Por Marien Garza, Miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife Nutrition.
En múltiples ocasiones he mencionado una de mis frases favoritas: “el agua es el elixir de la eterna juventud”. En esta época de verano caluroso quisiera dejar un consejo sencillo para todos los que lean este texto: “no dejes que te dé sed”. El sentir sed, tener la boca y labios secos; son ya un foco de alerta para indicar que nuestro cuerpo está viviendo un proceso de deshidratación.
Se necesita más de un párrafo para describir las maravillas del AGUA. Todos sabemos que sin ella no viviríamos ya que el agua es vida.
Es uno de los elementos más importantes para todos los seres vivos. Un recién nacido tiene hasta 75% de su peso corporal en agua; el 55% del cuerpo humano adulto, está hecho de este gran líquido. Es esencial para las reacciones bioquímicas, el suministro de nutrientes por todo el cuerpo y la eliminación de desechos.
Para mantener una óptima circulación sanguínea y regular la temperatura corporal se necesita de este vital líquido. Ayuda en la digestión, previene el estreñimiento, amortigua las articulaciones, estabiliza los latidos del corazón y protege órganos y tejidos, incluso el agua conforma el 30% de la piel, nuestro órgano más grande.[1]
Hoy se estudia cómo el agua, o la falta de la misma, puede influir en los procesos cognitivos
Algunos datos que no muchas personas conocen es que los niveles bajos de deshidratación pueden producir alteraciones en el estado de ánimo y en la capacidad de concentración, así como lograr mantener un correcto estado de alerta e, incluso, puede afectar la memoria a corto plazo.[2]
Es importante señalar que, aunque existen recomendaciones generales de consumo diario de agua, no hay una fórmula o receta única para establecer cuánta agua debemos consumir.
La cantidad de agua que se debe beber diariamente se personaliza, de acuerdo con las condiciones individuales de salud, el clima en donde se vive e, incluso, la cantidad de actividad física y ejercicio que se realice.
Recomendación para evitar la deshidratación
Una buena recomendación para evitar la deshidratación, es poder llevar con nosotros una pequeña botella de agua en la bolsa o la mochila.
Esto nos ayudará a beber pequeños sorbos continuamente. Incluso ya hay botellas motivadoras para el consumo de agua diario, que tienen marcas de la cantidad de agua en mililitros que llevamos consumida para poder cuantificar.
Existen también aplicaciones móviles en donde podemos registrar nuestro consumo diario de líquidos para establecer retos de mayor nivel de hidratación.[3]