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El trastorno bipolar tipo 1 es una de las enfermedades mentales más estigmatizadas y mal comprendidas. A pesar de que más de 3 millones de mexicanos la padecen, más del 50% no ha sido diagnosticado, lo que deja a miles de personas sin acceso a tratamiento y con un alto riesgo de complicaciones severas.
A nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 40 millones de personas viven con esta condición, una de las principales causas de discapacidad. Sin embargo, el desconocimiento y los prejuicios impiden que se hable abiertamente del tema.
¿Qué es el trastorno bipolar tipo 1?
Contrario a la creencia popular, el trastorno bipolar tipo 1 no es simplemente una serie de cambios de humor. Se caracteriza por episodios de manía extrema, que pueden llevar a conductas impulsivas, delirio e incluso hospitalización. En la fase depresiva, las personas pueden experimentar desesperanza, aislamiento y pensamientos suicidas. Sin tratamiento, estos ciclos se intensifican y afectan profundamente la calidad de vida.
Según el Sistema de Salud contra las Adicciones 2024, la ansiedad y la depresión son los trastornos más frecuentes en México, afectando mayormente a mujeres. Sin embargo, los trastornos del estado de ánimo, como la bipolaridad, también requieren atención urgente, ya que el suicidio sigue siendo una de las principales causas de muerte en personas con enfermedades mentales no tratadas.
Rompiendo el silencio: el testimonio de Maureen Terán
Maureen Terán, conferencista, escritora y fundadora de Es Tiempo de Hablar A.C., ha convertido su historia en un mensaje de esperanza. Diagnosticada con trastorno bipolar tipo 1 a los 27 años, pasó siete años en negación, convencida de que su condición era pasajera.
“Cuando pierdes la noción de la realidad, no le tienes miedo a nada”, relata. Uno de sus episodios más críticos ocurrió en Oxford, Inglaterra, cuando escaló un campanario creyendo que tenía superpoderes.
“Aceptar mi diagnóstico no me quitó nada, me devolvió todo”, asegura. Su experiencia demuestra que la bipolaridad no define a una persona, pero asumir la responsabilidad de su tratamiento puede cambiar su vida.
El peligro del estigma y la falta de tratamiento
El miedo a ser etiquetado como «loco» impide que muchas personas busquen ayuda. De hecho, 90% de los trabajadores que han enfrentado problemas de salud mental no se sienten cómodos hablándolo en su entorno laboral.
La falta de información también perpetúa la discriminación. Muchas personas asocian el trastorno bipolar con inestabilidad o peligro, cuando en realidad un paciente con el tratamiento adecuado puede llevar una vida completamente funcional.
Claves para una mejor calidad de vida con trastorno bipolar
El diagnóstico es solo el primer paso. Mantener el tratamiento es crucial, ya que el 50% de los pacientes abandona su medicación en algún momento, lo que aumenta el riesgo de recaídas.
Además de la terapia farmacológica, los expertos recomiendan:
✔ Hábitos saludables: alimentación balanceada, ejercicio y un sueño regular.
✔ Terapia psicológica: para fortalecer el manejo emocional.
✔ Red de apoyo: familiares y amigos informados pueden marcar la diferencia.
Hacia un futuro sin tabúes
Hablar de salud mental no debería ser un lujo, sino una prioridad. Romper el estigma es responsabilidad de todos: sociedad, gobierno y sector salud.
“No tengan miedo de pedir ayuda”, concluye Maureen. “Ir al psiquiatra no significa que estés loco, significa que quieres estar bien”.