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¿Cómo salir adelante de las situaciones difíciles?

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“La locura es intentar las mismas cosas una y otra vez, esperando resultados distintos”

–Albert Einstein.

Cada uno de nosotros, sin duda, hemos estado más de una vez ante situaciones estresantes y/o difíciles de resolver, y lo más probable es que en alguna ocasión hemos dudado si podremos o no salir de ella y superarla. Esto ocurre cuando el problema que tenemos enfrente parece demasiado grande, complicado y abrumador, y sentimos que rebasa nuestra capacidad para resolverla, lo cual nos puede hacer sentir angustiados, derrotados, enojados y hasta vacíos.

Las situaciones que menciono pueden ser muy variadas: Terminar una relación de pareja, enfrentarse a la crisis económica, sufrir la muerte de un ser querido, discutir con los padres, los hijos o la pareja, vivir un desastre natural, entre muchas otras. Por otro lado, existen otro tipo de circunstancias, positivas en apariencia, que también nos harán sentir abrumados y estresados, como tener un hijo o ascender en el trabajo.

También es posible que no sea un sólo evento importante el que ocurra sino una combinación de varios, que en su conjunto, nos rebasen y nos parezcan imposibles de afrontar. Lo que unas y otras tienen en común es la sensación de que son demasiado complicadas, demasiado graves o demasiado añejas y, sobre todo, de que seremos incapaces de lidiar con ellas y “no morir en el intento”.

Este tema me hizo pensar sobre un antiguo cuento popular. La historia habla de un Rey que posee un anillo muy valioso y desea escribir en él un mensaje que lo ayude en tiempos de desesperación. Después de consultar a sabios y eruditos, quienes no pudieron con el encargo, uno de sus sirvientes más antiguos le da el mensaje que busca con la condición de que no lo lea hasta que se encuentre en un momento verdaderamente difícil. Poco tiempo después ese momento llega, el Rey lee el mensaje que dice “Esto también pasará”. Efectivamente, esta inscripción ayudó al rey a sentir paz y a poder afrontar a sus enemigos. En ese instante, el viejo sirviente le pidió que también ahora, en una situación victoriosa y satisfactoria, era adecuado leer el mensaje del anillo: “Esto también pasará”.

En pocas palabras, esta historia nos quiere decir que “no hay mal que dure mil años”. Suena fácil… Sin embargo, creo que vale la pena pensar sobre el por qué se nos hace tan difícil salir adelante, cambiar la situación en la que estamos, sentirnos distintos; en otras palabras, qué es lo que nos mantiene en esta situación y qué nos impide movernos de ahí.

Muchas veces adjudicamos esta falta de posibilidades a causas puramente externas, es decir a la gente que nos rodea, a una situación en concreto…; esto no hace más que confirmar nuestra teoría de que “no hay nada que yo pueda hacer”. No obstante, con esto evitamos pensar en los factores internos que también están involucrados. Por ejemplo: Culpo de mi soledad a mi pareja que me dejó, pero no tomo en cuenta que tal vez permanezco solo o sola por miedo a fracasar de nuevo. En este ejemplo pretendo mostrar cómo, ante este tipo de situaciones, una parte de mí quiere cambiar, mejorar (encontrar pareja, por ejemplo), mientras que otra parte de mí mismo se resiste, se aferra a mantenerse igual y prefiere “malo conocido, que bueno por conocer”.

Otra de las causas que nos impiden salir adelante es haber vivido con estas circunstancias difíciles durante mucho tiempo, quizás durante “toda la vida”; por lo tanto sentimos que “así es”, que “así soy”, que “así son las cosas”. Por otro lado, al mismo tiempo puede existir la creencia de no merecer o no poder aspirar a nada mejor. Estos son sólo algunos de los motivos que pueden estar interactuando y, por supuesto, pueden existir muchas más.

Pero, ¿cómo salir adelante? Una manera de hacerlo sería buscando ayuda; tanto de una persona cercana como de un profesional. Por ejemplo, cuando una persona siente una presión muy grande o una tristeza muy profunda, acudir a un espacio de terapia emocional puede ser muy útil. Esto probablemente contribuya no sólo a resolver un problema, sino también a analizar los factores tanto externos como internos que nos han llevado a estar en esa situación y a permanecer en ella.

Miedos más frecuentes y cómo eliminarlos

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¿Cuáles son los miedos más frecuentes?

El miedo lo podemos experimentar a lo largo de todas nuestras vidas y dependerá de la etapa que estemos atravesando cada quien, de los desafíos que tengamos en ese momento del desarrollo y de cómo respondamos ante tales eventos. Existen tantos miedos como personas, ya que el miedo se vive de manera diferente por cada uno de nosotros, sin embargo podemos identificar los siguientes como los miedos más comunes: El miedo a la oscuridad, a tener un accidente, a que suceda un acontecimiento natural peligroso (sismos etc.), a perder a un ser querido, a las alturas, etc…

Cabe destacar que también los miedos responden al momento histórico y cultural que se vive en cada sociedad. Así, podemos destacar que en nuestro país tendríamos más miedo al secuestro o a un asalto, que en países europeos donde pueden tener más temor a un conflicto bélico.

