Cómo aprender a manejar la frustración en los niños.
Es importante que el entorno escolar sea un espacio de aprendizaje donde las relaciones e interacciones entre los estudiantes y los maestros propicien marcos de seguridad, confianza, camaradería, afecto y cordialidad. De esta manera, en el momento en el que, de forma natural e inherente, se presente cierto grado de frustración, el alumno será capaz –con la guía de su docente- de reconocer el origen de su frustración y de aprender a resolver, a remarcar sus aciertos y fundamentar una autoimagen positiva.