Aunque son conocidas algunas complicaciones relacionadas con la diabetes mal controlada como pérdida de la visión, pie diabético o falla renal, poco se aborda el impacto que tiene en la salud sexual, tanto en hombres como en mujeres, aunque se hable poco sobre sexualidad femenina.
La Federación Internacional de Diabetes (FID) estima que casi uno de cada dos adultos con diabetes no sabe que tiene la enfermedad.
En palabras de Jacqueline Alcántara, educadora en diabetes de BD Ultra-Fine™ “esto complica más la situación ya que retrasa el diagnóstico oportuno permitiendo que avance la diabetes y se demore una insulinización temprana para mantener los niveles glucémicos en control, sin mencionar el tabú social que aún representa, tanto la diabetes misma como la salud sexual”.
Aún para las mujeres con diagnóstico franco de diabetes es difícil abrirse ante estos temas íntimos para determinar la relación entre ambas afecciones, así como un abordaje adecuado para manejarlo y mejorar su calidad de vida, ya que la salud sexual no se refiere a una serie de etapas que implican el deseo, la excitación, el orgasmo y la relajación, que es cuando culmina.
“Es más común de lo que parece que las personas descubran que tienen diabetes cuando van al ginecólogo, sin imaginarse que es una alteración de la glucosa lo que está ocasionando el problema que fueron a revisarse, o que al menos está complicando la situación”, agrega.
Por múltiples factores, tanto emocionales como físicos, el vivir con diabetes disminuye el deseo y la respuesta sexual.
La sequedad vaginal y las relaciones sexuales dolorosas pueden ser causadas por los daños en los nervios, la disminución del flujo sanguíneo a los genitales y los cambios hormonales.
La falta de deseo y respuesta sexual implican no poder excitarse o mantenerse excitada, no tener suficiente lubricación vaginal, tener poca o nada sensación en los genitales y anorgasmia.
El primer paso para manejar esta situación es controlar los niveles glucémicos en sangre, para lo que la educadora recomienda “llevar siempre el tratamiento de manejo de la diabetes de la mano del médico y equipo de profesionales de la salud».
«Con educación en diabetes se lograrán adquirir o actualizar conocimientos y habilidades en el autocuidado de la diabetes, abarcando monitoreos frecuentes de glucosa, alimentación saludable, activación física, manejo de las emociones y estrés, toma de medicamentos orales en dosis y horarios adecuados, y en el caso de aplicación de insulina, una correcta técnica de inyección utilizando agujas ultra finas y cortas, rotar los sitios de inyección y usar los dispositivos una sola vez”.
La comunicación asertiva es la base de una relación sexual saludable, con la pareja para expresar sentimientos, sensaciones, gustos y necesidades, como con el equipo de expertos, tanto de diabetes como de salud sexual, para reconocer anomalías y saber atenderlas adecuadamente.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, Alcántara invita a la población a derribar mitos y tabúes para explorar este tema de salud que impacta la calidad de vida de las mujeres: “Las pacientes pueden acercarse a los diversos grupos de apoyo que hay en diversas instituciones para personas con diabetes, así como sesiones individuales para abordar temas más íntimos y personales como la sexualidad. Vivir en armonía con la diabetes es posible, se trata de cómo la incorporemos a nuestro día a día. Mientras más pronto se tomen las riendas y se tome acción, mejor será el pronóstico para recuperar su calidad de vida”, concluye.