¿Qué podemos hacer ante el miedo?

Como hemos visto, todos somos susceptibles de experimentar miedo en algún momento de nuestras vidas, así que lo más importante es detectar la existencia de un miedo que se haya convertido en un obstáculo para realizar nuestras actividades diarias. Si es así, tenemos que identificar en qué momento comenzó a experimentarse y sobre todo ¿Cuál es la idea que tenemos de lo que nos podría pasar ante aquello que nos causa el miedo? y ¿cómo respondemos ante este miedo? Es decir, nos paralizamos, nos enojamos, lloramos, pedimos ayuda, etc.

Es importante analizar lo anterior con el apoyo de un proceso terapéutico adecuado, ya que precisamente una de las características del miedo es que no podemos enfrentarnos a aquello que nos da temor. Existen corrientes que nos ayudarán a enfrentar poco a poco nuestros miedos hasta que estos vayan disminuyendo y podamos retomar nuestra vida cotidiana sin complicaciones.

Otros procesos de terapia nos ayudarán a descubrir la raíz de nuestro miedo en nuestra historia personal, para así poder atacar las causas y condiciones en que se gestó y disminuir sus efectos nocivos en nuestra vida actual. En cualquier caso, lo más importante es acudir con un terapeuta capacitado para tratar este tipo de casos y no confrontar los miedos sin ayuda profesional, ya que puede generar consecuencias contraproducentes. Una vez que podemos comprender nuestros miedos estamos en mejor posición para hacerles frente. Citando a la física francesa Marie Curie “Dejamos de temer aquello que se ha aprendido a entender”.

Te recomendamos el artículo «¿Por qué sentimos miedo?»

¿Por qué sentimos miedo?

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¿Qué es el miedo?

“El miedo es un sufrimiento que produce la espera de un mal”

Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.

Muchos de nosotros hemos experimentado el miedo alguna vez en nuestra vida identificando, incluso, aquello que nos da temor y a lo que no podemos hacerle frente. Pero, ¿Qué es el miedo?, ¿Por qué lo sentimos y por qué se nos hace tan desagradable?, ¿Cómo podemos enfrentarlo? En este artículo revisaremos estas y otras preguntas relacionadas con el miedo, con la finalidad de poder identificar cuándo, cómo lo experimentamos y qué podemos hacer al respecto.

En términos generales, el miedo es un estado emocional negativo que se caracteriza por una sensación desagradable ligado a que se está o se puede estar en peligro. Es importante destacar que el miedo se experimenta cuando se tiene identificado aquello que nos provoca temor, y reaccionamos ante la simple idea de que algo “inquietante” pueda suceder. Por ejemplo: Cuando una persona teme viajar en avión, la sola idea de pensar que lo va a hacer le atemoriza.

Ahora bien, el miedo también constituye un mecanismo biológico que se desata como señal de alarma ante un peligro potencial y que contribuye al instinto de auto conservación. Por lo tanto, en algunas ocasiones el miedo nos lleva a actuar con cautela y precaución, lo cual es adaptativo. Si tenemos que cruzar una gran avenida, lo más seguro es que lo hagamos cuando estemos seguros de que no viene ningún automóvil, por miedo a ser atropellados, lo cual nos hace ser precavidos. Entonces, hay ocasiones en las que el miedo puede jugar un papel importante a nuestro favor, sin embargo ¿Qué sucede cuando el miedo empieza a ser un obstáculo en nuestras vidas? Cuando el miedo comienza a ser un factor que impide que llevemos a cabo nuestras actividades de manera normal es cuando se convierte en un malestar que debe ser tratado.

¿De dónde viene el miedo?

Los miedos están asociados al momento de desarrollo que estemos atravesando y se caracteriza por tres condiciones: a) la posibilidad de que un factor externo genere peligro, b) la posibilidad de que la persona se encuentre o que por sí misma se ponga en la situación de peligro, c) la manera en la que internamente se viven los acontecimientos anteriores. Ejemplifiquemos de manera general lo anterior para ver cómo se relacionan estos puntos con la etapa de desarrollo en que se presenta el miedo.

La posibilidad de que un factor externo genere peligro.
El miedo se empieza a gestar cuando nos damos cuenta de que puede haber algo que nos ponga en peligro. Pensemos que un niño pequeño teme a la oscuridad porque piensa que algo le puede pasar cuando se encuentra en un cuarto obscuro. Un adolescente, puede tener miedo de enfrentarse ante un importante examen porque siente que algo puede salir mal. Y un adulto puede temer, a hablar en público por las consecuencias que puede generar. En estos casos, vemos que en un primer momento se ha identificado una situación que puede ser potencialmente amenazante.

