Sigue sonriendo. Estrategias para disminuir el estrés.
Ante momentos difíciles de alto estrés el organismo se debilita, se reducen las defensas y se vuelve vulnerable. El estrés agudo y crónico aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la tensión muscular e, incluso, al encontrarse ante una condición tensa o sorpresiva, se tiende a desarrollar hábitos poco saludables como el consumo de drogas, alcohol y tabaco. El aumento de la frecuencia cardiaca debido al estrés, eleva la demanda de oxígeno del corazón, lo que pudiera desencadenar problemas como angina de pecho o ritmos cardiaco anormales.