Con frecuencia papás y mamás consideran que alimentar a un bebé o a un niño es sólo darle de comer alimentos físicos, sin embargo, la nutrición se enfoca en dos planos, la nutrición física y la nutrición emocional.
Es de suma importancia que los padres reconozcan que el proceso de nutrición empieza con el ambiente en que se alimenta al bebé.
“La primera persona que está cerca del bebé es la mamá –en la mayoría de los casos-, el papá o la persona que provee el alimento físico y es quien también proporciona un ambiente que puede estar conformado por la mirada, el calor, el olor, su disposición emocional, la atención, el nivel de relajación o estrés, entre muchos otros factores que alimentan y nutren a un ser humano”, afirma el psicólogo David Carreón Robledo.
El bebé nace inmaduro física, neurológica, social, y psíquicamente, y es fuera del útero donde completa el proceso de maduración, para poder hacerlo depende del entorno y ambiente en el que se encuentre para su nutrición emocional.
En este sentido, Carreón Robledo afirma que “alimentar a un bebé es un proceso más complejo que no sólo implica cargar a un bebé y darle pecho o biberón, también integra las emociones, las ideas, los pensamientos, las fantasías y sensaciones de quien está proporcionando ese alimento”.
A nivel mundial, cada 10 segundos muere una niña o un niño por causas relacionadas con la desnutrición, arroja datos de The Hunger Project México; y particularmente en México, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, existían 881 mil 752 niños con desnutrición crónica en el país.
La desnutrición no solo implica bajo peso, también puede ser sobrepeso u obesidad y México ocupa el lugar número uno desde hace varios años en este rubro, esta condición de salud está relacionada con el consumo de alimentos procesados con altos niveles de azúcar, grasas trans y sal.
Ante esta situación, es esencial que niños y niñas puedan acceder a alimentación física sana basada en micro y macronutrientes y sin azúcares añadidos con una alimentación emocional adecuada para procurar su bienestar integral de la infancia.
Cabe destacar que, “el sano desarrollo de los niños no solo implica la ingesta de nutrientes físicos, también es necesario desarrollar técnicas y estrategias para un sano crecimiento emocional de los niños”, agrega David Carreón.
En este sentido, el programa Alula Beat, de Sanulac Nutrición México ofrece de forma gratuita orientación psicológica como uno de los tres pilares -junto con la guía nutricional y la activación física- del buen desarrollo de mamás, papás y bebés, en los que se ha concentrado para contribuir al desarrollo de niños más sanos física y emocionalmente.
Estudios indican que algunas formas de crianza pueden provocar trastornos mentales y emocionales en la población infantil y hasta la adolescencia, algunos de ellos son nerviosismo, miedo, incontinencia nocturna, irritabilidad, ansiedad, depresión, problemas de lenguaje, aprendizaje lento, incluso hasta el hecho de decir mentiras con más frecuencia.
A través de este programa se alienta a los padres para criar niños más sanos física y emocionalmente, lo que les permitirá crecer con mayor seguridad, ímpetu y capacidades psicoemocionales que les permitirá desarrollarse de mejor manera en su vida cotidiana y establecer relaciones humanas más sanas.