A lo largo de nuestra vida, el piso pélvico se va debilitando por algunos factores, tales como “tener un estilo de vida sedentario, partos múltiples, bebés de gran peso al nacer, obesidad, esfuerzo crónico, ejercicio de alto impacto y practicar ciertos deportes«, nos explica Katie Beckham, fisioterapeuta de salud pélvica del Houston Methodist Hospital,
Agrega que “el fortalecimiento de la cadera ha demostrado ser útil para robustecer los músculos del piso pélvico y la activación del músculo de bajo vientre o ‘skninny jeans’. ¿Cómo hacer esto? Imaginen cuando quieren ponerse unos jeans apretados, lo que hacemos es comprimir los músculos del estómago hacia atrás en dirección a la columna vertebral. Pues este simple ejercicio, que muchas mujeres realizan cotidianamente al ponerse los jeans, es excelente para mantener los músculos pélvicos sanos«. Cuando el debilitamiento del piso pélvico es menor, existen terapias que ayudan a fortalecer los músculos del piso pélvico, tales como los ejercicios de Kegel. A la pregunta expresa de por qué no es recomendable ejercitar el piso pélvico conteniendo la respiración, la especialista del Houston Methodist Hospital aseguró que “problemas como la incontinencia urinaria o el prolapso a menudo se deben al aumento de la presión intraabdominal, por lo que tenemos que enseñarle al paciente que no se debe dejar de respirar durante las actividades de levantamiento de objetos o cuando se realiza una rutina de pesas”.A menudo, cuando el daño de los músculos del piso pélvico se agrava y los ejercicios no son ya suficientes, es necesario pensar en cirugía. Al respecto, Katie Beckham explicó que una paciente con este problema debe estar atenta a los siguientes síntomas y signos inminentes para ser sometido a un procedimiento quirúrgico: “Cuando la persona presenta dificultad para vaciar los intestinos o la vejiga, si tiene una sensación dolorosa de pesadez o bien, si siente un bulto en la abertura vaginal, es momento de evaluar con el médico la posibilidad de una cirugía de piso pélvico”.