Miembros de la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) recorrieron el pasado 14 de mayo de 2018, las casas de campaña de los candidatos a la presidencia de México para dejar su Propuesta de política contra la obesidad [1] junto con una carta y documentos que informa la situación actual de las políticas para la prevención de la obesidad que se están desarrollando.
En la carta dirigida a cada uno de los candidatos se expone la dimensión que ha alcanzado la obesidad en México y sus proyecciones a futuro si no se actúa.- De acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Medio Camino 2016, “El sobrepeso y la obesidad afectan ya al 33% de la población infantil y al 72.5% de la población adulta” [2]. Es decir en México el sobrepeso y la obesidad constituyen una epidemia que afecta a 7 de cada 10 adultos y 1 de cada 3 niños y adolescentes.
- Las enfermedades atribuibles al sobrepeso y la obesidad, como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, son la primer causa de muerte en México; el 39.2% de la mortalidad en México es atribuida a estas dos enfermedades [3].
- La población más vulnerable en esta situación es la infantil ya que un niño con obesidad tiene un 80% de probabilidad de ser un adulto obeso y estar en riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como:
- diabetes
- enfermedades cardiovasculares
- En el estudio “Burden of type 2 diabetes in Mexico: past, current and future prevalence and incidence rates” [4], se indica que 1 de cada 2 niños mexicanos podría desarrollar diabetes a lo largo de su vida si no se actúa de fondo.
- La eficacia de las intervenciones preventivas alimentarias y de actividad física, señalando su capacidad de prevención de hasta 80% de los casos de diabetes y enfermedad cardiovascular [5] y 30% de algunos tipos de cáncer [6].
En la misiva, se menciona a los candidatos, que los documentos internacionales signados por México contienen las recomendaciones de política pública contra la obesidad: “Desde hace un par de décadas organismos internacionales han definido políticas y regulaciones para la modificación de dicho entorno. En 2004, la Organización Mundial de la Salud (OMS) urgió a los gobiernos a implementar las medidas de la Estrategia Mundial sobre Dieta, Actividad Física y Salud. Diez años después, en 2014, el Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad en la Niñez y la Adolescencia de la Organización Panamericana de la Salud fue firmado por los Ministros de Salud en la región de las Américas, incluida la representación mexicana. El último Informe para Acabar con la Obesidad Infantil 2016 de la OMS actualiza algunas recomendaciones y refrenda la necesidad de proteger a la población infantil”.
En u comunicado de prensa informa que a su consideración actualmente:
- El etiquetado en los empaques de bebidas y alimentos puede mejorarse ya que el actual “no es adecuado y que no saben interpretar ni siquiera los estudiantes de nutrición“.
- Es necesario fortalecer la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas altos en azúcares, grasas y sal que deja fuera los horarios y programas más vistos por los niños así como otros medios y herramientas de mercadotecnia como:
- internet,
- anuncios en calle,
- uso de personajes y regalos;
- Existe una presencia continua de alimentos y bebidas no saludables dentro y fuera de las escuelas y escaza oferta de alimentos saludables y agua potable gratuita.
“Un estudio de 2010 indica que la implementación de estas acciones, en combinación con campañas en medios masivos y una política fiscal fuerte, costaría 40.85 pesos por persona, mientras que el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) calculó que las pérdidas económicas por la obesidad equivalen a 840 pesos por persona, es decir es 21 veces más barato prevenir que atender el problema cuando se hace bien“, señaló Fiorella Espinoza, coordinadora de investigación en salud de El Poder del Consumidor.
Las organizaciones que integran La Alianza por la Salud Alimentaria invitaron a los candidatos refrendar el compromiso de desarrollar una política integral de prevención del sobrepeso, la obesidad y la diabetes siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, los organismos internacionales independientes y los institutos de salud de nuestro país, políticas y regulaciones sustentadas en la mejor evidencia científica, priorizando la salud de la población por encima de los intereses comerciales[.]
[referencias]