La posibilidad de que la persona se encuentre o que por sí misma se ponga en la situación de peligro

Una vez que se ha identificado que algo pude llegar a ser dañino, el siguiente paso es la posibilidad de encontrarse ante tal situación. Siguiendo con los ejemplos anteriores, el niño que teme a la oscuridad evitará entrar a su cuarto con la luz apagada o sentirá temor ante la posibilidad de que se vaya la luz en su casa. El adolescente que teme presentar un examen sentirá este malestar cada vez que tenga que realizar una prueba en la escuela y tratará de evitarlo. El adulto que teme hablar en público difícilmente dará su opinión ante un grupo de personas y buscará, más bien, pasar desapercibido. En estos casos se tratará de evitar estar o ponerse en situación de peligro.

La manera en la que internamente se viven los acontecimientos anteriores

Éste es, quizás, el punto más importante porque explorarlo nos permitirá llegar a la raíz del miedo, es decir al momento en el que se gestó y cuáles son las consecuencias que puede haber. No es lo mismo el niño que teme a la oscuridad porque siente que puede ver un monstruo, al que teme a la oscuridad porque siente que se puede hacer daño físicamente o al que teme que en la oscuridad no estarán sus padres. Es diferente el joven al que le da temor presentar un examen porque piensa que puede reprobar y tener dificultades en casa, al que siente que un examen lo pone a prueba en frente de su grupo, o al que le da miedo porque teme al profesor. Si un adulto no puede hablar en público será, quizás, porque piense que se burlarán de él, o porque siempre que lo ha hecho se queda sin habla.

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Cuidado con la acupuntura

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Las infecciones microbacterianas trasmisibles por acupuntura han sido catalogadas entre los nuevos síndromes de la vida moderna, que de acuerdo a índices recientes, entre 5 y 10% son males que acaban como fallas multiorgánicas y parálisis en el paciente.

Una infección en específico a la que se le conoce como “microbiosis por acupuntura”, es la que causa estas afecciones de la que se han detectado 50 casos en el mundo, y con todo, no es el mayor riesgo que pueden ocasionar las agujas de acupuntura.

Al igual que las agujas utilizadas para perforar piercings o para hacer tatuajes, cuando no se esterilizan y de manera irresponsable se dejan reposado en agua o alcohol, es cada vez más frecuente que se transmitan virus como los de hepatitis B y C.

No obstante que en una editorial reciente de la prestigiada publicación British Medical Journal, se afirma que mediante agujas, hisopos de algodón y toallas contaminadas en consultorios de acupuntura se han detectado hasta infecciones de VIH, hepatólogos y acupunturistas mexicanos señalan que dicho virus sólo es transmisible si tiene contacto con la sangre, además de que el virus no sobrevive ni en agua ni alcohol.

Patrick Woo, profesor de microbiología de la Universidad de Hong Kong, quien dirigió la investigación publicada el mes pasado en el British Medical Journal, dijo que para prevenir esta vía de infecciones, se requiere implantar medidas obligatorias como el uso de agujas desechables, así como procedimientos de desinfección de la piel y medidas asépticas.

Explicó que la microbiosis por acupuntura se ha detectado en pacientes que recibieron terapia con agujas que penetran varios centímetros debajo de la piel, que se llegan a utilizar en tratamientos contra la obesidad, constipación y artritis, entre otros padecimientos.

En caso de que hubieran quedado residuos de sangre en estas agujas, tal como sucede con las agujas utilizadas por heroinómanos, entonces si es factible la transmisión de VIH, que al igual que el de la hepatitis B y C son virus de una gran mutación, afirmó por su parte la Dra. Margarita Dehesa, jefa de Gastroenterología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS.

La microbiosis por acupuntura es provocada por una microbacteria que crece alrededor del punto de inserción debido al uso de quipo contaminado, y aunque hay un gran periodo de incubación, produce grandes abscesos y úlceras.

No obstante que la mayoría de los pacientes con esta infección se recuperaron de infecciones bacterianas, entre 5 y 10% de los casos reportados, acabaron con problemas serios de salud, como destrucción de articulaciones, fallas mul

Infidelidad

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El adulterio es un fenómeno presente en todas las sociedades, sin embargo, hoy en día es más frecuente, conforme a estadísticas que hablan de que 15% de las esposas y 25% los esposos han tenido o sostienen una relación extramarital.

Sin embargo, cuando se trata de “aventuras emocionales” sin sexo de por medio, estas cifras se disparan con 35% en las mujeres y 45% en los hombres, afirma el Dr. Carlos Caudillo Herrera, presidente del Instituto en Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS).

“Las causas del adulterio son bastante lógicas cuando uno o los dos involucrados dejan de amarse, lo cual es derivado de la falta de afecto, por baja autoestima, por la llegada de los hijos, disfunciones sexuales, aburrimiento, o bien, por una adicción compulsiva al sexo, entre otros factores”, explica.

