Más allá del problema físico que implica padecer de infertilidad, está el factor social que afecta de manera radical a las parejas en su economía, comunicación y su psicología. La presión de la familia y amigos, junto con los pesares propios del problema los puede llevar a la separación.
Hoy en día los problemas de infertilidad no son sólo físicos, un buen porcentaje de ellos tiene que ver con el aplazamiento de la maternidad por el deseo de desenvolverse profesionalmente. Algunas mujeres deciden tener hijos hasta los 35 años, cuando sus niveles de producción de óvulos son bastante bajos. Es importante recordar que la etapa más fértil de una mujer es de los 24 a los 28 años, declina a los 30 y los 35 ya es mucho más difícil resolver la situación.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y la OMS (Organización Mundial de la Salud) se sabe que el 18% de las parejas en México padece de infertilidad y que más del 90% de los problemas de infertilidad tienen solución con algún tratamiento de reproducción asistida. Esta tecnología ha ido avanzado con el paso de los años, brindándole a los pacientes un sin fin de opciones en cuanto a tratamientos que se adecuen a sus bolsillos y a sus necesidades personales.
El Centro Especializado en Infertilidad y Atención a la Mujer (CEFAM), es un lugar en el que a través de tecnología de vanguardia se brinda a las parejas un tratamiento que va más allá del logro del embarazo. Consideran de vital importancia que la pareja atraviese por esta experiencia con asesoría psicológica pues los ayudará a superar los fracasos y también unirse como pareja. Algunas de las técnicas novedosas que manejan son: fecundación in vitro, donación de óvulos, vitrificación de embriones, inseminación artificial, entre otras.
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