Hay cierta creencia entre la población más joven de que el nuevo coronavirus SARS-Cov-2, que causa la enfermedad conocida como COVID-19, no los afecta y han considerado que son inmunes a la infección; sin embargo, expertos de la UNAM advierten que esta idea errónea demuestra que no han entendido la dimensión de la pandemia.
Para la doctora Ingrid Vargas, coordinadora de Investigación del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, aún no hemos dimensionado la gravedad de la pandemia del COVID-19 en México, de hecho, un sector que no le ha dado la importancia que merece es el de los jóvenes.
A pesar de que recientemente entramos a la Fase 2 de la contingencia por coronavirus Covid-19 y estuvimos un mes en Fase 1, “pareciera que a los jóvenes ‘no les ha caído el veinte’ del riesgo que corren y eso lo podemos apreciar, alertó, porque siguen saliendo a las calles haciendo una vida relativamente normal, pensando que no les va a pasar nada”.
La doctora Ingrid Vargas, quien participó en una transmisión en Facebook Live, junto con otros expertos de la Facultad de Medicina de la UNAM, el doctor Gustavo Oláiz Fernández, Coordinador del Centro de Investigación en Políticas, Población y Salud, (CIPPS) y la doctora Rosa María Wong Chew, jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica, consideró que “desafortunadamente somos una sociedad donde su gente no piensa en la gravedad de las enfermedades si no las percibe como algo que los va a matar”.
En este sentido, subrayó, el pensar que a mí no me va a pasar nada, es una de las razones por la que se hace más difícil el apego a los tratamientos o el cambio de hábitos más saludables en personas con enfermedades crónico degenerativas porque de repente piensan que la enfermedad no existe o que no es grave porque no los mata tan rápidamente y, en el caso de la Covd19 al ver que no hay muchos muertos, entonces dicen ¡ah, pues no hay de qué preocuparse! es decir, no hay una dimensión franca de la gravedad de la situación, enfatizó la doctora Vargas.
Por su parte, la doctora Rosa María Wong Chew, jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina de la UNAM recalcó que pese a que niños, adolescentes y jóvenes han demostrado mayor resistencia a la enfermedad debe de quedarles claro que no son inmunes y podrían agravarse.
Hay que recordar, dijo, que 80% de los enfermos de COVID-19 serán casos leves, 20% moderados o graves y, el 5% serán casos críticos; en este grupo, detalló, se encuentran los que presentan factores de riesgo como diabetes, obesidad e hipertensión.
Algo muy importante, acentuó la doctora Wong Chew, es que en México casi el 10 % de la población viven con diabetes, 10% son hipertensos y muchos tienen las dos condiciones juntas.
No olvidemos, dijo, Wong Chew que el primer fallecido por COVID-19 en México (18 de marzo 2020) fue un hombre joven de 41 años, mismo que presentaba una condición de salud vulnerable al presentar comorbilidades como obesidad y diabetes, que influyeron en un pronóstico fatal.
En este sentido, exhortó a no transpolar a nuestra realidad datos que nos vienen de otras poblaciones porque somos diferentes. Por ejemplo, en Estados Unidos hay pacientes críticos intubados de entre 20 y 50 años; esto no ocurre en China porque ahí es muy raro que pacientes menores de 50 años estén en terapia intensiva, no así en Europa en países como España o Francia donde sí han fallecido pacientes jóvenes.
En su oportunidad, el doctor Gustavo Oláiz Fernández, Coordinador del Centro de Investigación en Políticas, Población y Salud, (CIPPS), de la Facultad de Medicina de la UNAM, consideró que no obstante que “apenas estamos conociendo a este ‘bicho’ y que tenemos muy poco tiempo de enfrentarlo, apuntó que sí se sabe que la mayoría de las personas que son infectadas con el virus no se vuelven pacientes, sino portadores, por ello, la importancia de medidas como el alistamiento social y quedarse en casa.
Lo que sí se ha descubierto últimamente, explicó, el doctor Oláiz Fernández, es que “los niños tienen que ver con la transmisión del coronavirus porque como a ellos no les dan infecciones graves, a menos que padezcan enfermedades, ellos son los que están transmitiendo el virus a diferentes personas, entonces eso es importante describirlo y no subestimar que a los jóvenes también les puede dar“, puntualizó.
Por lo que se refiere a la OMS, Michel Ryan, director ejecutivo del programa de emergencias, señaló en días pasados que el COVD-19 no es una enfermedad fatal sólo para las personas mayores, “no hay duda que las personas más jóvenes y saludables experimentan una enfermedad mucho menos grave, pero, advirtió, que un número significativo podría desarrollar una forma más grave de la enfermedad”.
Un estudio realizado por el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCDC) refirió que, aunque en las personas menores de 60 años la mortalidad es muy baja, sí han fallecido personas jóvenes en el mundo a causa del nuevo virus.
Recordemos el caso de Julie, una adolescente francesa víctima del coronavirus a los 16 años, “sólo tenía un poco de tos hace una semana”. Sin patologías previas. Tras dar negativo en dos pruebas en el hospital, llegó el resultado de uno hecho antes y era positivo. “Su piel estaba aún tibia”, rememoró su madre.