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Si pasas varias horas frente a la computadora, atrapada entre juntas y pendientes, tu alimentación puede ser tu mejor aliada para cuidar de tu bienestar. Y uno de los nutrientes clave que muchas mujeres de oficina pasan por alto es la fibra.

Aunque se ha relacionado solo con aliviar el estreñimiento, consumir suficiente fibra diariamente aporta muchos beneficios más. “Las personas tienen la creencia de que la fibra es importante únicamente para mantener sano el sistema digestivo. Sin embargo, obtener suficiente fibra de los alimentos es mucho más relevante. Una de las razones fundamentales es que otorga grandes beneficios a la salud cardiovascular”, afirma Amanda Beaver, nutrióloga del bienestar en el Hospital Houston Methodist.
¿Sabías que la mayoría de las mujeres no consume la fibra necesaria?
De acuerdo con datos de la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos, solo el 9% de las mujeres ingiere suficiente fibra al día. La recomendación es consumir 25 gramos diarios para mujeres menores de 50 años y 21 gramos si se supera esta edad.
Así que si quieres sentirte más ligera, cuidar tu corazón y mejorar tu energía diaria, la fibra debería ser parte fundamental de tu alimentación.
Los superpoderes de la fibra
Más allá de la digestión, la fibra ayuda a:
- Reducir la presión arterial.
- Disminuir los niveles de colesterol.
- Prevenir picos de glucosa en sangre.
- Fortalecer el microbioma intestinal.
- Generar mayor sensación de saciedad (perfecto para evitar antojos entre reuniones).
“Yo recomiendo incluir una buena fuente de fibra en cada comida para garantizar que cumplamos nuestros requerimientos diarios y, de paso, obtener vitaminas y minerales que se encuentran de forma natural en los alimentos altos en fibra”, señala la especialista Amanda Beaver.
¿Qué alimentos debes agregar a tu lunch de oficina?
Algunas opciones ricas en fibra que puedes incluir en tu día a día son:
- Semillas: almendras, pistaches, linaza, chía.
- Leguminosas: frijoles, lentejas, garbanzos, edamames.
- Granos enteros: avena, quinoa, pan integral.
- Vegetales: brócoli, zanahorias, col rizada, espárragos.
- Frutas: moras, manzanas, peras, aguacate.
Un tip de la experta: “Prefiere alimentos enteros y naturales. Evita depender de productos procesados que se promocionan como altos en fibra, ya que a veces contienen cantidades excesivas que pueden causar malestar intestinal”.
¿Cómo incrementar tu consumo de fibra fácilmente?
Incorporar más fibra a tu rutina no tiene que ser complicado:
- Agrega semillas de chía a tu smoothie de la mañana.
- Cambia el arroz blanco por quinoa o cebada.
- Disfruta una avena con moras como desayuno rápido.
- Incluye frijoles o lentejas como guarnición en tu comida.
- Suma aguacate a tus ensaladas o tostadas.
- Prepara brocoli o coles de Bruselas en freidora de aire como snack.
Y si te preguntas si es posible consumir “demasiada fibra”, la respuesta es sí. “Los productos ultra procesados con altas cantidades de fibra, como algunas barras de proteína, pueden causar inflamación, diarrea o incluso estreñimiento si se abusa de ellos”, advierte Amanda Beaver.
Por eso, lo mejor es elegir fuentes naturales de fibra que la naturaleza nos ofrece, como frutas, verduras, semillas y granos integrales.
¡Dale a tu cuerpo el impulso que necesita!
Si quieres tener más energía, una digestión saludable y cuidar tu salud a largo plazo, empieza a darle a la fibra el lugar que merece en tu alimentación diaria. Tu mente, tu cuerpo y hasta tu desempeño en la oficina te lo van a agradecer.