El término “Insulina” es muy usual para muchas personas, principalmente para quienes conviven con algún paciente diabético. Debido al alto porcentaje de personas que padecen esta enfermedad, es probable que la gran mayoría de las personas tenga a alguien cercano que la padescan (8 millones de mexicanos la tienen). El objetivo de recibir insulina en los pacientes diabéticos es mantener los niveles de azúcar en la sangre dentro de los parámetros normales (70-120). De no ser así, con el tiempo, se pueden presentar problemas severos en la salud como ceguera, insuficiencia renal, coma diabético, etc.
La insulina es una hormona producida por el páncreas, el objetivo que tiene es metabolizar los alimentos que ingerimos. Los pacientes diagnosticados con diabetes tipo 1 (Diabetes juvenil), son personas insulinodependientes, y se debe a que el cuerpo no produce insulina. Los de tipo 2, tienen un déficit en la producción de insulina, o el cuerpo no la usa correctamente.
La administración de la insulina no puede ser vía oral, de ser así, sería metabolizada en el cuerpo, por lo que inevitablemente sería desechada. Se debe administrar a través de inyecciones, para evitar que esto suceda. La mayoría de los pacientes que se encuentran bajo tratamiento requieren de al menos 2 dosis diarias. La parte superior del brazo, el costado del muslo, los glúteos y el abdomen, son las zonas en las que se suele inyectar la insulina, en ésta última actúa más rápido.
Investigaciones realizadas a partir la década de los 80´s sugieren que la técnica de inyección es tan importante como el tipo de insulina y la dosis que se suministra a cada paciente. La técnica de inyección considera hacer más efectiva la absorción de la insulina, menor riesgo en la zona intramuscular y un flujo adecuado.
“Se estima que en México alrededor de 400 mil menores de 15 años tiene diabetes”, informó Alejandra Cuevas, nutrióloga y educadora en diabetes, este tipo de pacientes requieren inyectarse insulina diariamente.
Para algunas personas la idea de las inyecciones suele ser amenazadora, pero en la actualidad, en México, hay una gama de agujas (Ultra- Fine) de 5 y 8 mm, son tan pequeñas que ofrecen mayor comodidad al momento de la inyección. Los pacientes con diabetes recurren al pliegue en la piel para la inyección. Con este tipo de agujas, se evita el pellizco con lo que se aminora el dolor, el sangrado e incluso bajas en la azúcar.
El médico especialista, en dado caso que lo requiera, es quien te enseñará a monitorear los niveles de azúcar en la sangre e inyectar la insulina.
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