La fibromialgia es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, con más prevalencia en las mujeres que en los hombres.
Se caracteriza por dolor muscular y articular generalizado, fatiga y trastornos del sueño, entre otros síntomas, y a pesar de ser una enfermedad común, sigue siendo mal comprendida y subdiagnosticada.
Para tener una idea, los síntomas pueden variar de una persona a otra y pueden incluir rigidez muscular, dolores de cabeza, problemas de memoria y concentración, afecciones digestivas, sensibilidad a la temperatura, al ruido y a la luz.
A pesar de que se ha avanzado en la investigación de la fibromialgia, no se conoce la causa exacta de la enfermedad. Los expertos creen que puede estar relacionada con factores genéticos, cambios en el sistema nervioso central y factores ambientales, como el estrés y las infecciones.
Cómo se diagnostica la fibromialgia
El diagnóstico puede ser difícil debido a la variedad de síntomas que presenta la enfermedad. Por lo general, se diagnostica después de que un paciente ha experimentado dolor generalizado durante al menos tres meses y ha descartado otras condiciones médicas.
No hay una prueba única para diagnosticar la fibromialgia, por lo que los médicos generalmente se basan en los síntomas del paciente y en los criterios de diagnóstico establecidos por sociedades médicas de fibromialgia. Estos criterios incluyen dolor generalizado en al menos 11 de 18 puntos específicos en el cuerpo y una puntuación alta en una escala de síntomas.
El tratamiento puede mejorar la calidad de vida
El tratamiento de la fibromialgia se centra en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. No hay una cura para la enfermedad, pero existen varios tratamientos que pueden ser efectivos para reducir los síntomas. Los tratamientos comunes incluyen:
- Medicamentos: Los medicamentos para la fibromialgia pueden incluir analgésicos, antidepresivos y relajantes musculares.
- Terapia física: La terapia física puede ayudar a reducir el dolor y mejorar la movilidad y la fuerza muscular.
- Terapia ocupacional: La terapia ocupacional puede ayudar a los pacientes a aprender técnicas para manejar el dolor y la fatiga y mejorar la calidad de vida.
- Terapia psicológica: La terapia psicológica puede ser efectiva para reducir la ansiedad y la depresión asociadas con la fibromialgia.
Investigaciones recientes sobre la fibromialgia
En las últimas décadas, ha habido un aumento en la investigación sobre la fibromialgia. Los estudios han arrojado luz sobre los cambios en el cerebro y el sistema nervioso central que se producen en pacientes con fibromialgia. Además, se ha descubierto que los pacientes con fibromialgia tienen una mayor sensibilidad al dolor debido a una menor inhibición del dolor en el cerebro.