Las serias complicaciones que la obesidad provoca a las personas que la padecen son bien conocidas, tales como la diabetes, hipertensión arterial, entre otras, enfermedad que en nuestro país afecta a más de 41 millones de personas. Pero poco se habla de los inconvenientes que enfrenta el obeso en su vida cotidiana, los cuales pueden ser devastadores, provocándole frustración, hundimiento y tristeza.
Por definición de la Organización Mundial de la Salud, la salud es el estado de bienestar del individuo en tres esferas principales: la biológica, la psicológica y la social. La obesidad, como enfermedad, afecta a la persona robusta precisamente en estas tres áreas que abarca el estado de salud. El Médico Bariatra David Montalvo Castro, Presidente del Colegio Mexicano de Bariatría, A.C., explica a continuación cada una de dichas esferas:
Esfera Biológica
Aparato Respiratorio.Para que una persona respire, el músculo diafragma que se encuentra formando el piso del tórax, debe contraerse empujando a los órganos del abdomen para crear una presión negativa en el tórax, provocando de esta forma, llenado de aire de los pulmones.
“En el paciente obeso el diafragma tiene que hacer una contracción frente a una gran resistencia para meter aire a los pulmones, lo cual no se logra completamente, puesto que se tiene una ventilación superficial con la cual no se renueva el aire en sus pulmones, encontrándose enrarecido y con un bajo porcentaje de oxígeno. Esto trae como consecuencia que la sangre no se oxigene correctamente, y que todos los órganos, aparatos y sistemas trabajen en un ambiente interno de bajo contenido de oxigeno, manteniendo un metabolismo basal bajo”.
El especialista indica que todo lo anterior origina a que las personas obesas se queden dormidas al estar sentadas, haciendo movimientos respiratorios rápidos, cortos y superficiales. Pero se complica aún más a la hora de dormir, pues si se acuesta boca arriba, el peso del abdomen vence a la fuerza del diafragma y no puede respirar, dando una sensación de angustia y asfixia. Por esta razón, dice, el obeso aumenta poco a poco el número de almohadas en la espalda hasta llegar a dormir prácticamente sentado.
“El ejercicio para una persona en estas condiciones pone en situación crítica a su organismo, ya que no puede aportar oxígeno a sus músculos, los cuales tendrían que hacer un gran esfuerzo para mover el peso excesivo que soportan”.
Existen otras condiciones que afectan a una persona obesa que el Dr. Montalvo Castro detalla:
- Piel. El obeso tiene dos problemas frecuentes con la piel: El primero son las estrías o líneas en donde la piel materialmente se rompe por la distensión a que es sometida. El segundo y más severo es el de la proliferación de hongos u otros gérmenes en los pliegues cutáneos que se forman por la excesiva cantidad de grasa subcutánea, en donde la temperatura y humedad crean un ambiente favorable para el desarrollo de esas de colonias de microorganismos, dando al obeso un olor característico.
- Higiene. Algunas acciones de la vida cotidiana que realizamos fácilmente para el obeso son motivo de ansiedad y lucha. Su gran corpulencia le impide hacer cosas que no le resultan nada sencillas, al contrario, se vuelven un martirio constante que pocos ven, por ejemplo el cortarse las uñas de los pies, ponerse calcetines, atarse las agujetas, ponerse o quitarse pantalones, recoger un objeto del piso, el uso del papel sanitario después de ir al baño, enjabonarse los genitales y las piernas durante el baño, entre otras que le provocan sufrimiento y timidez.
- Sexualidad. Un tema muy reservado es el de la sexualidad. La obesidad ataca en este tema desde dos frentes: el biológico y el psicológico, pero también en dos escenarios: el del obeso y el de la pareja. El problema biológico implica lo mencionado anteriormente en el segmento del aparato respiratorio. Adicional a que la mayoría de las veces el varón obeso sufre de micropene, se suma lo voluminoso del abdomen, la imposibilidad de acostarse boca arriba, la falta de oxigeno y la reducida agilidad y flexibilidad. Todo esto suscita una importante disminución de la libido y relaciones sexuales poco satisfactorias para ambas partes.
En lo que se refiere al aspecto psicológico, el obeso se siente poco atractivo para su pareja, y al estar consiente de la poca frecuencia y mala calidad de sus relaciones sexuales, es frecuente la aparición de celos, paranoia y sentimiento de culpa en alguna intensidad.
Esfera Psicológica
“De todos los problemas y trastornos mencionados, el obeso se comporta habitualmente con una fijación o regresión oral, es decir, busca la satisfacción a través de la comida para calmar la angustia y ansiedad. Lamentablemente, la persona corpulenta es blanco de constantes agresiones verbales y de severos estereotipos por parte de terceros. Pero eso no es todo, vive en un mundo “hostil” que no está hecho a su medida. Las empresas y las personas no tienen en mente hacer, por ejemplo, espacios para los obesos, banquetas especiales, sillas acordes a su tamaño y peso en restaurantes, cine o en transportes -avión, camión, auto-, o simplemente fabricar ropa y calzado de su talla”.
El Presidente del Colegio Mexicano de Bariatría apunta que la angustia más grande que puede vivir un obeso es su diálogo interno, es el crítico más duro y agresivo que se humilla a sí mismo -“soy un cerdo, soy una ballena, soy una bola inmensa y deforme, soy un asco”, la mayoría de las veces usando palabras soeces. Sufre en todos los sentidos al mirar su imagen reflejada en espejos, aparadores o vitrinas.
“En su afán de querer bajar de peso, suele comprar o conservar ropa de talla más chica “porque desea adelgazar”. Desarrolla también algunas habilidades o adoptan ciertos comportamientos, como contar chistes, ser el amigo (a) confidente, el que atiende a todos, el más servicial, el que trata de ser muy simpático, por mencionar algunos, como estrategia para caerle bien a los demás y no ser rechazados. De ahí que podríamos afirmar que no existe el gordito feliz”.
Esfera Social
En esta área, el obeso tampoco la pasa bien. Sabe que “como te ven te tratan” y que existe la discriminación porque la ha vivido. Aunque en México el grupo de personas con sobrepeso y obesidad son mayoría, se comportan socialmente como una minoría en desventaja. Sabe que en el mundo laboral tendrá mejores posibilidades de desarrollo una persona esbelta y con buena apariencia que una corpulenta. Son personas que no ejercen su superioridad numérica para exigir, por ejemplo, la confección de ropa de su talla, la instalación de asientos amplios en transporte público y salas de espera en edificios, el reconocimiento de su enfermedad como causa de incapacidad laboral, la disponibilidad de un servicio médico especializado en bariatría en las instituciones de salud, etcétera.
“Podemos concluir que la obesidad es una enfermedad devastadora en todas las áreas para el ser humano. Estamos viviendo el inicio de una pandemia con repercusiones mucho mayores de lo imaginado. Se requiere de profesionales de la salud con un alto nivel de especialización para poder frenar el avance de este problema. La comprensión y el conocimiento profundo del paciente obeso son indispensables para ofrecerle una atención integral y no solamente orgánica de su enfermedad”, afirma el Médico Bariatra.
Para mayor información, llama a los teléfonos 55241010 y 55240664 o escribe a: david[arroba]montalvo[punto]as