Esta categoría es cambiante porque se define en términos de mercado. Son drogas estimulantes sintéticas que producen efectos intensos en el sistema nervioso y cardiovascular del que las consume.
[media-credit name=» YuliyaM » align=»aligncenter» width=»562″][/media-credit]A partir del compuesto original, la anfetamina (inicialmente diseñada para tratar a pacientes con asma), se sintetizaron sustancias como la metanfetamina (cristal, hielo, ice) y las tachas o éxtasis (MDMA) y otras con mayor potencial adictivo. También se les conoce como “drogas de diseño” o estimulantes de tipo anfetamínico.
La anfetamina usada fuera de prescripción médica también puede producir abuso y adicción. Las vías de administración de las anfetaminas son:
- oral
- intravenosa
- fumada y esnifada (aspiración por la nariz).
Panorama de consumo
Escala mundial
Son el segundo tipo de sustancia regulada más consumida en el mundo; en promedio con 34 millones de consumidores.
En México
- Ocho de cada mil (0.8%) personas han usado estimulantes de tipo anfetamínico alguna vez en su vida.
- Más del 40% de los consumidores de entre 20 a 29 años de edad las señalan como droga de impacto.
- Cerca de 7 mil personas reportan a las metanfetaminas como droga de inicio.
¿Qué provoca este tipo de droga?
Los efectos del consumo de anfetaminas pueden dividirse en agudos, de dosis altas y de tipo crónico:
Agudos
- Pérdida del apetito.
- Sensación de euforia.
- Inestabilidad del estado de ánimo.
- Respiración agitada.
- Irritabilidad, aumento de la agresividad.
- Aumento de la energía y actividad.
- Ideación paranoide (sensación de ser perseguido).
- Pérdida del sueño.
- Aumento de la frecuencia cardíaca.
- Aumento de la presión arterial.
A dosis altas
- Temblores.
- Conductas violentas.
- Hemorragias nasales.
- Alucinaciones con sensación de tener insectos bajo la piel.
- Aumento de la temperatura del cuerpo.
Crónicos
- Pérdida importante del peso corporal.
- Lesiones en la piel y mayor riesgo de contraer infecciones (sobre todo con el “cristal”).
- Pérdida de piezas dentales (especialmente con el “cristal”).
- Mayor probabilidad de padecer trastornos mentales (ataques de pánico, ansiedad, depresión).
- Riesgo de problemas cardiovasculares graves.
- Riesgo de contraer VIH y hepatitis (por la vía intravenosa).
- Deterioro en la capacidad de toma de decisiones y autocontrol.
Ante cualquier duda, sospecha o necesidad de tratamiento, es importante acudir al especialista para el diagnóstico, estudios y la medicación adecuada en caso de requerirla.
Referencias
- Información del Cuadernillo de la Fundación Gonzalo Río Arronte, I. A. P: Guía del comunicador. Información sobre trastornos del uso de drogas. Grupo de expertos convocados y coordinados por la oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito en México.