El estiramiento pasivo difiere del estiramiento activo en que el primero implica una fuerza externa (otra persona o gravedad) que lo estira, mientras que el estiramiento activo se realiza por cuenta propia.
Los resultados de una investigación expuestos en el artículo «Evidence for improved systemic and local vascular function after long‐term passive static stretching training of the musculoskeletal system» [1] (Evidencia de una mejor función vascular sistémica y local después del entrenamiento de estiramiento estático pasivo a largo plazo del sistema musculoesquelético) publicada en el Journal of Physiology muestra que 12 semanas de un estiramiento pasivo que es fácil de administrar ayuda a mejorar el flujo sanguíneo al facilitar la dilatación de las arterias y disminuir su rigidez.
Los cambios que observaron en los vasos sanguíneos podrían tener implicaciones para enfermedades, incluida la principal causa de muerte en el mundo, la enfermedad cardíaca.
Investigadores de la Universidad de Milán asignaron a 39 participantes sanos de ambos sexos a 2 grupos:
- El grupo de control no se sometió a ningún estiramiento.
- El grupo experimental realizó estiramientos de piernas 5 veces por semana durante 12 semanas.
Los investigadores evaluaron el efecto del estiramiento pasivo en el flujo sanguíneo localmente y en la parte superior del brazo. Descubrieron que las arterias tanto en la parte inferior de la pierna como en la parte superior del brazo habían aumentado el flujo sanguíneo y la dilatación cuando estaban estimuladas, junto con una disminución de la rigidez.
Ambos cambios pueden tener implicaciones para padecimientos como:
- enfermedades cardíacas
- derrames cerebrales
- diabetes
Ya que estas se caracterizan por cambios en el control del flujo sanguíneo, debido a un sistema vascular deteriorado.
Si este estudio se replica en pacientes con enfermedad vascular, podría indicarnos si este método de entrenamiento podría servir o no como un nuevo tratamiento libre de fármacos para mejorar la salud vascular y reducir el riesgo de enfermedad, especialmente en personas con movilidad reducida.
Además, el estiramiento también se puede usar durante la hospitalización o después de intervenciones quirúrgicas, para preservar la salud vascular cuando los pacientes tienen baja movilidad. También puede ser realizado en casa por las/los cuidadores o familiares.
«Esta nueva aplicación de estiramiento es especialmente relevante en el actual período pandémico de mayor confinamiento en nuestros hogares, donde la posibilidad de realizar un entrenamiento en nuestro beneficio para mejorar y prevenir enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y otras afecciones es limitada«, comentó Emiliano Ce, autor del artículo[.]