Los centros de trabajo o las interrelaciones en el ámbito laboral destacan como los lugares más propicios para el adulterio “porque incluso es tolerado al grado que muchos adúlteros lo consideran como una práctica normal de ‘la chamba’”.

Desde luego, con los centros de convivencia social de la vida moderna, como los gimnasios, clubes sociales o los llamados “antros” entre otros centros de diversión, es notable el incremento de esta práctica.

Entre las razones de género por la que el hombre “pone más el cuerno” que las mujeres, se debe a “razones genéticas y culturales, porque esta conducta se vio favorecida a través de los siglos, donde el hecho de poseer a varias mujeres era sinónimo de poder y masculinidad.

“En cambio, la mujer infiel ha sido condenada de muchas maneras. No obstante que ahora la situación de género se ha equilibrado, podemos ver que la infidelidad en las mujeres ha tenido un incremento notable”, dice el especialista.

Con todo, las razones de la infidelidad tanto de la mujer como el hombre responden a índoles distintas.

“Los hombres son adúlteros para refrendar su hombría, ellos buscan el placer que otorga una relación sexual; además por cuestión filogenética, el hombre busca reproducirse y cuantas veces sea, mejor, claro que esto se presenta a nivel inconciente.
“En cambio, la mujer busca más el cariño que posiblemente no encuentra en la relación conyugal, aunque en ellas no se puede descartar la venganza como móvil tras haber sido engañadas: en síntesis, el hombre busca placer y la mujer afecto”.

El matrimonio como una institución instaurada por los mismos seres humanos y del que la historia nos presenta diferentes matices, pues en la antigüedad la gente no se casaba por amor sino por interés social y económico o incluso con frecuencia por razones religiosas.

“A raíz de la liberación femenina la situación cambió drásticamente: la mujer dejó de verse como un objeto y los matrimonios por amor se volvieron norma, pero me pregunto: ¿Si ahora la gente se casa por amor, por qué ahora tendemos más a la infidelidad?”, concluye el Dr. Castillo.

¿Cómo retrasar al Alzheimer?

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El Wall Street Journal publicó un artículo acerca de un nuevo proyecto llamado “Cognitive Fitness and Innovative Therapies” CFIT, “Salud Cognitiva y Terapias Innovadoras”, el objetivo es mantener a las personas en situación de riesgo de Alzheimer en buena forma intelectual y física.

El programa incluye dieta, ejercicios físicos e intelectuales, control de presión sanguínea y colesterol. De acuerdo al artículo “incluso si alguien está destinado a desarrollar la enfermedad, retrasar su aparición de unos años podría mejorar dramáticamente la calidad de vida”. Los participantes siguen un régimen de ejercicios y un plan de alimentación basado en la Dieta Mediterránea.

Los médicos frustrados por la falta de una cura, o incluso un tratamiento efectivo para la enfermedad de Alzheimer están intentando un nuevo enfoque: la prevención de la enfermedad.

Kenneth S. Kosik, codirector del Instituto de Investigación de Neurociencia de la Universidad de California en Santa Bárbara, lanzó CFIT con un centro en Santa Bárbara el año pasado. Dr. Kosik recomienda que las personas comiencen a la edad de 50 años.

«El momento en que alguien entra a mi consultorio con los síntomas de la enfermedad, puede ser demasiado tarde», dice el Dr. Kosik, que tiene previsto abrir cuatro centros CFIT en Nueva York y California. La idea es que el estilo de vida puede retrasar o prevenir la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas – o retrasar la progresión de la enfermedad de Alzheimer una vez que se manifiestan.

Las 50 personas actualmente inscritas en el programa CFIT no tienen síntomas clínicos todavía, pero ellos saben que tienen algún tipo de riesgo genético de contraer la enfermedad de Alzheimer. Esto generalmente significa que un familiar de primer grado tiene la enfermedad de Alzheimer, o con uno o dos copias del gen ApoE, que es un factor de riesgo del Alzheimer.

Los participantes, de entre 50 a 80 años de edad, asisten por lo menos una vez a la semana a CFIT, que se asemeja a un centro comunitario. Se someten a una evaluación inicial para determinar un nivel básico de aptitud cognitiva, y luego se vuelven a evaluar después de seis meses y un año. Se diseña un régimen para cada persona incluyendo ejercicio físico, dieta, retos de conocimiento, musicoterapia, e interacción social.

Como uno de los factores de riesgo para el deterioro cognitivo es no tener amigos, hay actividades sociales en el centro, que van desde una estación de Wii donde la gente puede participar en juegos de grupos para cantar y tocar música.

