La Cámara de Diputados aprobó reformas que buscan promover información respecto de la importancia de una alimentación correcta y se faculta a la Secretaría de Salud en materia de prevención y atención de los problemas en control del sobrepeso, obesidad y otros trastornos alimentarios.
La Cámara de Diputados aprobó con 324 votos a favor, 6 en contra y cero abstenciones, el dictamen a la minuta que reforma diversas disposiciones de la Ley General de Salud, para establecer como materia de salubridad general el control del sobrepeso, la obesidad y otros trastornos de la conducta alimentaria.
El documento que modifica los artículos 3, 6, 7, 27, 111, 112, 113, 115, 212 y 301 de esta ley, y devuelto al Senado de la República, prohíbe la publicidad de alimentos y bebidas con bajo valor nutricional y alta densidad energética, dentro de los centros escolares.
También orientará a la población sobre la importancia de una alimentación correcta y su relación con los beneficios a la salud, así como ejecutar políticas públicas, que contrarresten eficientemente la desnutrición, el sobrepeso, la obesidad y otros trastornos alimentarios.
Se aprobó que la Secretaría de Salud, en coordinación con la Secretaría de Educación Pública y los gobiernos estatales, formulen, propongan y desarrollen programas orientados a la alimentación correcta y a la actividad física, procurando optimizar los recursos y alcanzar una cobertura total de la población.
La Secretaría de Educación Pública deberá emprender acciones para la detección y seguimiento del peso, talla e índice de masa corporal, en los centros escolares de educación básica.
Se expedirán lineamientos generales para la venta y distribución de alimentos y bebidas preparadas y procesadas en las escuelas del Sistema Educativo Nacional, a fin de eliminar aquellos que no cumplan con los criterios nutrimentales.
En la fundamentación del dictamen, el presidente de la Comisión de Salud, diputado Mario Alberto Dávila Delgado, destacó: en México el sobrepeso, la obesidad y los trastornos de la conducta alimentaria son temas prioritarios y preocupantes; se han traducido en un grave problema de salud pública.
Además, provocaron un gasto social de más de 80 mil millones de pesos durante 2012 y se espera que para 2017 la cifra se eleve hasta 150 mil millones de pesos.
Mencionó que entre las enfermedades que conllevan la obesidad y el sobrepeso, están la diabetes mellitus, hipertensión, las cardiovasculares y algunos cánceres.
Refirió que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el sobrepeso y la obesidad originan un 44% de la carga de diabetes, 23%, la de cardiopatías sistémicas y entre un 7 y 41% la de algunos cánceres.
En cuanto al etiquetado, Dávila Delgado precisó que el dictamen plantea incluir datos de valor nutricional y evitar que los alimentos tengan un alto contenido calórico y energético, así como en grasas, azúcares y sodio.
Al iniciar los posicionamientos, el diputado Gerardo Villanueva Albarrán, precisó que si bien se han tomado algunas medidas sobre el tema, una de ellas representó un duro golpe a la economía de las familias, “porque lejos de buscar la eficacia de la norma y de financiar el sistema de salud de este país, se le ha dado prioridad y se le seguirá dando al comercio de la comida chatarra”.
Un ejemplo es la Reforma Fiscal, que aumentó entre 8 y 14% el impuesto en alimentos procesados, y la consecuencia fue que más de cien productos de la canasta básica aumentaron su costo, “con el demagógico argumento de cuidar la salud. La gente va a seguir consumiendo este tipo de alimentos. No puede ser con medidas generales y limitadas, como se quiera combatir la obesidad, el sobrepeso y las enfermedades ligadas a los trastornos de conductas alimentarias”, abundó.
La diputada Dora María Guadalupe Talamante Lemas argumentó que el sobrepeso y la obesidad están presentes en más del 35% de la infancia y en la misma proporción en adolescentes y jóvenes, pero de manera más alarmante en los adultos, pues 70% de la población tiene sobrepeso o es obesa.
Urgió a emprender una cruzada nacional contra esta pandemia que pone en riesgo la viabilidad del país. “Una vida saludable sólo es posible si se cuenta con los elementos normativos, presupuestales y de infraestructura que permitan una alimentación nutritiva y de calidad; que haya espacios idóneos para realizar actividades físicas e información y orientación sobre las consecuencias negativas de ingerir alimentos con altos niveles calóricos”.
