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Son muchos los indicadores de que puede haber problemas con la presión de los pulmones, o hipertensión pulmonar para ser más precisos. Se sabe que es una enfermedad donde la presión media presión media en la circulación pulmonar excede el valor de 25mmHg, y puede ser una consecuencia de otros padecimientos.
Los indicadores más claros de que hay problemas de hipertensión pulmonar, son dificultad para respirar, labios de tono azul, dolor en el pecho, fatiga crónica, tos seca, mareos o desmayos, y piernas o tobillos hinchados.
La evolución de esta enfermedad es rápida, lo cual ocasiona que el lado derecho del corazón aumente su esfuerzo para hacer circular la sangre hasta inducir insuficiencia cardíaca, y en muchos casos, provocar la muerte.
Lo más preocupante es que se trata de una enfermedad potencialmente mortal que afecta a más de 25 millones de personas en el mundo, de los cuales se estima que cinco mil son mexicanas. Aunque es dos veces más común en las mujeres, la hipertensión pulmonar afecta a personas de todas las edades, principalmente entre los 40 y 60 años de edad.
“Existe un tipo de HP, denominado Hipertensión Pulmonar Tromboembólica Crónica (HPTEC), condición que se desarrolla cuando no se elimina la obstrucción de los vasos pulmonares debido a un coágulo o varios episodios de embolia pulmonar, lo que conduce a un incremento en la presión dentro de estos vasos, y con el paso del tiempo, sino es detectada a tiempo, puede desarrollarse insuficiencia cardíaca”, explicó el Dr. Luis Bojorquez, cardiólogo-ecocardiografista de adultos.
Se sabe que las personas con hipertensión pulmonar pueden tener dificultad para efectuar tareas cotidianas como subir escaleras, caminar distancias cortas o simplemente vestirse, e incluso limitar sus actividades laborales, afectando negativamente en su economía y calidad de vida.
De acuerdo con la Sociedad Latina de Hipertensión Pulmonar, la HP puede ser causada por algunas enfermedades congénitas del corazón, padecimientos en pulmones y formación de coágulos sanguíneos en dicho órgano. Además, su presencia se asocia con enfermedad vascular del colágeno, VIH/SIDA y enfermedades autoinmunes que afectan el sistema respiratorio.
A pesar de que no hay cura para la hipertensión arterial pulmonar, en la actualidad existen diversas vías que pueden ayudar a reducir los síntomas y el ritmo de progresión de la enfermedad desde tratamientos con fármacos, hasta procedimientos quirúrgicos y trasplantes de corazón y/o pulmón.
Uno de los principales problemas en el control de esta enfermedad es la detección tardía, ya que suele confundirse con otras enfermedades como el asma, bronquitis crónica, neumonía y estados de estrés.
“Si los pacientes con hipertensión arterial pulmonar no son tratados a tiempo, la expectativa de vida es de dos años y medio, sobre todo en etapas avanzadas de la enfermedad. Sin embargo, con un diagnóstico oportuno y un tratamiento temprano, la supervivencia y la calidad de vida mejoran significativamente”, advirtió el Dr. Bojórquez.
El Laboratorio Bayer desarrolla un fármaco que ofrecerá importantes beneficios para mejorar las condiciones de salud de los pacientes con hipertensión pulmonar.
Para más información: Sociedad Latina de Hipertensión Pulmonar www.sociedadlatinahp.org