The Wall Street Journal

Marcus Amy Dockser

PROYECTO DE VIDA

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Contesta estas preguntas: ¿Hace cinco años, pensabas verte como te ves en este momento?, ¿Esperabas tener el trabajo que tienes?, ¿Esperabas vivir la situación sentimental que estás viviendo? En pocas palabras: ¿Es esto lo que planeaste para tu vida?

Si la respuesta es no, quizá se deba a que, en realidad, no planeamos nuestro futuro, no estamos acostumbramos a hacer un proyecto de vida. Muchos seres humanos nos movemos en la vida casi por costumbre, por inercia o porque creemos que es así como debemos hacerlo, o peor: Ni siquiera nos preguntamos por qué lo hacemos, sólo lo hacemos. Pero, cuando nos damos cuenta de que no nos gusta nuestra situación actual, entonces nos enojamos y buscamos a quién culpar, en lugar de hacernos responsables. No nos damos cuenta que el motivo de esta situación radica en la falta de planeación en nuestra vida.

Viktor E. Frankl, psicólogo vienés sobreviviente de cuatro campos de concentración nazis, se cuestiona sobre la finalidad de la vida. Él hace una pregunta: ¿Para qué vivimos si un día tendremos que morir? Este autor cree en la capacidad de los seres humanos para lograr encontrar el sentido de la vida bajo cualquier circunstancia, aún en las más extremas. Frankl menciona que si el ser humano no posee una meta, se encontrará en un vacío existencial que lo puede llevar a un enojo con la vida y hasta la pérdida de las ganas de vivir. Frankl menciona que para realizar cualquier cambio, es necesario tener voluntad. Ésta es la herramienta esencial para hacer cualquier cambio, sin importar la educación, el nivel socioeconómico, la cultura o las características físicas. Él cree que no estamos “atados” a un destino y que nosotros somos los diseñadores de nuestra vida.

Una forma de encontrar una meta y poderla llevar a cabo es por medio de la planeación. Para esto, necesitamos un proyecto de vida que consiste en una serie de pasos, generalmente, interrelacionados con otros proyectos. Se puede hacer sólo un proyecto o varios al mismo tiempo. Algunos pueden ser a corto plazo y otros a mediano, o largo plazo.

¿Cómo se lleva a cabo un proyecto de vida?

Primero, debemos tener uno o varios objetivos —No se recomienda que sean más de cuatro—. En ellos describiremos qué es lo que queremos obtener. Al escribirlos debemos ser claros, concisos, y ponerlos en positivo. Por ejemplo: Quiero sustituir mi trabajo por otro que me proporcione libertad de horario.

Posteriormente, debemos revisar cuáles son las herramientas con las que contamos en este momento para poder hacer el cambio deseado. Pueden ser, en este caso, amigos, educación, etc. Asimismo, debemos escribir cuáles de nuestras cualidades nos podrían ser útiles.

Después tenemos que ver qué es lo que nos hace falta para lograr nuestra meta: Capacitación, contactos, dinero, etc.

Siguiente paso: Tendremos que trazar objetivos a corto plazo, encaminados al logro del objetivo mayor. En ellos pondremos los pasos que debemos seguir y en cuánto tiempo esperamos que se puedan alcanzar.

Por último, se sugiere trazar los objetivos en una libreta o agenda, señalando las fechas tentativas en las que creamos que los objetivos puedes ya estar cubiertos, y hacer tres evaluaciones. En caso de que el proyecto que estamos planeando sea a un año, por ejemplo, podemos hacer nuestra primera evaluación a los tres meses; la segunda a los seis y, a los doce, la tercera. Pero ahí no queda todo, porque si en la primera evaluación nos damos cuenta de que nuestros objetivos no se están cumpliendo, es porque no fueron bien trazados y es necesario reformarlos. Como todo en la vida, si las cosas no funcionan, hay que corregirlas y continuar.

A groso modo, estos son los pasos para realizar un proyecto de vida. Quizá creas que es muy complicado o laborioso y, ciertamente, puede que así sea, pero se trata de tu vida, sólo por ello, merece la pena.. Si sientes que estás atorado y no encuentras salida, es válido pedir ayuda a un especialista para que juntos encuentren las decisiones que te ayuden a vivir de una forma más agradable, sintiéndote bien contigo mismo.

Nuevo laboratorio de genéricos

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Un medicamento genérico o bioequivalente es el que por haber vencido la patente que le daba aun laboratorio la exclusividad para producirlo, puede ahora ser fabricado por diversos laboratorios. Tiene las mismas características que el medicamento innovador (o de patente) y aparece en las farmacias sólo con el nombre genérico del medicamento, es decir, el nombre de la sustancia activa.

Landstenier Scientific, lanza al mercado ELITE Medical, la línea de medicamentos genéricos o bioequivalentes que repesenta una nueva alternativa, con productos con el mismo ingrediente activo, misma dosis y eficacia que uno de patente, pero a un precio más accesible.

