Enfermedad mental
El trastorno bipolar (TB) es una enfermedad que afecta una parte muy importante de la psicología humana: el estado de ánimo. Es ocasionada por una carga genética muy definida, que por esa inestabilidad que afecta la personalidad y conductas del paciente, a este le complica muchos aspectos de su desarrollo.
Por lo general se presenta entre los 18 y 20 años, o a inicios de la tercera década de la vida, es de las enfermedades mentales más comunes pero de las más difíciles de diagnosticar y que por ahora no tienen cura.
Una vez diagnosticada por un psiquiatra y con la información adecuada sobre el padecimiento, la enfermedad puede ser controlada mediante un tratamiento integral que le permite al paciente readaptarse para llevar una vida prácticamente normal.
El trastorno bipolar lleva del extremo de la depresión hasta la manía o hipomanía, que es un tipo de euforia “donde yo diría que es la única enfermedad donde el paciente no sólo no se siente mal, sino que se puede sentir incluso muy bien”, explica el Dr. Jaime Casares Queralt, psiquiatra y psicoanalista del Hospital Español.
Sin embargo, la hipomanía representa un problema mayúsculo para el paciente con TB, “porque puede ser que un individuo que normalmente no es muy movido, se vuelve activo y consigue cosas que de no estar en fase hipomaniaca no llevaría a cabo”, con apreciaciones de juicio que van a complicar su vida y la de quienes lo rodean, “quizás para siempre”.
Hablamos de que “son personas que ignoran que están enfermos, que los familiares tampoco saben que lo están, y no sólo eso, a veces los médicos tampoco saben que están mal, porque pueden haber estado tratando a un paciente deprimido, en vez de detectar que pasó a una fase de manía”, creen que ya lo controlaron.
Esta situación que se puede dar en episodios de manía leve, provoca que en México exista un amplio subdiagnóstico de la enfermedad, pues se estima la existencia de dos millones de enfermos con trastorno bipolar, pero posiblemente sólo entre 300 y 500 mil están diagnosticados y poco más de la mitad con tratamiento.
Los síntomas más visibles del trastorno bipolar ocurren durante la fase aguda en los periodos de manía y depresión, episodios que son como polos opuestos y con sintomatología muy distinta.
Manía bipolar:
• Aumento de la autoestima.
• Falta de sueño.
• Hiperactividad.
• Habla rápida.
• Pensamientos acelerados.
• Comportamiento impulsivo y fuera de control.
• Agitación y agresividad.
• Alucinaciones y delirios.
• Juicios alterados fuera del orden normal del paciente.
• Sexualidad inapropiada referente a las normas y moral del mismo paciente.
Depresión bipolar:
• Sentimientos de tristeza y desesperanza.
• Falta de energía.
• Problemas para dormir.
• Disminución del apetito.
• Pérdida de interés por actividades comunes.
• Dificultad para concentrarse.
• Apatía.
• Baja autoestima.
• Pensamientos suicidas.
Fuentes: Astra Zeneca, Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr. Ramón de la Fuente”, psiquiatra Jaime Casares Queralt.