El diputado Javier Gutiérrez Reyes señaló que los malos hábitos alimenticios en las familias son producto de la pobreza, del bombardeo publicitario de cientos de productos con altos contenidos calóricos que no favorecen a la salud y de una vida sedentaria y con falta de actividad deportiva.
Hizo votos por diseñar y ejecutar políticas públicas que proporcionen la alimentación correcta, contrarreste eficientemente la desnutrición, el sobrepeso, la obesidad y otros trastornos de la conducta alimentaria, así como poner mayores controles publicitarios -por ejemplo- en televisión y cine.
El diputado José Francisco Coronato Rodríguez sostuvo que el actual ritmo de vida origina un desconocimiento sobre las consecuencias que tienen una alimentación deficiente y el sedentarismo. Esto se ve reflejado en el aumento de casos de sobrepeso, pues aproximadamente 5.7 millones de infantes lo padecen, de los cuales el 36.9% son niños y 32% niñas, y en relación a los adultos, el 69% son mujeres con sobrepeso y obesidad contra el 73% que son hombres.
Las y los niños con sobrepeso, obesidad y trastornos alimenticios, sufren dificultades respiratorias, mayores riesgos de fracturas e hipertensión y marcadores tempranos de enfermedades degenerativas, así como problemas en su crecimiento, desarrollo, rendimiento escolar e intelectual, resaltó.
La diputada Bárbara Gabriela Romo Fonseca, manifestó que México gasta 7% del presupuesto destinado a salud para atender a la obesidad, sólo debajo de Estados Unidos que invierte el 9%. La mala alimentación, el sedentarismo, la falta de acceso a alimentos nutritivos son factores determinantes.
Refirió que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el sobrepeso y la obesidad son el quinto factor de riesgo de muerte en el mundo; cada año fallecen 2.8 millones de personas como consecuencia de este problema. Consideró que se requieren programas tendentes a educar desde niños y adolescentes, enfocados a cambios de estilos de vida, hábitos y conductas alimentarias.
En tanto, la diputada Daniela Díaz Magaña estimó que debe ser tarea permanente y central del Estado mexicano, el recobrar una dieta sana para la sociedad, especialmente de niños y jóvenes que en sus escuelas les ofrecen comida chatarra, haciéndolos adictos al azúcar y otros endulzantes.
Se pronunció a favor del dictamen, a fin de atender al sobrepeso, obesidad y los demás trastornos de conducta alimentaria, para que se transformen de manera expresa en materia de la salubridad general, lo cual debe girar sobre las políticas de prevención y educación a temprana edad.
La diputada Raquel Jiménez Cerrillo señaló que en las últimas tres décadas la tasa de obesidad se ha duplicado en todo el mundo y actualmente más de 600 millones de personas la padecen, así como más de mil 300 millones sufren de sobrepeso.
Los trastornos de conducta alimentaria son prevenibles, y por ello resaltó la importancia del dictamen que permitirá un impacto positivo en la lucha contra este mal.
La diputada Alma Marina Vitela Rodríguez precisó que los trastornos de conducta alimentaria alteran el bienestar físico y mental de las personas, sin importar edad, género o nivel socioeconómico. En el aspecto físico prevalecen padecimientos como la diabetes mellitus, hipertensión arterial, colesterol, enfermedades cardiovasculares e, incluso, el cáncer.
Mientras que en la salud mental, agregó, existen problemas como la depresión, que se intensifica en mayor grado en la infancia y adolescencia. Por ello, se pronunció a favor del dictamen.
Durante la discusión, el diputado Antonio Sansores Sastré comentó que se está ante un problema verdaderamente de salud el cual tiene que ver con la nutrición: consideró que aunque se hayan prohibido las comidas chatarras, se debieron haber semaforizado, para que la gente identificara que no se pueden comer las del foco rojo.
El diputado José Adán Abellaneda indicó que la reforma complementa el marco legal relativo a la implementación de acciones que ya son práctica común en un gran número de nuestras escuelas: el control de peso y talla de los menores en educación básica. “Sin duda, estas acciones serán parte fundamental de la concientización y la disminución de este problema que tanto aqueja a nuestra población”.
El diputado Víctor Emanuel Díaz Palacios puntualizó que este dictamen busca evitar que “nuestros niños ocupen el nada honroso primer lugar en la obesidad. Impedir, según un estudio de la UNAM, que se gasten 66 mil millones de pesos para atender la diabetes y la obesidad infantil”.