Sus productos están enfocados al tratamiento de las enfermedades más frecuentes en la población mexicana: padecimientos crónico-degenerativos como diabetes, hiprtensión arterial, osteoporosis, entre otros. Y de males como la gastritis y úlcera gástrica.

Contarán también con medicamentos que requieren una mayor especialización para tratar enfermedades como la epilepsia, neuropatía diabética o depresión. Además tendrán productos para el tratamiento de los males más comunes com la gripe, alergía y dolor muscular.

Este nuevo laboratorio cumple con las normas de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y permitirá a los mexicanos un ahorro desde el 50% en la compra de sus medicamentos, en comparación con los productos que ya existen en el mercado.

Estarán disponibles en las farmacias a partir del 12 de abril.

La pérdida de un ser querido

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Para Freud, el duelo es, por regla general, la reacción ante la pérdida de la persona amada o la pérdida de factores como la patria, la libertad, los ideales, etc. Con esto se refiere a que el duelo no siempre está relacionado únicamente a la pérdida de alguien que amamos, sino que, constantemente, nos enfrentamos a diferentes pérdidas en nuestra vida, como no lograr algún ideal u objetivo, o algún cambio en nuestra vida que implique renunciar a algo. Incluso, conforme vamos creciendo, podemos enfrentarnos a duelos como el de la pérdida del cuerpo infantil, del empleo, de la salud, etc.

En cuanto al duelo que se genera tras la muerte de un ser querido, es algo, desafortunadamente, inevitable, ya que si algo sabemos los seres humanos con certeza es que nuestra vida es efímera y tiene caducidad.

El duelo puede llegar a ser un proceso muy angustioso y doloroso, pues enfrentarse con la muerte de alguien no sólo resulta triste por la pérdida de la persona en sí, sino que también puede confrontarla con su propia muerte, lo cual despierta muchas reacciones y emociones alternas.

La Dra. Elizabeth Kubler Ross, psiquiatra suizo-estadounidense, una de las mayores expertas mundiales en la muerte, los moribundos y los cuidados paliativos, se dedicó a describir el duelo, así como sus diferentes etapas:

1) Negación y aislamiento: Es un mecanismo de defensa al que recurrimos para protegernos del dolor ante algo inesperado.

2) Ira: Ante la pérdida, la negación es sustituida por el enojo. Esta emoción se combina con la desesperación por estar viviendo esa situación. Aquí la persona se cuestiona constantemente acerca de por qué le sucedió a ella (él); incluso, en ocasiones, llega a haber cierto reclamo hacia Dios y enojo hacia todos los que rodean a la persona. Sin embargo, es importante que la familia no tome este enojo de manera personal.

3) Negociación: Ante el sentimiento de angustia y dolor frente a la realidad que se está viviendo, surge la necesidad de intentar establecer un acuerdo para intentar superar la experiencia traumática.

4) Depresión: Cuando la realidad finalmente es reconocida por la persona, se produce una tristeza profunda mejor conocida como depresión, la cual tiene muchas manifestaciones tanto físicas como emocionales, entre ellas: ánimo decaído, alteraciones del sueño, fatiga, ansiedad y, en ocasiones, hasta ideas de muerte e ideación suicida. En esta etapa es muy importante brindar todo el apoyo posible a la persona que está atravesando por este duelo y mantener una comunicación abierta y constante. En muchas ocasiones, ver llorar a alguien nos angustia mucho pero es importante permitir que la persona exprese su tristeza a través del llanto, ya que, de lo contrario, al impedir la libre expresión, el dolor no se libera y se vuelve patológico. Aunque cabe señalar que la elaboración del duelo no depende únicamente del llanto, sino de ir digiriendo poco a poco la ausencia de la persona y llegar a la renuncia total de la misma.

5) Aceptación: es la etapa final a la que, idealmente, se debe llegar en la elaboración de un duelo sano, donde como su nombre lo dice, se logra la aceptación de la pérdida de la persona y se consigue volver a la vida cotidiana, a pesar de la ausencia.

No obstante, es importante señalar que no todos los duelos son iguales. No todas las personas viven estas etapas en orden; muchos brincan de una a otra e, incluso, hay quienes se pueden quedar en alguna permanentemente.

Asimismo, el duelo depende, en gran medida, a las circustancias en las que falleció la persona; es decir, no es lo mismo una muerte anticipada a causa de una larga y penosa enfermedad o una muerte violenta o repentina.

La duración de un duelo varía pero, por lo general, se espera que los síntomas agudos se vayan suavizando y entre el primer y segundo mes posterior a la pérdida, el doliente pueda regresar a sus labores cotidianas.

Las fases que anteriormente se describieron pertenecen al esquema del proceso de duelo, pero ¿cómo sería un duelo patológico? Hablamos de un duelo patológico cuando la persona se encuentra estancada en una de las etapas de duelo; por ejemplo, en la negación o el enojo, lo cual le impide seguir con su vida y nunca logra digerir la pérdida. Esto ocurre frecuentemente cuando se trata de personas que han perdido a alguien de manera violenta o repentina.

