En la actualidad, las enfermedades crónicas causan daños severos y hasta la muerte en mujeres y hombres. La Enfermedad Arterial Periférica (EAP) es un trastorno que afecta aproximadamente a una cuarta parte de la población mayor a 50 de edad, con mayor incidencia en hombres, pero no exento en las mujeres.
La EAP es un padecimiento que se caracteriza por la acumulación de grasa en las arterias, principalmente en piernas, arterias del corazón, cerebro, brazos, riñones y estomago; ello impide que la sangre fluya y pueda causar la pérdida de sensibilidad, inmovilidad y en ocasiones amputación.
Se manifiesta cuando las arterias de las piernas se obstruyen por la formación y depósito de placas de grasa y otras sustancias, algo que se conoce como ateroma, el cual limita o impide el flujo normal de la sangre, provocando una serie de manifestaciones.
Síntomas
• Fatiga, pesadez, cansancio, calambres, hormigueo, adormecimiento en los músculos de las piernas, glúteos, muslos o pantorrillas, durante actividades como subir escaleras o al hacer ejercicio.
• Calambres o dolor en las piernas y pies durante el descanso, los cuales incluso pueden interrumpir el sueño.
• Llagas o heridas en los dedos de los pies, pueden tornarse azules o pálidos.
• Temperatura más baja en un pie que en el otro.
• Falta de crecimiento de las uñas y vello de las piernas.
Factores de riesgo:
• Tener más de 50 años de edad,
• Fumar,
• Ser diabético (Uno de cada 3 diabéticos mayores de 50 años tiene alta probabilidad de padecer EAP), Hipertensión arterial o historial de enfermedades vasculares, como ataque al corazón o cerebro.
• Vida sedentaria,
• Insuficiencia cardiaca (Tienen una probabilidad del 30% de padecer esta enfermedad).
Tratamiento
• Cambio del estilo de vida: Mantener peso adecuado, dejar de fumar, reducir niveles elevados de presión sanguínea, colesterol o glucosa, seguir una dieta sana, e incrementar la actividad física.
• Tratamiento medicamentoso como Cilostazol.
• Procedimientos médicos y quirúrgicos como: la angioplastia, técnica que consiste en introducir un balón para dilatar una arteria ocluida total o parcialmente, con el fin de restaurar el flujo sanguíneo, obstruído por placas de colesterol.
La prevención es la mejor cura para cualquier enfermedad. No olvides acudir a tu médico, el diagnóstico oportuno es necesario para el éxito de un tratamiento.