En la Sesión de la Comisión Permanente se aprobó el dictamen que exhorta a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, federales y de las entidades federativas, así como a los órganos con autonomía reconocida por la Constitución, a que continúen impulsando el desarrollo de la acción de amamantamiento de las madres a sus bebés, en términos del artículo 28 de la Ley Federal del Trabajo.
También se pidió a la Secretaría de Salud que informe los avances del Proyecto de la Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-OSO-SSA2-2018, para el fomento, protección y apoyo a la lactancia materna, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 2 de mayo de 2018.
El documento reconoce que la lactancia materna es un derecho fundamental, universal, imprescriptible e inalienable de las niñas, niños y mujeres. Constituye un proceso, en el cual el Estado y el sector público tienen la obligación de proveer su protección, apoyo y promoción, a efecto de garantizar la alimentación adecuada, la salud, el crecimiento y el desarrollo integral de los lactantes, niños pequeños y de las propias madres.
“Todas las madres deben tener acceso a un apoyo especializado para iniciar y mantener la lactancia exclusivamente materna durante 6 meses e introducir en la dieta del niño alimentos complementarios adecuados e inocuos en el momento oportuno, sin abandonar la lactancia materna hasta los dos años de edad o más”, añade.
En México, con la NOM, existe evidencia científica que demuestra que la lactancia hasta los 2 años de edad reduce la mortalidad infantil de 55% a 84%; convirtiéndose en la forma más segura, inocua y que proporciona anticuerpos que ayudan a proteger contra enfermedades frecuentes en la infancia.
Los infantes amamantados:
- obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia
- tienen menor probabilidad de presentar sobrepeso y obesidad
- una menor propensión a diabetes en etapas posteriores de la vida
De conformidad con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la malnutrición ha sido la causa, directa o indirectamente, del 60% de los 10.9 millones de defunciones registradas cada año entre las niñas y niños menores de 5 años.
Más de ⅔ de esas muertes, a menudo relacionadas con unas prácticas inadecuadas de alimentación, ocurren durante el primer año de vida. Tan sólo un 35% de los lactantes de todo el mundo son alimentados exclusivamente con leche materna durante los primeros 4 meses de vida.
Además, la alimentación complementaria suele comenzar demasiado pronto o demasiado tarde, y con frecuencia los alimentos son nutricionalmente inadecuados e insalubres. Las niñas y los niños malnutridos que sobreviven caen enfermos más a menudo y sufren durante toda su vida las consecuencias del retraso de su desarrollo.
El aumento de la incidencia del sobrepeso y la obesidad entre las niñas y los niños es también motivo de gran preocupación, puesto que las prácticas inadecuadas de alimentación constituyen una gran amenaza para el desarrollo social y económico, son uno de los obstáculos más graves a los que se enfrenta este grupo de edad para alcanzar y mantener la salud.
La presidenta de la Primera Comisión: Gobernación, Puntos Constitucionales y Justicia, diputada Dulce María Sauri Riancho, explicó que se debe reconocer que la lactancia materna es un derecho fundamental, universal, imprescriptible e inalienable de las niñas, niños y mujeres. Constituye un proceso en el cual el Estado y el sector público tienen la obligación de proveer su protección, apoyo y promoción, argumentó[.]