En México no se cuenta con cifras exactas, pero algunos datos indican que la vejiga hiperactiva afecta al 17 por ciento de la población, aumentando con la edad y con leve predomino en las mujeres. Este trastorno es un síndrome que genera incomodidad, molestia y en muchos casos, vergüenza.
El cambio de estilo de vida, los problemas de pareja, estrechas relaciones sociales y familiares, hacen que los pacientes con este padecimiento se sumerjan en un estado de vergüenza y tengan baja autoestima por el temor de vivir momentos bochornosos por las constantes ganas de orinar.
“La vejiga hiperactiva puede ser causada por enfermedades neurológicas (vejiga hiperactiva neurogénica) o en algunos casos se desconoce la causa, llamándose vejiga hiperactiva idiopática” asegura el Dr. José Luis Campos Contreras, especialista en Urología y Profesor Adjunto de Nosología y clínica de Urología en la Escuela Médico Militar.
Esta condición se caracteriza por la urgencia y el aumento de la frecuencia de orinar, con o sin pérdida de la misma, puede ocurrir ante alguna infección urinaria. También puede presentarse de manera asociada con incontinencia urinaria en menor porcentaje es mixta con incontinencia urinaria de estrés, pero puede ser pura.
A diferencia de la incontinencia urinaria, donde la persona no puede controlar la salida de orina ante un esfuerzo, la vejiga hiperactiva presenta unas ganas urgentes y continuas de ir al baño, y en esta situación la orina si es controlable. Es una condición patológica que ocasiona múltiples molestias, además es uno de los problemas de salud que afecta tanto a hombres como mujeres de todas las edades.
El especialista señala que “los pacientes con vejiga hiperactiva, orinan frecuentemente, más de 8 veces al día, ellos tienen una urgencia incontrolable por ir al baño y muchas veces lo que se ocasiona es una pérdida de orina mientras llegan al baño, lo que ocasiona alteraciones en su estilo de vida cotidiana”.
Para que esta condición se presente no existe una edad determinada, pero la incidencia aumenta a medida que pasan los años. Hay múltiples teorías sobre las causas de este padecimiento y son muy complejas, “lo que sucede es que el músculo de la vejiga se empieza a contraer involuntariamente a medida que va recibiendo la orina y esto provoca que se tenga ganas de ir con frecuencia y urgencia a orinar”, asegura el Dr. Campos.
“La detección y diagnóstico de este trastorno se está haciendo cada vez más frecuente en la práctica urológica. Una de las alternativas más usadas era la medicación vía oral, pero a partir de múltiples estudios clínicos, un grupo importante de pacientes que no respondían a esta terapia convencional, comenzaron a tener resultados alentadores con la aplicación de toxina botulínica tipo A, BOTOX” comenta el Dr. Campos.
Los daños para el paciente pueden ser múltiples, como el que la orina ascienda por los uréteres hacia los riñones provocando el mal funcionamiento de éstos, puede presentarse una insuficiencia renal. El uso de BOTOX disminuye las contracciones anormales de la vejiga aumentando la capacidad de la vejiga, disminuyendo el riesgo de reflujo y logrando controlar la incontinencia urinaria.
Es así, como el uso localizado de BOTOX permite a los pacientes realizar las micciones en forma espontánea, sin el uso de cateterismos y sin la presencia de incontinencia, devolviéndole su independencia en las actividades diarias tanto profesionales como personales.
Tratamiento eficaz y novedoso
Los especialistas cuentan ahora con BOTOX, única Toxina Botulínica Tipo A indicada para combatir problemas de vejiga hiperactiva. Esta terapia ofrece beneficios a los pacientes que sufren diariamente con este padecimiento. BOTOX ayuda a prevenir las contracciones involuntarias de la vejiga que provocan la pérdida de orina, y permite que ésta se vacíe cuando el paciente la comprima normalmente.
Esta indicación ayuda además a disminuir los efectos secundarios causados por los medicamentos orales (somnolencia, boca seca y pérdida de memoria, entre otros) y favorece el apego al tratamiento ya que la aplicación de BOTOX, en la mayoría de los casos, se realiza una o dos veces al año. Se calcula que sólo el 18 por ciento de los pacientes que inicia tratamiento con un medicamento oral lo continúa por más de un año.
Es importante destacar que además de su uso cosmético BOTOX está autorizado para más de 14 indicaciones diferentes, las cuáles incluyen tratamiento de la espasticidad, manejo del dolor, apoyo en la rehabilitación de personas con parálisis cerebral infantil, distonía (contracciones involuntarias permanentes de los músculos de una o más partes del cuerpo) y esclerosis múltiple, entre otros.
BOTOX®, es una marca registrada de Allergan. Inc.