Si tu bebé llora mucho, esta irritable, no acepta alimentos, no aumenta de peso, tiene vómitos frecuentes y abundantes, no puede dormir, presenta dificultad para pasar los alimentos, tiene problemas respiratorios, cuando vomita presenta apnea, es decir, se ve interrumpida por segundos la respiración, produce mucha saliva o tiene mal aliento; es una señal de que podría padecer la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
El reflujo gastroesofágico es un padecimiento frecuente en los bebés, razón por la cual los padres suelen verlo como algo natural; sin embargo, al presentar alguno de los síntomas señalados anteriormente, es importante que acudan al médico, pues de no ser así, este problema puede desencadenar otras enfermedades más graves como lesiones en las paredes del esófago y/o problemas para ganar peso y talla, entre otras.
¿Qué ocasiona el reflujo?
El reflujo puede ser ocasionado por diferentes razones:
- Por debilidad del músculo circular que une el esófago con el estómago. Normalmente cuando se ingiere comida, este músculo se abre para facilitar el paso del alimento y luego se vuelve a cerrar, sin embargo, cuando se padece de reflujo, el músculo no se cierra permitiendo que la comida se regrese junto con los ácidos gástricos por el esófago. El retorno del alimento y ácido gástrico del estómago hacia el esófago es la causa de los síntomas y molestias del niño.
- Otras causas son el aumento en la producción de jugos gástricos o por inmadurez del aparato digestivo del bebé. Aunque esto último suele corregirse de manera natural a los 6 o 7 meses de edad cuando el bebé inicia con alimentos más sólidos pueden agravarse e iniciar con los síntomas típicos de la enfermedad por reflujo gastroesofágico. En este caso será necesaria la valoración médica quién determinará el mejor tratamiento para tu hijo.
Es importante por tanto, que este padecimiento se detecte oportunamente y evitar así complicaciones graves en la salud del bebé, como lesiones en las paredes del esófago. Si el reflujo es leve, se puede tratar a través de cambios en su postura y cambios en la alimentación.
Respecto a los cambios en la postura, se recomienda a los padres elevar el colchón de los bebés entre 40° y 60°, dependiendo del grado de la enfermedad para que adopte una posición semisentado; se pueden elevar los pies del bebé levemente para que no se resbale hacia abajo.
Los cambios en la alimentación se refieren a fraccionar la comida, de modo que le se le dé la misma cantidad pero separada, es decir, varias veces durante el día. Si no disminuye el reflujo a pesar de estas medidas, es necesaria la evaluación por un pediatra para que evalúe el tratamiento más adecuado para el bebé. Por otro lado las apneas son motivo de llevarlo inmediatamente al doctor, independiente de los meses que tenga tu pequeñ@.
Hoy en día existen tratamientos específicos para niños en presentaciones y dosis adecuadas y que ayudan a controlar la producción de ácido del estómago mejorando los síntomas. El tratamiento de AstraZeneca para la Enfermedad por Reflujo Gastroesofgico es una de las opciones actualmente, pero debes consultarlo tu médico. Recuerda que lo más importante es acudir con el especialista médico de manera inmediata.Para mayor información puedes visitar la página: www.astrazeneca.com.mx