La Alianza de las Naciones Unidas para la Moda Sostenible, lanzada el pasado 14 de marzo en la Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente, busca detener las prácticas perjudiciales para el medio ambiente y la sociedad en este sector, y convertirlo en un motor de la acción ambiental.
La industria de la moda es el segundo consumidor de agua a nivel mundial, genera alrededor de 20% de las aguas residuales y libera medio millón de toneladas de microfibras sintéticas al océano cada año. El consumidor promedio compra 60% más prendas de ropa que hace 15 años y cada artículo se conserva la mitad del tiempo.
La Alianza está mejorando la colaboración entre las agencias de las Naciones Unidas al analizar sus esfuerzos para hacer que la moda sea sostenible, identificar soluciones y vacíos en sus acciones y presentar estos hallazgos a los gobiernos para activar las políticas necesarias.
El evento de lanzamiento albergó una serie de instalaciones de moda “pop-up”, con apariciones de invitados especiales, como las embajadoras de Buena Voluntad de la ONU Nadya Hutagalung, supermodelo indonesia-australiana, y el estrella del pop chino Karry Wang.
«Muchas personas sucumben a la compra de tendencias estacionales que luego se desechan en un par de meses, y simplemente eso no es sostenible«, dice Hutagalung. «En el lanzamiento de esta alianza podemos ver a personas que desarrollan nuevas fibras sostenibles, con bajo impacto en el agua y en el medio ambiente en donde se producen«, indicó.
El evento incluyó una serie de historias cortas de actores clave del sector y presentaciones interactivas impartidas por expertos en ropa que expusieron los mejores diseños y materiales sostenibles.
La Alianza utiliza el poder de convocatoria de la ONU para atraer a la mesa a personalidades y organizaciones importantes de la industria. Por ejemplo, la Alianza está ayudando a la Iniciativa de Moda Ética, lanzada por la ONU y la Organización Mundial del Comercio, para llevar a cabo foros anuales de alto nivel que involucran a Hugo Boss, Gap, H&M y otras empresas relevantes.
La Alianza de las Naciones Unidas para la Moda Sostenible crea una plataforma y un diálogo común para una gran cantidad de agencias de la ONU, como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, que está promoviendo la Moda Azul, aquella que utiliza materiales marinos sostenibles y protege las tierras cultivables; el Centro de Comercio Internacional ha establecido la Iniciativa de Moda Ética para destacar a los artesanos del mundo en desarrollo; y ONU Medio Ambiente está presionando a los gobiernos para que fomenten prácticas de fabricación sostenibles.
“Ante las crecientes amenazas ambientales, existe una necesidad urgente de cambiar radicalmente nuestros sistemas de consumo y producción. En este sentido, una industria de la moda más sostenible tiene un papel fundamental que desempeñar”, dijo Naoko Ishii, directora ejecutiva y presidenta del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés).
La industria de la moda está valorada en alrededor de US$ 2.4 billones y emplea a más de 75 millones de personas en todo el mundo. El sector pierde cada año un valor de casi US$ 500 mil millones debido a la falta de reciclaje y la ropa que se arroja a vertederos sin ser vendida.
La industria produce de 8% a 10% de las emisiones globales de carbono, más que todo el transporte marítimo y los vuelos internacionales combinados. Parte de estas emisiones provienen del bombeo de agua para regar cultivos como el algodón, los pesticidas a base de aceite, la maquinaria para la cosecha y las emisiones del transporte. La industria hace uso de 24% de los insecticidas y 11% de los pesticidas.
«La Alianza para la Moda Sostenible de las Naciones Unidas no percibe la sostenibilidad como una limitación para la moda, sino más bien como un desencadenante para aportar verdadera creatividad y pasión a la industria«, dijó el Siim Kiisler, presidente de la cuarta Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente.