El síndrome de ojo seco (SOS) es una condición que no permite a los ojos producir suficientes lágrimas, o éstas no tienen la composición necesaria para lubricar el ojo correctamente.
Se caracteriza por una sensación casi constante de tener algún objeto en el ojo, o bien, una sensación de ardor, quemazón o rugosidad en los ojos. Esto puede empeorar si lees, manejas, ves televisión o usas una computadora por periodos prolongados.
Se tienen evidencias clínicas que demuestran que es un efecto causado por infecciones y desajustes hormonales y no necesariamente por envejecimiento. Entre las posibles causas se señalan, la menopausia, la artritis, las dietas bajas en ácidos grasos, el uso de medicamentos para el corazón, descongestionantes nasales, terapias de remplazo hormonal, entre otros.
También pueden causarlo ciertas enfermedades como el síndrome de Sjogren (inflamación y resequedad en la boca, ojos y nariz), lupus sistémico eritematoso y leucemia.
Otro factor es el uso prolongado de lentes de contacto ya que pueden aumentar drásticamente la evaporación de las lágrimas, causando infecciones o un aumento de depósitos de proteínas.
También la exposición habitual a una computadora puede causar este trastorno debido a que las personas que la utilizan con frecuencia “olvidan” parpadear por largos periodos de tiempo, y su película lagrimal se evapora causando incomodidad ocular. Un estudio realizado en la Universidad de Tokio concluye que 40% de las mujeres y 25% de los hombres que pasan más de cuatro horas diarias frente al ordenador padecen el SOS.
¿Cómo se trata?
No hay cura para el síndrome de ojo seco, no obstante, existen varias opciones de tratamiento disponibles que pueden reducir las molestias y proteger los ojos. El médico puede recomendar unas gotas llamadas lágrimas artificiales durante el día para reducir la inflamación y permitir que los ojos produzcan más o mejores lágrimas.
En casos graves se utilizan otros tratamientos como el uso de tapones temporarios o permanentes que bloquean el drenaje de lágrimas, una cirugía menor o tratamiento con láser.