«El embarazo realmente es una oportunidad para brindar a ti y a su bebé el mejor comienzo hacia un futuro saludable«, señala la Dra. Elisa Gómez, Gerente Médico del negocio de nutrición en Abbott.
Además, resalta que «al mantener niveles saludables de azúcar en la sangre durante el embarazo, las mujeres aún pueden tener un embarazo feliz y saludable, incluso con diabetes gestacional«.
- Crea una estrategia saludable de carbohidratos. La Dra. Gómez recomienda reemplazar los carbohidratos simples o los azúcares añadidos que se encuentran en el pan dulce, los pasteles, las galletas, los dulces y los refrescos, por alternativas con alto contenido de fibra como las verduras, el pan integral, las leguminosas y las semillas, así como también, incluir la ingesta de alimentos que contienen carbohidratos de bajo índice glicémico y baja carga glicémica a lo largo del día para mantener un nivel estable de azúcar en la sangre.
- Come platos pequeños durante el día. En lugar de tener 3 grandes comidas por día, cambia el hábito comiendo pequeñas porciones o una merienda que incluya:
- proteína, carbohidratos de bajo índice glicémico
- grasas saludables
- vitaminas y minerales cada 2 o 4 horas
- Mantente activa durante todo el embarazo. Si acostumbrabas hacer deporte de manera habitual antes del embarazo, habla con tu médico sobre seguir con tu rutina ahora. Mantenerse físicamente activa es importante antes, durante y después del embarazo Incluso haciendo caminatas de 15 minutos después de cada comida, puedes lograr un gran impacto positivo.
- Controla los niveles de azúcar en la sangre. Por lo general, los niveles de azúcar en la sangre deben medirse después de cada comida, pero es posible que tu médico te aconseje que realices las pruebas antes de las comidas y también a primera hora de la mañana.
- Comparte el diagnóstico con tu médico de atención primaria. Las mujeres con diabetes gestacional tienen un 60% de probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 más adelante, según la Dra. Gómez, así que mantente en contacto constante con tu médico de atención primaria. Incluso es probable que los especialistas puedan recomendar analizar tus niveles de azúcar en la sangre cada 1 a 3 años.
Con información proporcionada por Abbott.