Hoy en día es muy común escuchar que las personas a nuestro alrededor experimentan estrés, incluso, nosotros mismos lo hemos experimentado.
Esto debido al estilo de vida tan acelerado, así como el trabajo, las finanzas personales, entre muchas circunstancias más que pueden verse reflejados de manera negativa en nuestra salud. Ejemplo de ello, es la mala alimentación, la ingesta de alimentos procesados, así como la inactividad física o la falta de sueño.
De acuerdo con la UNAM, el estrés “es una respuesta automática y natural del cuerpo ante situaciones desafiantes; los cambios positivos, negativos o imaginarios son capaces de detonarlo.”
Los síntomas pueden variar en cada persona; pero sin duda, uno de ellos es la relación con la comida, orillándonos a comer para sentir calma y no por responder a la necesidad fisiológica, desarrollando así un problema de la conducta alimentaria que se define como hambre emocional, sin embargo, esto puede desencadenar en obesidad.
En ese sentido, la Dra. Ruth Carmina Cruz Soto, especialista en Obesidad y Trastornos de la conducta alimentaria menciona que “la relación que existe entre el estrés y el consumo elevado de calorías, incrementa la actividad de las vías endocrinas, lo que deriva en un aumento de peso por acumulación de grasa”.
“Lo anterior debido al aumento de la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos, lo que a su vez, disminuye los niveles de leptina, la hormona que ayuda a moderar la sensación de hambre, así como la cantidad de grasa almacenada en el cuerpo”, dice la experta.
De acuerdo con la Dra. Cruz, “el estrés en personas que viven con obesidad, tiene un mayor impacto que en la población en general, es por ello que la prevalencia de trastornos depresivos y ansiosos en este sector poblacional llega a un 30%. De ahí la importancia de reconocer que el estrés es un factor que puede empeorar la salud mental y la salud en general de las personas que viven con obesidad”.
Consejos para reducir el estrés
Practica ejercicio físico, sal a correr, dedica un momento para caminar, realiza un viaje en bicicleta. Te ayudará a no perder la motivación de tener una vida saludable y además, es una excelente forma de relajarte.
- Intenta hacer al menos una cosa al día que esté enfocada en ti. Si sientes mucho estrés y ansiedad, toma una pausa y haz algo que te permita disfrutar.
- Respeta tus horarios de comida. Cuando tienes tiempos establecidos para comer los alimentos que elegirás serán mucho más sanos.
En resumen: para manejar el estrés a través de un estilo de vida saludable, es importante contar con una alimentación rica en nutrientes, realizar ejercicio de manera regular, llevar a cabo meditación, pero lo más importante, acércate con especialistas que te orienten de manera adecuada para sobrellevar esta situación y no poner en riesgo tu salud.