Recomendaciones frente a la pérdida de un ser querido:

• No sentir temor de expresar el dolor. Hable abiertamente de él y si desea llorar, hágalo.

• En caso de incineración, no se recomienda que las cenizas permanezcan en casa.

• No sienta pena por pedir ayuda. Si el dolor no le permite continuar con su vida diaria, recurra a un especialista, él podrá ayudarle a aceptarlo y sobreponerse a la pérdida.

• En cuanto esté listo, es necesario remover las cosas de la persona que ha fallecido.

Terapia con mascotas

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El contacto frecuente con animales domésticos agrega al menos un año a las tasas de supervivencia de la cardiopatía coronaria, contribuye a disminuir la presión arterial y el nivel de estrés y ayuda a la socialización de los niños pequeños. Además, los ancianos que tienen perros van al doctor con menos frecuencia que los que no, los dueños de animales domésticos soportan mejor las contrariedades graves, las mascotas dan sensación de compañía y elevan la autoestima de los niños.

Los beneficios de la terapia con mascotas han sido probados fehacientemente. Según Delta Society, líder mundial en este campo, «quienes investigan la interacción entre las personas, los animales y el ambiente natural consideran muy difícil subestimar la importancia de los animales en la vida de las personas en cualquier sitio». Desde 1977, esta organización ha estudiado la relación entre los animales domésticos, los dueños de mascotas y los prestadores de asistencia.

El temperamento es el factor más importante. Por ejemplo, un perro excesivamente dinámico podría parecer amenazante, mientras que un perro excesivamente tranquilo luciría apático. En los hogares de convalecencia, los perros deben mostrar entusiasmo por su trabajo, ser atentos con los pacientes y no interesarse en otros animales. No se deben desanimar cuando un paciente perturbado grita, o cuando no les hace caso un paciente con Alzheimer. Ni importarles las discapacidades físicas, las vendas, las sondas ni las cabezas afeitadas. Sólo tienen que recostar la cabeza en el regazo de los pacientes que lo deseen y transmitir claramente el mensaje de que disfrutan de su trabajo mientras reciben suaves caricias.

Al otro lado de la ciudad de Washington, D.C., en un hogar de convalecencia, una mujer ciega confinada en su cama, se estira para tocar el pelo de todos los visitantes, algunos de ellos lo suficientemente pequeños como para subirse a la cama con ella. Un perro mayor salta hasta poner sus patas delanteras en el barandal de la cama. «Aquí está Oso», dice una voluntaria de PAL, tomando la mano arrugada de la mujer y dirigiéndola a la cara del perro. Sonríe cuando el perro le agradece que lo toque con un húmedo lengüetazo. A menudo, estos voluntarios son los únicos visitantes de estas personas.

Bryna Brennan. Fuente: Organización Panamericana de la Salud

EQUILIBRIO MENTAL

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El propósito de los psicólogos y de muchas otras profesiones, incluso de la humanidad, ha sido encontrar y ayudar a la persona a lograr un equilibrio mental, ya que tiene mucho valor en términos de salud, y, por lo tanto, también está relacionado con la tan anhelada felicidad que pretendemos alcanzar como seres humanos. Sin embargo, el término de equilibrio mental aún puede ser un tanto ambiguo y no se ha logrado llegar a un consenso definitivo sobre su definición, a pesar de que muchos profesionales de la salud mental, sociólogos, filósofos y demás personas, han investigado sobre este tema.

A pesar de ello, existen algunas características que coinciden en casi todas las áreas desde las cuales se ha estudiado dicho término, por lo que una definición sería la siguiente: Equilibrio mental es la capacidad de una persona para poder poner orden tanto sus ideas racionales, como la parte emocional, lo que le permitirá tener relaciones interpersonales más satisfactorias, mayor productividad laboral, motivación para seguir avanzando en cada área de la vida, capacidad para resolver diferentes problemas, y para poder regresar a un estado de equilibrio después de una crisis. Todo esto, producirá una sensación de satisfacción y bienestar más o menos estable.

A partir de esta definición, podemos observar que el término equilibrio mental comprende varios aspectos de la vida, que no sólo tienen que ver con la parte racional e intelectual del individuo, sino que también es importante el aspecto emocional. Y más allá de que el individuo se sienta bien con lo que tiene, con lo que es y con lo que hace, situación que, en la actualidad, complica más la posibilidad de alcanzar completamente este estado, en donde las frustraciones, decepciones y pérdidas parecen ser mayores por la situación económica, ambiental y social que vivimos, ya que para poder resolver estos desequilibrios es necesario cierto tiempo y contacto con uno mismo, lo cual está limitado en un mundo como el nuestro, con vidas tan aceleradas y con tan pocos momentos para la reflexión, características necesarias para preservar y restablecer el equilibrio mental.

