Madres Solteras
Ser mamá es una de los eventos más significativos en la vida de una mujer; provoca, sin duda, un cambio enorme en su identidad y puede ser uno de los más satisfactorios. Sin embargo, ciertas situaciones de la vida pueden hacer de esta experiencia un reto aún mayor e, incluso, ser percibido como algo imposible de superar. Éste es el caso de las mujeres que son madres solteras.
Lo primero que pensamos al hablar de este tema es en embarazos no deseados, la mayoría de ellos en adolescentes, y, por supuesto, en que muchas mujeres atraviesan esta situación. Existen muchos factores que llevan a ella, como la muerte o abandono del cónyuge, la migración de éste, por ejemplo, a los Estados Unidos (algo muy común en nuestro país), etc. Inclusive, en la actualidad, hay muchas mujeres que deciden voluntariamente, convertirse en madres sin tener una pareja o considerar el matrimonio como una opción.
Es por eso, que cada circunstancia implica un reto particular y distinto para cada mujer. No obstante, una preocupación común para todas será la de tener que hacerse cargo sola de ese niño, sin el apoyo de una pareja; en otras palabras, de “hacerla de mamá y papá a la vez”, tanto económica como emocionalmente.
Empecemos por el factor económico. En la mayoría de los casos, esta mujer tendrá que asumir todos los gastos, los suyos y los del bebé. Bien es cierto que esto dependerá de su situación particular, respecto a si cuenta o no con un trabajo, una profesión o algún oficio, si ha trabajado anteriormente, o si es o no una joven adolescente, etc. Además, es importante considerar si cuenta con el apoyo de su familia, por ejemplo, si el padre de este bebé le dará alguna pensión, a pesar de no estar presente en su desarrollo.
Suele haber un gran temor en relación a si una mujer puede criar o no a un hijo sin la presencia de un padre. Existe el miedo de que, al no tener una figura masculina, este niño desarrolle problemas emocionales, inclusive respecto a su identidad; por ejemplo, existe la creencia de que un niño varón se puede “volver homosexual”. No cabe duda de que éste será un reto importante, y será duro para este niño o niña afrontar esta parte; no obstante, me atrevo a afirmar que “sí se puede”, que con el apoyo y el manejo adecuados, este niño podrá tener un desarrollo satisfactorio.
Independientemente de si es niño o niña, es importante que este bebé tenga una figura masculina cercana, como lo puede ser un abuelo o un tío. Específicamente en el caso de un niño, esto lo ayudará a identificarse con él como hombre. En lo que se refiere a la niña, le ayudará a formar una imagen positiva del sexo opuesto.
Por otro lado, creo que tampoco podemos generalizar en cuanto a la circunstancia que enfrentan las “madres solteras”. Cada una de ellas se encuentra en una situación única, con sus ventajas y desventajas, las cuales debe considerar a la hora de afrontar la maternidad. Como lo mencioné, no será lo mismo convertirse en madre a los 16 años que en la edad adulta. Asimismo, hay que tomar en cuenta no sólo el nivel económico, sino el contexto social. Existen familias o grupos sociales donde esta mujer se sentirá más aceptada o más rechazada.
No todas las mujeres se convierten en madres solteras a causa de un embarazo no deseado. Cuando éste es el caso, los nueve meses servirán para “hacerse a la idea”, para planear cómo recibir al bebé y prepararse en todos los sentidos. Es distinto el caso de quienes un día se encuentran con este reto de manera más sorpresiva; este es el caso, por ejemplo, de las mujeres que quedan viudas o cuando el cónyuge decide abandonar el hogar. Cada situación será diferente en base a la edad del hijo o hijos (o tal vez aún esté embarazada), de los recursos con los que cuente esta mujer, etc., ya que, tal vez, deba entrar a trabajar cuando nunca lo había hecho o deba pasar más tiempo lejos de casa para poder mantener a la familia.
Un miedo muy común, y muy comprensible, es el miedo a la soledad, a no poder encontrar pareja ahora que tienen un hijo. Además, es posible que, a causa de todo el tiempo que le tiene que dedicar a su trabajo y los cuidados del niño, le sea difícil conocer a alguien. Es importante, por lo tanto, que intente realizar actividades que le permitan conocer nuevas personas (hombres y mujeres) y que se dé la oportunidad de buscar una nueva pareja si así lo desea.
Realizar alguna actividad recreativa (hacer ejercicio, tomar alguna clase, salir con amigos) le ayudará no solo en el plano social sino también en el amoroso. Esta independencia le ayudará a sentirse más segura de sí misma, y aunque parezca paradójico, puede ser positivo también para el niño o niña. Así como necesita los cuidados y la presencia de la madre, también será importante para su desarrollo percibir que él (o ella) y su mamá no son una misma persona.
Es muy probable que, al no sentir el apoyo del padre, esta nueva mamá desarrolle mucho enojo y resentimiento hacia él, ya sea por no hacerse responsable, por abandonarla, por dejarla sola con “todo el paquete” o por problemas que hayan tenido durante su relación. Ante esta situación, es muy importante que ella aprenda y se esfuerce por no “bombardear” a su hijo con comentarios negativos, ya que puede ser que este niño o niña le recuerde, en muchos aspectos, al padre. Además, al escuchar estos comentarios sobre su papá, el niño puede sentir que están hablando mal de él también. Después de todo, este papá (“bueno” o “malo”) formará parte de su identidad también.
En este sentido, es muy valioso que, cuando el niño tenga la edad suficiente, puedan hablar sobre su padre o, inclusive, tener algún contacto con él, y platicar sobre lo que siente de no tener un papá en casa, sobre lo que le enoja y le preocupa.
En resumen, son muchos los retos a los que se enfrenta una madre soltera, pero existen también diferentes herramientas para afrontar esta situación de la mejor manera posible.
Recuerda
– Planea: Intenta prepararte lo mejor posible para la llegada de este bebé: si vas a trabajar o no, en qué, cómo se van a mantener, encontrar o preparar un espacio para él en casa, programar dónde va a nacer, etc.
– Cuídate: Acude al médico y monitorea periódicamente tu salud y la del bebé, así como el desarrollo del embarazo.
– ¡Pide ayuda!: Aceptar el apoyo de quienes te rodean será de mucha ayuda y te hará sentir más segura y tranquila. Éste puede venir de tus padres, hermanos, amigos, etc. Además, puedes buscar un espacio de apoyo emocional o terapia para platicar de ello, con el fin de lograr lidiar con esta situación.
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