nacional ayudaría a atender, además, a los 28 millones de mexicanos que, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Desarrollo Social, padecen inseguridad alimentaria. Afirmó que el consumo del amaranto es la opción más viable en la nutrición, por lo que propuso impulsar su producción y difundir sus ventajas en la dieta de la población.
[media-credit name=»Aberheide | Andreas Berheide» align=»aligncenter» width=»562″][/media-credit]Destacó que el 70% de mexicanos tiene obesidad y/o sobrepeso, de los cuales la tercera parte son niños. “En el 2014 fallecieron 121 mil mexicanos a causa de hipertensión, infarto y otras enfermedades cardiovasculares, lo que se suma a las 96 mil víctimas de diabetes en el mismo año”, sostuvo.
Explicó que “en este congreso se conocerán las propiedades y la cadena de valor de este producto natural, con datos e información real, para dar propuestas concretas y posicionar al amaranto en la justa dimensión y sin perder de vista su valor como un bien biocultural”.
En el evento, inaugurado por el diputado Virgilio Caballero Pedraza, se brinda información nutricional y sobre sus ventajas productivas, así como del impulso económico que puede generar la producción del amaranto y su comercialización en diferentes entidades del país.
Durante su ponencia, la coordinadora del Sistema Oasis de Atención a la Alimentación y la Salud, Julieta Ponce Sánchez, declaró que el amaranto debe ser protegido como un cultivo y alimento estratégico, ya que puede ayudar a construir un nuevo modelo de nación con soberanía, productividad y bien nutrido.
Con este alimento, abundó, se puede enfrentar un escenario donde 3 de cada 10 escolares en México de entre 5 y 11 años tienen sobrepeso u obesidad, fenómeno que se ha incrementado en adolescentes, mientras que en adultos la tasa alcanza el 72.5%.
“1 de cada 5 escolares consume verdura, menos de la mitad consume fruta, y tan sólo 6 de cada 10 consume leguminosas; además, el 81.5% consume refrescos o bebidas azucaradas, el 61.9% botanas fritas, postres o pastelillos y más de la mitad cereales endulzados”.
Subrayó que la alimentación saludable ha sido suplida por productos que no sólo son chatarra, sino que hacen daño a la salud, por lo cual “el amaranto debe entrar a sustituir y frenar el consumo de esos productos”.
El 25% de la población mexicana padece hipertensión, y de esa proporción el 40% lo desconoce; sólo 6 de cada 10 con esta enfermedad está bajo control.
Destacó que el sobrepeso y obesidad aumentaron 8.2% en áreas rurales entre 2012 y 2016. “Aunque no se percibieron incrementos considerables en las zonas metropolitanas, hemos descuidado las rurales”, aceptó.
En su participación, el rector de la Universidad Autónoma Chapingo, José Sergio Barrales Domínguez, indicó que la seguridad alimentaria en México está cubierta, pero no debe confundirse con soberanía, la cual no está garantizada. “Para tener soberanía es necesario fortalecer a la agricultura nacional y considerarla como una fuente de alimentos y no como generadora de ingresos”, aclaró.
Lamentablemente, reconoció, el amaranto “es un producto que en ocasiones no lo quieren ni regalado, ya que no hay una cultura sobre su consumo”. Agregó que los productores deben ser más apoyados y valorados por el volumen de sus producciones, y pidió que los recursos que reciban del gobierno sean correctamente aplicados.
El director de Economía Social de Puente a la Salud Comunitaria A.C, Oaxaca, Mauricio del Villar Zamacona, indicó que la alimentación a nivel mundial aún tiene sus bases en los pequeños productores y en México, por ejemplo, el 40% de la producción alimentaria recae en ellos.
Explicó que el amaranto en México lo producen, precisamente, pequeños grupos y su consumo no es muy relevante. Para incluirlo en la dieta regular de los mexicanos, se deben generar más puntos de venta, pero sobre todo reconocer que sus propiedades son superiores a las de cualquier comida chatarra, recomendó.
Precisó que se tienen que realizar campañas a nivel estatal y crear incentivos para la transformación de productos que contengan este grano nacional, y apoyar a pequeños productores, así como realizar ferias en donde se promocione el producto.
Del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, Norma Vázquez Mata destacó el gran contenido de proteína del amaranto, el cual es muy superior comparado con el arroz, maíz y trigo. “Sin duda, es un producto que complementa una alimentación balanceada, ya que representa una fuente importante de energía por su composición química”.
Finalmente, el representante del Sistema Producto Amaranto del Distrito Federal A.C, Uriel Molotla Molotla, afirmó que ese grano es peculiarmente especial por sus propiedades alimenticias. “Tendría que ser parte de la dieta diaria en las familias mexicanas. Contiene grandes cantidades de proteínas, por lo que lo hace un producto muy recomendable para cualquier persona”.