El equilibrio mental puede irse construyendo a cualquier edad; sin embargo, el objetivo consiste en establecer las bases sólidas y estables desde la infancia, para que con las experiencias vaya perfeccionándose. Pero para llegar a este punto, los padres deberán contar con dichas bases y transmitirlo a sus hijos de manera apropiada, para lo cual será indispensable que los padres también posean el autoconocimiento y la auto-observación como principios fundamentales, ya que esto permitirá a la persona aprender a contactar su mundo interno con el mundo externo de mejor manera. De esta manera, se logrará también equilibrar las necesidades internas y externas con lo que podemos obtener en realidad.

Por otro lado, cabe mencionar que, a pesar de que un individuo pueda tener un equilibrio mental, las situaciones de crisis ante pérdidas, separaciones, devaluaciones y cambios, están presentes a lo largo de la vida del ser humano, por lo que siempre existirán desequilibrios emocionales que podrán restablecerse nuevamente un equilibrio y manejarse de mejor manera, cuanto mayor sea la capacidad de autoconocimiento de la propia persona y las experiencias anteriormente vividas. Esto le ayudará a enfocarse en lo que, realmente, quiere y necesita para salir de estas crisis y desempeñarse mejor en el mundo, aunque no se encuentre en el mejor momento de su vida o esté en la cima de sus éxitos, ya que también cualquier clímax en la vida podría generar un desequilibrio mental que, posteriormente, genere mayores problemas como decepciones, depresión, ansiedad o sobrevaloración de uno mismo.

Por último, es importante comprender que el equilibrio mental es un conjunto de estados que se interrelaciona entre lo intelectual y lo emocional, y que, durante cualquier etapa de la vida, se puede comenzar a construir con la ayuda de profesionales capacitados para favorecer el autoconocimiento. Es por ello que el psicoanálisis, una disciplina y área de la psicología, favorecerá siempre al logro de una mayor auto aceptación y el equilibrio mental de la persona, ya que su finalidad última es conocer las partes más profundas de la mente del individuo, el inconsciente.

Enfermedades neumocócicas

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La enfermedad neumocócica es un conjunto de enfermedades que se pueden considerar graves, causadas por una bacteria altamente contagiosa, el streptococcus pneumoniae. Esta bacteria se transmite por el aire (tos o estornudos), y por el contacto cercano con una persona que es portadora o asintomática, es decir, que no está enferma pero tiene la bacteria en su organismo y puede transmitirla a personas susceptibles y vulnerables. La población más propensa incluye a los niños menores de cinco años, los ancianos y las personas con defensas bajas. La enfermedad neumocócica invasiva, abarca las formas más graves de infección neumocócica y es responsable de la muerte de un millón de niños por año a nivel mundial, entre los cuales la mayoría muere por infección en el pulmón (neumonía).

¿Son graves las enfermedades neumocócicas?

El Streptococcus pneumoniae causa enfermedades muy severas llamadas invasivas, porque después de entrar al organismo del niño, tardan sólo 48 horas en diseminarse, atacando órganos que comprometen su vida.

¿Cómo protejer a los niños?

El objetivo principal es prevenir la infección y evitar que los niños se conviertan en portadores o desarrollen resistencia a los antibióticos.

Como es imposible y poco conveniente aislar a un niño del medio en que se desenvuelve, los padres deben informarse y consultar con el pediatra. Él le dará información adecuada sobre la conveniencia de administrar la vacuna neumocócica al niño. Esta vacuna los protege contra la enfermedad invasiva, que es la más grave de las que se producen por infección con neumococo.

Consulta con el médico para vacunar a tu hijo, siguiendo las recomendaciones sugeridas y atendiendo a los esquemas de vacunación, según el caso específico.

¿Por qué se prefiere la vacuna neumocócica infantil?

La vacuna neumocócica infantil es preferible porque cuenta con propiedades específicas para nuestra población. Contiene los serotipos que se consideran causantes de la enfermedad invasiva en niños en la mayoría de los casos, e incluye proteínas necesarias para garantizar una respuesta de defensa más efectiva y duradera a largo plazo.

Esta vacuna protege a niños menores de 2 años, a diferencia de otras vacunas. Su efecto permanece por mucho tiempo y es bien tolerada por los niños de esta edad.

¿Qué reacciones produce la vacuna?

En general, se ha podido establecer que la vacuna causa reacciones adversas como todas las vacunas. Estas reacciones o efectos adversos se consideran aceptables, e incluyen:

• Enrojecimiento, dolor e inflamación en el sitio de aplicación de la vacuna durante los dos primeros días,

• Fiebre de 38º C o más,

• Irritabilidad,

• Somnolencia,

• Disminución del apetito,

• Vómito o Diarrea.

Patient Family Education Committee The Children’s Hospital, Denver