Sentir el calorcito del sol en nuestra piel es una de las mejores sensaciones para nuestro cuerpo. Además, tomar un baño de sol cada mañana tiene sus ventajas porque aporta propiedades terapéuticas, nos nutre con Vitamina D, contribuye a la cicatrización y mucho más.
Sin embargo, para poder aprovechar al máximo los beneficios del sol, debemos aliarnos con productos para la piel que cuenten con protector solar.
Sus propiedades ayudarán a prevenir el daño ocasionado por el sol o incluso la luz artificial de nuestros equipos inteligentes como la computadora o el celular.
María Isabel Moreno, dermatóloga colombiana del Centro Médico Imbanaco, aconseja que el protector solar se incorpore en la rutina a partir de los 6 meses de edad, y se utilice mínimo 3 veces al día (durante el día, nuestra piel se expone constantemente a los rayos UV).
Un protector solar adecuado para nuestro tipo de piel y necesidades, no solo nos protegerá del sol, sino que contribuirá a prevenir el envejecimiento cutáneo: la aparición de manchas, pecas y líneas de expresión, así como a evitar el cáncer de piel.
Protección solar: nuestra mejor amiga
La exposición al sol y a fuentes artificiales puede provocar daños graves en nuestra piel como: eritema solar, envejecimiento cutáneo prematuro, daño ocular, debilitamiento del sistema inmunitario, reacciones fotoalérgicas y fototóxicas, entre otras.
Los protectores solares o bloqueadores, funcionan como una esponja que absorbe los rayos UV; generalmente contienen sustancias activas que ayudan a combatir la piel seca o deshidratada y los signos de envejecimiento prematuro.
Un estudio realizado por National Institutes of Health (NIH), la agencia de investigación médica de los EE.UU., recomienda usar aquellos que ofrecen un factor de protección solar (FPS) de 15 o más y que tienen la posibilidad de:
- Retrasar el envejecimiento de la piel
- Evitar la aparición de manchas
- Prolongar el bronceado
- Hidratar la piel
Los laboratorios enfocados en el cuidado de la piel han tenido un avance importante para evitar la exposición a los efectos negativos de la radiación UV. Esto se refleja en una amplia gama de productos a la que podemos acceder que contribuyen a cubrir estas y otras necesidades.
Por ejemplo, podemos encontrar productos cuya fórmula no solo se adapte a nuestro tipo de piel, sino que también tengan la capacidad de otorgar beneficios que complementen nuestra rutina y protección.
Conozcamos los siguientes cuatro filtros UV:
- Avobenzona: protege principalmente contra los rayos UVA, pero también ofrece cierta protección contra los rayos UVB.
- Octocrileno: protector solar humectante que absorbe la luz UVB y también ayuda a estabilizar la avobenzona, que puede degradarse con el tiempo.
- Homosalate: absorbente de los rayos UVB.
- Octinoxato: absorbente eficaz de los rayos UV.
Por medio de ellos se puede lograr una mayor protección solar, porque su trabajo en conjunto brinda una cobertura más completa sobre la piel.
Otra opción es la mezcla botánica Olivol que aporta hidratación a la piel durante 24 horas. Es una combinación de extractos que cuenta con:
• Fruta de olivol (Olea europaea)
• Frutas de cáscara de sandía (Citrullus lanatus)
• Manzana (Pyrus malus)
• Lentejas (Lens esculenta)
Es importante mencionar que para obtener mejores resultados y protección para nuestra piel, debemos tomar en cuenta otras recomendaciones como:
- Limitar el tiempo de exposición al sol, especialmente de 10:00 a 14:00 horas.
- Usar camisas/blusas de manga larga, pantalones, sombreros y gafas de sol.
- Tomar un baño de sol de 15 minutos, ese tiempo es más que suficiente.
- No exponer todo el cuerpo al sol, no es necesario.
- Usa bloqueador frecuentemente, aunque estemos dentro de casa.
- Para niños y niñas menores de 6 meses, consultar al médico.
Cada cuerpo y piel son diferentes, es decir, no comparten las mismas necesidades. Por eso es importante acudir con especialistas en la materia. Así que ¡no renuncies a tomar esos momentos de sol! Mejor busca a tus aliados para la piel.
Con información de USANA.